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** RELATO DE INVIERNO **


PatatA4

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Bueno, queria enseñaros varios "relatos" que tengo de un compy madrileño que se mato en un accidente de moto... El tio era muy bueno escribiendo, lastima que solo tenga 4 de todos los que escribio...

 

Espero que os gusten tanto como me gustaron a mi... Este es el primero que os pongo, se titula ASI, "RELATO DE INVIERNO"...

 

V'ssssssss al cielo....

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-1-

 

había oído que la vida te puede dar un giro de ciento ochenta grados de repente tantas veces, que ya me sonaba como el cuento del lobo feroz, pero cuando te toca a ti…..

Cuando te toca, no te quedan más c*** que aceptar la cosa tal como venga, cortarte las venas, tirarte al tren o disfrutar del cambio…

Como en mi caso.

 

No me es difícil recordar el preciso instante en que todo cambió, ¿queréis escuchar mi historia? Pues bien, empezaré por el principio.

 

 

Aquella tarde de enero presagiaba tormenta, el cielo estaba totalmente cubierto de una masa de nubes que oscilaban entre el gris y el negro, el viento del norte soplaba con casta y todo indicaba que cuando dejase de soplar el cielo se iba a venir abajo en forma de tormenta…

Pero el suelo estaba totalmente seco…y cuatro pisos más abajo, guardada en el garaje estaba mí nueva moto….con dos kilómetros… recién sacada del concesionario hacia apenas dos horas, de la tienda a la gasolinera y de ahí a la oscuridad del garaje comunitario del piso de mis padres.

 

Casi no había probado bocado en toda la comida por los nervios, pendiente del móvil por si los colegas decidían salir o no a rodar esta tarde.

Al final se me habían rajado y me cabreé tanto que cuando leí el mensaje de que esa tarde solo se quedaba para tomar café, tiré el put* móvil de mala o**** por los aires, cruzo todo el cielo de la cocina describiendo una bonita parábola y aterrizó en la olla Express que mi madre estaba apunto de fregar, semienterrado entre los restos de las lentejas.

Mi madre me miró de reojo desde el fregadero y no dijo ni una palabra, cogío entre dos dedos el móvil chorreante y lo dejó a un lado de la encimera.

-límpialo…-ordenó.

 

Un poco arrepentido por mi reacción infantil cogí papel de cocina y restauré como pude el aspecto de mi teléfono, que seguía funcionado a la perfección y encima desprendía un leve olor a cocido nada desagradable.

 

-¡me voy a dar una vuelta con la moto!-salté de repente.

La verdad es que ni me lo pensé…surgió de mi cabeza como si hubiese alguien vivo dentro de mí.

-tu no estas bien…-sentenció mi madre.

-jod**…solo un paseo por aquí cerca…a ver si no voy a poder estrenarla.

-ten cuidado y si empieza a llover o nevar vente a casa.

-tranqui mama...

 

 

Aquí fue donde se empezó a torcer la cosa… ¿Qué hubiera pasado si hubiese hecho caso a mi sentido común saliendo a tomar café en vez de haber hecho caso a la voz interior…?nunca lo sabré… pero sigamos.

 

 

Al principio todo fue tal y como me había prometido a mi mismo, un relajante y frió paseo la nacional, disfrutando de mi nueva montura, una preciosa R1 color azul, a ritmo tranquilo, haciéndola el rodaje de la manera más sutil.

Pero soy humano y tengo sangre en las venas, y al poco, empezé a sacarle un poquito el jugo al motor….para ver que tal respondía…que sensaciones me daba…

 

La maquina, diseñada precisamente para eso no dejo de darme placer, el frió que antes sentía a través del cuero desapareció…se me calentaba la sangre por segundos.

 

Los kilómetros pasaban y tuve un momento de clímax o de experiencia religiosa, como queráis llamarlo, en el que todo, absolutamente todo desapareció de mi mente y solo pude sentir el pulso del motor bajo mi cuerpo y ver la delgada tira de asfalto frente a mí.

No se cuanto duró…pero cuando me crucé con un bus de continental tan cerquita que pude ver el gesto de furia del conductor todo volvió a su ser de repente.

 

Solté gas y me deje deslizar suavemente hasta el siguiente cruce.

 

Medio atontado por aquella experiencia me saqué el casco y dejé que el frió aire me despejara la cabeza.

Encendí un pitillo y estiré un poco las piernas paseando alrededor de la moto, que seguía latiendo al ralentí, con sus focos atravesando la ya casi total oscuridad.

 

Antes de terminarme el cigarrillo el viento dejó de soplar como por arte de magia y algo frió cayó sobre mi nariz.

 

¿Una gota? me pregunté.

 

No, eran copos de nieve, como pude apreciar al trasluz de los focos de la moto.

¡jod**…!-exclamé al cielo.

 

Y como por arte de magia volví a la cruda realidad de saber que estaba a más de cien kilómetros de casa, de noche cerrada y nevando.

Me puse el casco y los guantes y arranqué quemando rueda de regreso.

 

Pero esta vez ya no era como antes…cada vez sentía más frió…la carretera ya no era una tira negra…ahora era como ver una tele cuando cortan la emisión…una maraña de puntos blancos y negros.

No me sentía para nada a gusto sobre la moto y lo de correr ni pensarlo…no veía un pijo.

 

Gracias a dios me pude pegar tras un trailer, y cobijado en su culo, pude respirar un poco más tranquilo, me puse a los setenta por hora que marcaba el camión y rogué que siguiera la misma ruta que me devolvería la seguridad de mi hogar.

 

Todo fue bien durante un buen rato, logré entrar un poco en calor y me limite a seguir tras el camión, de vez en cuando lanzaba una mirada a los costados y se me encogía el corazón… nevaba de c***...y los copos caian casí horizontales por la fuerza de la ventisca, a ese ritmo, dentro de poco comenzaria a cuajar sobre el asfalto…para hacerlo más divertido.

 

Mas preocupado que por lo que me pudiese paras a mí, la idea de caerme de la moto y destrozarla contra el suelo me aterrorizaba, ¿Por qué seré tan capullo?

Empecé a suplicar al cielo para que me permitiese volver a casa sano y salvo con mi moto…. `pero no fui escuchado, y en lugar de acceder a mis ruegos, la única señal que recibí fue ver como se iluminaba el testigo de la reserva de combustible.

“estoy bien jodido…”pensé.

 

Me pareció un siglo el tiempo que transcurrió hasta que a lo lejos divisé luces blancas y verdes de un surtidor de BP, no hacia más que suplicar para que no se me acabase a la gasolina, di gracias al cielo y me animé al instante, todo arreglado…

 

Cuando dic el intermitente y me separé del camión la fuerza de la ventisca me dio de lleno, di un bandazo con la moto en cuanto el viento del que antes me protegía el trailer me atacó con furia, como iba despacio pude controlar la moto, pero aún así me llevé un buen susto.

El frió se me metió de nuevo el cuerpo en segundos, y el poco tiempo que me llevó a la protección del techo de la estación de servicio me dejó el cuerpo entumecido de frió.

Paré la moto junto a un surtidor y en vez de llenar el depósito, pillé los laves y me fui corriendo al interior del local.

 

El empleado, un tipo de unos cuarenta, un poco clavo y regordete se acercó haciendo aspavientos hasta mí desde el mostrador, no podía oír lo que decía con el casco puesto así que me lo quité.

 

-….tais todos locos…-fue lo primero que escuche.

-pero como se te ocurre viajar en moto hoy con el tiempo que han dado en el telediario…-me reprochaba mientras se me acercaba.

 

Yo no tenia tiempo de hacerle mucho caso, bastante tenia con dar saltitos y frotarme por todo el cuerpo para entrar en calor.

Tenia los pies congelados y los dedos de las manos de un tono azulado y encima con el contraste de frió calor me dolían un horror.

 

Sentí unas manos sobre mis hombros…y luego el peso de una gruesa manta sobre los mismos.el gasolinero había abierto un paquete con una manta de viaje de los mostradores y me la había echado por los hombros.

--gra...gracias...-logre articular.

-¿de donde c*** vienes?-me preguntó divertido.

Y entre tembleques le conté mi historia.

-lo que te digo...estáis locos los moteros.

No le discutí…esta vez tenia razón.

 

Me llevó luego a rastras hasta la maquina de café y me sacó un par de vasos de cacao con leche caliente, qué devore, aunque la verdad es que me quemé la boca con el primer sorbo, sentir el calor del vaso de plástico hirviendo en mis manos me fue devolviendo poco a poco al mundo de los vivos.

Luego se sacó una delgada petaca del interior del jersey y echo una buena dosis de un líquido marrón en uno de los vasos de cacao que me acababa de tomar.

-tomate esto, ya veras que bien…

Ni pregunté…agarré el vaso y para dentro.

Era coñac…del barato…del que hace que parezca que te vas a incendiar por dentro cuando te lo bebes…… ¡maravilloso!

 

-tengo que llamar a casa...-fue lo primero que dije cuando me recuperé del chute de coñac.

-puedes usar el mío –se ofreció.

-gracias, tengo móvil.

 

Llamé a mi madre y a pesar de que mi móvil era una m**** hasta el gasolinera pudo escuchar los gritos de mi madre al otro lado de la línea.

Me costó un rato tranquilizarla.

Me preguntó donde estaba y que diría a mi padre que me fuera a buscar con el coche.

-ni se te ocurra mama….la nieve ya ha cuajado en la carretera y es demasiado peligroso, además ya sabes que a papa no le hace gracia conducir de noche…no te preocupes, aquí estoy bien…la gasolinera abre las 24 horas…si hace falta pasare la noche aquí…mañana ya veremos….no...No tengo frió, aquí tienen calefacción….si…la moto esta bien…tranquila…un beso…adiós…

 

-ya veras cuando vuelvas a casa...-se decojonaba el tipo.

-a ver cuando puedo volver….-dije pensativo.

-se me ocurre una idea…porque no metes la moto en el almacén, estará segura y mucho mejor que en la calle,luego si hay suerte vendrá una patrulla de los civiles que suele pasar por aquí todas las noches a echar un café…si se lo pido igual ellos te pueden acercar a casa.. Y mañana por la mañana puedes volver si las carreteras están bien con un carro a por tu moto, ya dejare yo recado al del turno de mañana.

 

La idea me pareció genial, ver la yamaha en la put* calle me dolía en el alma…vaya primer día.

 

Dicho y hecho, guardamos la moto y luego calentitos en el interior de la gasolinera esperamos charlando y viendo la pequeña televisión.

Ni Dios circulaba por la carretera a las once de la noche, claro que seguía nevando como en el jodido polo norte…la carretera hacia horas que había desaparecido tras un manto blanco de unos diez centímetros de espesor…y que la gente esta muy loca pero no para tanto.

 

A esos de las doce y veinte, cuando a mi ya se empezaban a caer los ojos de sueño, paco, el gasolinera me dio un toque y me sonrió.

-aquí están...-y señalo al exterior.

 

Un gigantesco patrol GR pintado de verde y con los pilotos azules de emergencia activados se peleaba arrastrando nieve con el morro por llegar bajo la cubierta de la gasolinera.

 

Paco se fue a recibirlos a la puerta y yo le seguí.

Entre bromas y juramentos entraron dentro dos números de la benemérita, paco lo primero que hizo fue contarles lo mío y los dos capullos se empezaron a partir el culo.

Uno de ellos, el cabo, tendría cerca de cincuenta tacos, no muy alto y delgado y prieto como un junco, el otro, era un chaval bastante joven y por la expresión de su cara se notaba que no tenía ni la mitad de escuela que su superior.

-¿Cómo así habéis venido con ese tanque?-les preguntó paco.

-el capitán nos ha ordenado salir de patrulla como siempre, pero mis c*** se han negado a coger el laguna…así que les hemos cogido a los especiales uno de sus pisa charcos y aquí andamos dando una vuelta.

-¿una copita...?-dijo paco echando mano a la petaca.

-venga pues...-no se hizo de rogar- a este…-señalo a su adjunto-...no le des que tiene que conducir y no esta la cosa para ir haciendo el tonto.

 

El civil joven y yo estábamos cerca el uno del otro, mirando a paco y al cabo sin abrir la boca, una situación un poco incomoda, la verdad.

 

Paco le pidió al cabo si me podían llevar hasta mi casa.

-¿Dónde vives...?-interrogó

Le respondí escuetamente y tras pensárselo uno segundos asintió con la cabeza.

-esta bien, queda dentro de nuestra zona de patrulla, lo que no te prometo es cuando llegaremos...la carretera esta fatal y tenemos que hacer alguna paradita más...-y se echo a reir.

-no tengo prisa...-respondí- gracias por llevarme.

 

 

Veinte minutos y un par de tragos después, me vi de nuevo en la calle, el frió era atroz y la nieve seguía cayendo con fuerza.aunque el viento ya casi no soplaba y los copos caían pesados y casi verticales.

El guardia civil joven abrió el todo terreno y me invitó a subir atrás.

Yo me sentía un poco ridículo con mi mono de cuero y el casco en la mano, subiendo a un vehículo de la benemérita…me sentía casi como un delincuente…. ¡vaya día…!

 

Durante el trayecto por la nacional, el joven conductor se debía guiar por los postecitos verticales reflectantes de los orillos, ya que todo rastro de calzada había desaparecido bajo la nieve, el conductor no abría la boca y el cabo no paraba de echar juramentos, cuando se cansaba me atosigaba a preguntas estupidas que yo respondía casi siempre con monosilabos,cuando por fin se callaba de vez encunado solo se oía el rugir del seis cilindros diesel y el ruido de los neumáticos aplastando la nieve a su paso.

 

Primera sorpresa de la noche en medio de la nevada…un audi TT azul tirado de medio lado en la carretera con las luces de emergencia encendidas.

-tenemos trabajo…-exclamo el cabo.

-parece que hay alguien dentro mi cabo...-dijo el joven.

-igual tienes compañía…-me dijo riéndose.

 

 

Nada más ver la pedazo de tía que se bajo agitando los brazos hacia el coche patrulla se me pasó el frió de repente, el cabo volvió a jurar de nuevo y hasta el joven conductor dejo exclamar un: ¡la virgen…!

 

Nos paramos tras el coche y nos bajamos los tres…no me quería perder aquel espectáculo.

Alta…muy alta, más que yo que rozo el metro ochenta, pelo largo y liso castaño con mechas rojizas que le bajaba a media espalda, una carita de…mejor me callo…que podría hacer de cualquiera su esclavo servicial de por vida,unas piernas enfundadas en medias negras más largas que un sábado sin moto, una minifalda…por llamarla de alguna manera…roja de cuero que solo tapaba el numero de bastidor…una cinturita de reloj de pulsera y lo que aquí se viene a llamar un buen par de t*****s bien puestas.

 

Nos quedamos los tres embobados un rato mirándola y ella también, pero me miraba a mí...no por lo guapo que soy…sino por que c*** pinta un tio vestido con un mono de cuero de moto con dos guardia civiles…

 

-me he quedado tirada...-dijo con voz sensual-¿pueden ayudarme?me estoy congelando viva.

 

Ahí es donde entraron los veinte años de servicio en el cuerpo del cabo.

Se acercó a ella y tomándola delicadamente de la mano se presentó...la tranquilizó...y de un solo vistazo se hizo cargo de la situación…radiador roto tras colision con poste de cemento del punto kilometrico 66 de la nacional.

 

-señorita…-sentencio solemnemente-debe acompañarnos, su vehículo sufre un gran deterioro y esta noche no se permite la circulación de vehículos, la grúa no vendrá.

-OH...pero es que...-intento decir ella

-no se preocupe por nada…cierre su vehículo y acompáñenos, todo se arreglara mañana por la mañana.

 

Su tono fue tan tajante que la chica se encogió de hombros y le hizo caso.

 

 

Proseguimos después la marcha…entre la pedazo de mujer y yo solo estaba mi Suomy, en la parte de atrás del patrol,un delicioso perfume femenino llenó el interior del vehículo, de vez en cuando no podía contenerme y cruzaba la vista hacia ella y hacia esas piernas de pecado,que malito me estaba poniendo por dios…

 

-continuaremos hasta el próximo local abierto para que se tome un café calentito y entre en calor señorita...-grazno el cabo desde adelante.

-muchas gracias capitán…-dijo ella con aquella voz.

El cabo se hincho como un pavo real en su asiento.

El conductor dejó escapar una risita ahogada que se cortó tras una fulminante mirada de su cabo.

Yo seguía enfermando de amor por segundos….me daban ganas de bajar la ventanilla y tomar algo de aire fresco…

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-2-

 

La tormenta recobró su furia, los parabrisas del todo terreno empezaban a perder terreno contra la nieve y el espacio que despejaban se reducía poco a poco, el viento gemía con fuerza en el exterior...agitando con fuerza de vez en cuando al todo terreno.

El cabo volvió a su estado natural y se escucharon de nuevo los juramentos…el guardia civil joven que conducía, tenia la cabeza casi pegada al cristal delantero y el velocímetro no alcanzaba siquiera los veinte kilómetros hora…la cosa se estaba poniendo muy chunga.

 

La belleza de mi derecha no hablaba, y mantenía juntas sus manos sobre sus piernas, justo para que no se la viera lo que no se tenía que ver, solamente de vez en cuando lanzaba una mirada hacia atrás y volvía rápidamente a su posición inicial.

 

Yo, por mi parte…había pasado de lanzar furtivas miradas a la mujer a estar totalmente pendiente de la carretera…y del conductor, al cual veía más y más apurado por momentos.

 

Ya casi no se veía el reflectante de los postes de los orillos de la nacional, la mayoría de ellos estaba tapados por la nieve…llegó un momento en el cual el conductor bastante nervioso detuvo el todo terreno y casi gritando dijo:

-no puedo continuar…no se por donde voy…nos vamos a salir.

-cagúen toó…-saltó el cabo.-tira palante como sea chaval…-le ordenó.

Se pusieron a discutir a gritos entre ambos, el uno que continuase y el otro que no se movía de allí.

-pidamos ayuda por radio…-dijo el joven.

-¡anda ya chaval…!-respondió el cabo ofendido.

 

Y entonces armándome de valor les interrumpí.

-perdón…-dije con voz grave.

Los beneméritos se callaron y me miraron furiosos, antes de que me mandasen a la m**** continué hablando.

-esto me lo conozco yo…no debemos estar lejos del gran restaurante donde paran los camioneros…ese que esta al lado del puticlub...no puede faltar mucho, estoy seguro…debemos continuar…si nos quedamos ahora parados y sigue nevando no vamos a poder seguir luego..

-¿ves…?-le gritó el cabo al joven.

-¡que yo no sigo….!-se plantó este...y volvieron a discutir como antes.

-¡eh...!-de nuevo intervine-llevas un buen trasto...y a la velocidad que vamos aunque nos salgamos no nos va a pasar nada…si quieres yo lo llevo…elige entre pasarte la put* noche aquí atrapado o en la barra de una bar bien calentitos…

-le debí herir el amor propio al joven, ya que tras escucharme hablar soltó un taco, metió primera y salimos patinando hacia delante.

El cabo me echo una mirada cómplice y me guiñó un ojo.

La chica seguía muda e inmóvil.

 

 

Por fin para alivio de todos, a lo lejos penetrando entre la espesa cortina de viento y nieve vimos lucir los tan conocidos neones verdes y rojos de un club de carretera, todos suspiramos aliviados…

 

Minutos después el todo terreno caminaba despacio entre la multitud de trailer aparcados, rumbo al parking de coches a la entrada del restaurante.

Cuando el joven detuvo el motor del patrol, todos sonreíamos…podíamos ver el interior del local iluminado y con las ventanas empañadas…parecía lleno de gente.

 

Salimos del interior y el frió y la nieve nos azoto el rostro de nuevo, no perdimos tiempo y subimos corriendo las escaleras de acceso al local, primero los dos guardia civiles, luego yo y por ultimo...mirando de reojo hacia atrás nuestra belleza desconocida.

 

Iba a abrir el cabo la puerta cuando esta se abrió violentamente y por ella salieron dos camioneros portugueses apoyados el uno en el otro y borrachos como cubas…del interior del local salía música rock, gritos y mucho humo.

 

-me cagüen la put* de oros…-exclamo el cabo.

Los dos camioneros ni se percataron de su presencia ni de la nuestra…se limitaron a seguir avanzando cantado en su idioma hasta el comienzo de las escaleras que por supuesto tampoco vieron y acabaron rodando por ellas y de cabeza en la nieve.

 

Me quede flipado de lo que acababa de ver y cuando quise reaccionar para ir a echarles una mano para que se levantaran...estos ya se habían puesto en pie y volviéndose a apoyar el uno en el otro siguieron su camino.

 

-menos mal que estos no pueden coger el camión…-dijo el guardia joven.

-¡venga todos pá dentro!-grito enfurecido el cabo.

 

Así lo hicimos.

 

Por donde empiezo…por la cara que se nos quedó a nosotros al entrar o por la cara de los demás cuando nos vieron a nosotros…por lo segundo que es más corto.

 

Casi cien caras dejaron de beber, cantar o reír cuando entraron el cabo de la guardia civil y su compañero…se hizo un amargo silencio...solo los dos músicos ambulantes, siguieron tocando sus guitarras eléctricas entusiasmados al tener por primera vez un público tan numeroso y entregado.

Una vez superado el momento de tensión inicial...aparecí yo por la puerta…con mi dainesse azul blanco y negro, mis botas alpinestar y cara de panoli…de nuevo se volvieron a escuchar unas débiles carcajadas que seguidamente se convirtieron en silbidos y groseros piropos cuando nuestra belleza puso un pie en el umbral…

Se puso colorada y no se atrevió a entrar...

Yo, no se si por galantería o porque entraba un frió por la puerta de mil demonios, di un paso atrás, la cogí de la mano y la hice entrar…

Al momento el murmullo bajó de volumen…la tía buena estaba agarrada a un tío, todo superduro de cuero…se jodió lo bueno pensarían.

 

Ahora os cuento lo que vi yo al entrar.

 

Antes de que se hiciera el silencio al entrar los guardias, por los cristales pude ver lo que se dice una buena juerga.

Camioneros de varias nacionalidades privando, cantando…el par de camareros del restaurante sin un respiro…botellas y vasos llenando la barra...dos heavys de los antiguos, curtidos por el tiempo, tocando la guitarra enchufados a unos amplis portátiles animando el local…una cuantas chicas del garito de al lado haciendo horas extras con los camioneros…vaya juerga.

 

Silencio casi absoluto cuando entraron los civiles…partida de culo de mi persona…y caída de baba general además de comentarios groseros cuando asomo por la puerta la chica que nos acompañaba.

 

 

Caminamos los cuatro seguidos hasta la barra, él camarero nos invitó a los cafés e insinuó servicialmente si nos apetecía algo más para entrar en calor…todo ello por cuenta de la casa, por supuesto.

La música seguía sonando y de nuevo poco a poco el local recobró su ruidoso y festivo ajetreo.

-un chivas…-dijo sin cortarse el cabo.

-jb con cola…-dijo el joven después de recibir la aprobación de su superior.

-jack daniel´s con hielo-si los guardias no se cortaban yo tampoco.

-vodka con zumo de naranja natural...-concluyo la belleza.

 

Que por cierto desde que la cogí de la mano para que entrara no me había soltado y seguía pegada a mí como si fuéramos novios.

 

No es que me molestara que lo hiciera…pero c***, uno no esta acostumbrado a estas cosas y me sentía un poco nervioso.

 

 

Con el black jack en la mano y una vez despegado por fin de aquella turbadora preciosidad me separe del grupo y me acerqué hasta los músicos.

Cogí una silla de una mesa y me senté frente a ellos, me saqué un cigarrillo y deje que mi cerebro se inundara de buena música.

 

Al poco ya estaba dando pisotones en el suelo con las botas y tarareando en mi rudimentario ingles las letras de las canciones que interpretaban.

Los dos tipos sabían tocar y se estaban divirtiendo haciéndolo, la gente... yo incluido les aplaudía con fervor entre canción y canción.

Cuando ya me estaba apurando el vaso me sentí realmente bien desde que empezó la jodida nevada.

 

Me fui a por otro…en la barra el cabo ya iba por el tercero…y el joven se comía con los ojos a la inquietante belleza que seguía junto a la barra tiesa como un palo dando de vez en cuando pequeños sorbos de su copa.

Me sirvieron otro jack y cuando fui a pagar el cabo me dijo con la cabeza que ni hablar…pues nada…a la silla de nuevo.

La chica me lanzó una mirada suplicante…como para que la sacara de allí…pero jod**…en ese momento no me apetecía una m**** así que me limité a sonreírla y seguí mi camino.

 

Hubo un instante en que ya no me pude reprimir ni por un instante más...y justo cuando los dos heavys se iban a arrancar con el estribillo del higher ground de los thunder…me levante de la silla y comencé a graznar…cantar el estribillo en ingles a grito pelao…

Fue mi debut en publico.tras largos años de entrenamientos en casa con los casco a todo volumen…

Las palabras en mi particular ingles salían de mi garganta altas y claras y seguían a la perfección el compás de la música.

Toda la peña se calló y se me quedó mirando…al principio extrañados…luego con cara de aprobación…fue apoteósico…

Cuando acabó la canción todo el local se vino debajo de puro éxtasis.

 

Los aplausos colmaron mi ego y hasta los dos músicos me hicieron el o.k.con las manos mientras se apuraban la enésima cerveza de la noche.

 

-¿te atreves con una entera?-me preguntó uno de ellos.

Por un segundo el miedo escénico y la pura vergüenza se adueñaron de mí…pero pensándolo bien con dos copas en el cuerpo y ante un público desconocido al que probablemente jamás volviese a ver en la vida les dije:

-red rose…de roxx gang ¿la sabéis?

Las guitarras volvieron a sonar de nuevo…otro sorbito de jack para aclararme la voz y al ataque.

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-3-

 

El amanecer nos sorprendió improvisando un blues al cabo y a mí agarrados por el hombro.

El joven agente dormía sentado en una mesa contigua junto a nuestra preciosidad que tras unos cuantos destornilladores se había animado y ahora hasta sonreía y todo.

El local ya estaba medio vacio, y la mayoría de los que quedaban dormitaban en mesas o junto a la barra.

En el exterior seguía nevando, aunque ya con menos intensidad, según uno de los camareros que hacia poco salió a tomar el aire la nieve le llegaba por la rodilla.

 

Con el ciego que llevaba encima me sudaba la poll* cuando volver a casa, lo único que quería en estos momentos era tirarme en cualquier lado y sobar.

 

El cabo que se mantenía en pie de puro milagro se acercó hasta su compañero y empezó a darle cariñosas toñejas para que se despertase, debian volver al cuartel.

 

El cabo me dijo con voz pastosa que lo sentía pero que no podía llevarme a mi casa, le dije que no se preocupase, que ya me las apañaría.

-¿Qué hacemos con la señorita?-pregunto el guardia joven-no podemos dejarla aquí.

-el motero cuidara de ella ¿verdad?-me dijo guiñando un ojo.

Me encogí de hombros y sonreí, con el pedo que arrastraba no sabia si lo decía con segundas o no.

-pues todo arreglado…-sentenció el cabo.

 

Les acompañe hasta la puerta par despedirme, una vez más cuando el cabo iba a agarrar el tirador la puerta se abrió con violencia…

-me cagüen tó lo que se menea…-gritó este.

Asomaron dos tipos que parecían primos hermanos de terminator, vestidos de traje oscuro, guantes de piel y largos abrigos.

El pequeño y enfurecido cabo les increpó y estos se limitaron a darle un empujón que lo tiró al suelo un par de metros dentro del local.

El guardia joven les ordenó que se detuviesen pero también acabó en el suelo y yo hubiese corrido la misma suerte si no me llego a hacerme a un lado.

Entonces nuestra belleza desconocida gritó y salió corriendo hacia los lavabos.

 

Lo que ocurrió después pasó tan deprisa que en mi estado apenas recuerdo destellos.

 

El cabo desde el suelo desenfundó su arma reglamentaria, apuntó a los dos gorilas que caminaban con paso firme tras la chica, les dio el alto y por única respuesta, uno de los dos tipos se giró con un pistolon en la mano y comenzó a abrir fuego.

Me tiré al suelo y solo oí una serie de disparos.la caraja se me pasó de golpe.

Cuando me atreví al poco a levantar la vista del suelo, el local estaba vacío, el cabo estaba sentado apoyado contra una mesa sangrando abundantemente del estomago, respirando con dificultad y su compañero estaba tirado un par de metros a mi derecha con la cabeza reventada de un disparo, en medio de un espeso charco de sangre y sesos.

 

Me fui corriendo hasta el cabo y traté de socorrerle, él me apartó con un movimiento de brazos y me ofreció su arma.

-estoy bien jodido, entodas las tripas…-he cazado a uno- dijo señalando un bulto oscuro en mitad del local.

-el otro sigue tras la chica…coge esto y frielo por mí…

Debía ser una jodida pesadilla...dos muertos otro apunto y yo con un arma en la mano…

-¿Cómo funciona…?-pregunté estúpidamente

-tu aprieta el gatillo y veras…

-¿Cómo puedo pedir ayuda?-dije nervioso

-primero la chica…no pierdas tiempo conmigo… ¡vete ya!

 

Me puse en pie con el arma en la mano…indeciso y acojonado eche un vistazo al local vació, respire hondo, me arme de valor y caminé hacia los lavabos con la pistola en alto.

Cuando pasé junto al joven agente muerto me agache con asco y recogí también la suya, con las dos armas en la mano me sentí más valiente y apreté el paso.

 

Llegue al estrecho pasillo que daba a los baños y como en las pelis de tiros me pegue a la pared y con un rápido giro de caderas eché un rápido vistazo.

“despejado...”

Seguí avanzando, al final del pasillo tras la puerta del baño de señoras pude oír los gritos de la chica y fuertes golpes sobre madera.

 

Mi cabeza trabajo…”la tía esta dentro de uno de los baños…y el malo esta a patada limpia tratando de romper la puerta y atraparla…..estará distraído…entra ahora y dispara a todo lo que se menee…

 

Sin pensármelo eso hice, cogí carrerilla, abrí de una patada la puerta del baño de tías y con las dos armas apuntando al frente apreté los gatillos.

Las pistolas se movían en mis manos como si tuviesen vida propia...y creo que le pegúe a todos los lados menos al gorila….seguí disparando hasta que solo oí los clips secos del precutor.

 

Mi plan había funcionado a medias…tal y como pensaba le había cogido en bragas y le había alcanzado…pero no le había dejado seco...tan solo le había herido en un hombro…y ahora el tipo se estaba reponiendo de mi ataque y buscaba dolorido su arma dentro del abrigo.

 

Otra vez sin pensármelo eché a correr hacia él y le planté mi alpinestar derecha en toda su cara con todas mis fuerzas.sonó un crujido y su cabeza salio despedida hasta la pared, donde se escucho otro sonido ha roto y su cuerpo se deslizo a cámara lenta hasta el suelo dejando un rastro rojo por la pared.

 

Me quedé unos segundos mirándolo incrédulo…me acababa de cargar a una persona…esto no es nada bueno…

Ni siquiera sabia nada de aquella tía… ¿Por qué me acaba de complicar la existencia ¿

 

Me empecé a sentir muy mal y me arrastré a vomitar sobre uno de los lavabos.

 

Una vez hecho esto, me enjuague la boca y me lavé la cara con agua fría, cuando levante la cabeza vi por el espejo a la chica que estaba justo a mi espalda, me dio un susto que casi se me para el corazón.

 

-gracias…-me dijo con voz triste.

No supe que responder…me acababa de cargar a un tipo…tenia su sangre en la puntera de mi bota.

-¿quien eran?-me atreví a preguntar.

-mala gente…-añadió ella.

-¿Por qué te buscaban…que has hecho?...espero que haya merecido la pena.

-es una historia muy larga.-se limito a decir.

 

Entonces me acordé del cabo…seguía desangrándose en el local.sin decir nada más salí del baño a toda prisa.

Uno de los camareros estaba junto a él, el otro hablaba nervioso por teléfono dentro de la barra.

Me tiré a sus pies y se me encogió el corazón…estaba en las ultimas.

Con un esfuerzo me preguntó que tal…

-lo he matado…-dije fríamente.

-… ¿y ella...?

-esta bien…

-buen trabajo motero…-y se murió.

 

El camarero y yo nos miramos apenados.

 

 

No se porque comencé a llorar como un niño…no podía contenerme…el camarero me apoyó una mano en el hombro y dejó que me desahogara.

 

-tenemos que irnos de aquí…-dijo la chica apareciendo a mi lado

-esto no se ha terminado….vendrán otros….

-perdona…-dije entre sollozos-pero… ¿eso que c*** tiene que ver conmigo…?

-has matado a uno….y me conoces, me has visto...-dijo friamente.

-yo y todo el put* bar…-respondí furioso.

-tú veras…yo me voy…si te quedas estas muerto.

 

Y comenzó a caminar hacia la puerta.

 

Mi cabeza no podía procesar todo a la vez, necesitaba conocer más datos…mi fuente de información se largaba…me puse en pie y corrí tras ella.

 

La alcancé en la calle, bajando las escaleras…la agarré con fuerza de un brazo e hice que se detuviera.

-necesito saber de que c*** va todo esto…

-te contare todo por el camino…ahora debemos irnos.

Y siguió andando con mi brazo amarrándola.

-¿adonde vas...?-pregunté.

-han venido en coche…nos lo llevaremos.

 

 

Caminamos unos metros con la nieve hasta las rodillas...buscando entre los trailer aparcados el coche de los gorilas, volvia a tener los pies congelados.

Ella marcaba el paso…hundiendo sus preciosas piernas en la nieve con determinación, no hablaba.

 

-ese es...-dijo señalando un cayenne turbo negro aparcado tras un camión cisterna.

-dijiste que no se te daba mal conducir en nieve ¿no?-dijo ella

No respondí.

El porsche estaba abierto y con las llaves puestas...que tipos más confiados.

Ella se acomodó en el asiento del pasajero con soltura y se puso el cinturón.

Yo me subí al del conductor y lo primero que hice fue quitarme las botas…gracias a dios, durante el paseo por la nieve la sangre había desaparecido de la derecha.

Las arrojé al asiento de atrás y me tome unos segundos para hacerme con los mandos del coche.

 

Bien...llevaba un cambio triptronic similar al del A8 de mi tio Luis, podia llevarlo.

Arranqué y salí hacia delante…el coche hizo un intento y apenas se meneó…jodido control tracción…

Lo desactive, y acelere con ganas…el coche empezó a retorcerse para todos los lados y comenzó a avanzar lentamente, me tuve que pelear con el volante y el acelerador hasta que pude hacerme con el control del coche y cuando cogí un poco de ritmo suavice mis maneras y me limité a seguir todo lo recto que pude.

 

Salí hasta lo que me pareció el trazado original de la nacional y pregunté:

-¿hacia donde?

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-4-

 

-Sigue hacia delante y déjame pensar…-añadió con voz firme.

Bastante tenia yo con sujetar aquella bestia por su sitio como para seguir haciendo preguntas, me callé y me concentré en la conducción.

 

Nos se cuanto tiempo después me atreví a abrir la boca de nuevo.

-estamos llegando a mi ciudad...-deje caer.

-debemos continuar…-

-¿y porque no me dejas aquí y sigues tu solita…?-respondí de mala gana.

Me miró apuntó de decir algo, pero no la deje.

-¿sabes bonita…?yo no soy un put* héroe…no te conozco de nada…no se si el que me he cargado era de los malos o la mala eres tú…yo llevo una vida muy sencilla y tranquila…un curro de m**** que paga mis vicios y una vuelta en moto todos los fines de semana con los colegas…no pido más…no me dedico a rescatar princesas en mis ratos libres….¡y ni tan siquiera me has contado aún de que c*** va todo esto y porque debo ayudarte…!

 

Lo dije todo rapidito de un tiron y me sentí un poco más relajado...

 

Ella mantuvo su mirada sobre mí unos segundos…y entonces hizo lo que siempre da resultado con los tíos…se echó las manos a la cara y se puso a llorar desconsolada.

 

“y ahora se me pone a llorar…”pensé yo sintiéndome un poco culpable.

 

Vaya marrón de m****… ¿y que hago con ella yo ahora?

 

-siento haber sido tan desagradable...-dije poco convencido a ver si colaba.

- tú no tienes la culpa…-dijo entre lagrimas-si no hubiese sido por ti ahora estaría muerta…

 

No hay duda que sabia dorarle la píldora a uno…

 

-necesito tu ayuda…no me dejes tirada por favor…-me rogó agarrando mi mono por el brazo.

 

No sabia que decir…jod**….vosotros que haríais en mi situación…mañana a las seis de la mañana tenia que fichar en mi curro…repito...no soy un superhéroe…

 

Pero al final…

 

-dime... ¿que puedo hacer…?me rendí.

-necesito un sitio donde esconderme por unos días...tengo que ponerme en contacto con alguien que me pueda sacar de toda esta m****…

-¿Qué m****...?-la interrogue.

-cuanto menos sepas mejor de verdad…confía en mi.

-algo creo que merezco saber… ¿no?

-yo no soy la mala…-se limito a responder-confía en mi... ¡por favor!

-necesito un cigarro…-dije rindiéndome.

 

Detuve el coche en medio de aquel mar blanco y me saqué un pitillo del bolsillo del mono…el ultimo…encima sin tabaco…hoy no es mi día.

 

Me tomé unos segundos para pensar mientras fumaba en silencio...ella se recostó sobre el cuero de su asiento y puso gesto serio, no dijo nada más.

 

En mi casa no la podía meter…a ver que c*** les contaba yo a mis padres…debería haberles hecho caso y pagar la entrada de un piso en vez de pillarme la R1….pero ya sabéis como va esto…lo primero es lo primero.

Pero para que están los amigos….le podía pedir el picadero a un colega…total entre semana nunca lo usaba…y seria perfecto para que la chica se escondiera unos días….

 

-creo que puedo esconderte unos días…-dije un poco más animado.

-¿Dónde?-preguntó interesada.

-en el apartamento de un colega, entre semana no lo usa… ¿tendrás bastante hasta el viernes que viene?

-más que suficiente…gracias.

-pues voy a llamarlo ahora mismo…ya queda poco para que llegar.

 

Saqué mi móvil y llamé a Carlos…no sabia que eran poco más de las nueve de la mañana y que estaba sobando tras una noche de juerga…no me respondió de muy buenas maneras…aguante el chaparrón y cuando terminó de ponerme a parir le conté una versión “libre” y descafeinada de lo que me estaba pasando.

 

No me costó mucho convencerlo y quedé con él dentro de una hora en una cafetería.

 

-todo arreglado...ya tienes donde esconderte unos días.-traté de animarla.

-muchas gracias…en serio.

-oye… ¿Cómo te llamas?

Tardó lo suficiente en responder como para saber que era falso.

-Lydia…-dejó caer.

-yo Jose…encantado-añadí con sorna.

No dije nada más y arranqué con dificultad de nuevo.

Decidí que lo primero que haría seria llevarla al apartamento de mi colega, dejarla y volver a mi casita con mi mama…a ver si podía volver a mi tranquila vida cuanto antes.

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-5-

 

Aparqué el Cayenne en doble fila junto al bar, Carlos me estaba esperando en la acera se quedó filpao cuando me vio bajar del Porsche con el mono de cuero…le saludé con la mano pero no me hizo caso, ahora miraba descaradamente a Lydia que había preferido esperarme en el coche.

 

-vaya pibon…-me dijo a modo de saludo.

-si yo te contara…-le intrigué.

-cuéntamelo todo carbón…

-ahora no puedo tío…llevo desde las cuatro de ayer con el mono puesto…necesito una ducha y dormir...

-no me iras a dejar así….

-esta tarde quedamos y te cuento lo que quieras… ¿vale...?

-¡no me jodas…!

-venga Carlos…pásame las jodidas llaves y luego te llamo….

 

No le hizo mucha gracia, pero se debió de compadecer de mi lamentable aspecto y algo reticente me entregó un llavero.

 

Le di las gracias y volví al coche, mí amigo seguía plantado en la acera mirándonos como las vacas al tren, le sonreí le hice adiós con la mano ya arranqué.

 

En la ciudad habían echado sal y se podía circular más o menos bien, así que apenas me llevó cinco minutos llegar frente al bloque de viviendas donde tenía Carlos su apartamento, detuve el coche junto a la acera y paré el motor.

 

-aquí es…-dije.

-no se que decir…-dijo ella con timidez.

-mejor subimos y te acomodas….yo debo volver a casa.

Antes de que siguiera hablando bajé del coche.

 

Subimos hasta el s..to en el ascensor sin mediar palabra, no se porque yo no dejaba de mirarme la bota derecha con la que le había reventado la cabeza a aquel tipo.

Abrí el apartamento y entramos, era bastante pequeño y estaba helado ya que por lo que parecía mi colega no había pillado este sábado.

Tenia una cocina amueblada de obra con lo justo para vivir, un salón vació salvo por un par de sofás de segunda mano y una gran televisión en color para ver los partidos.una habitación con una cama y un ropero del ikea y la otra vacía llena de miles de trastos y cajas, aparte tenia un baño con una gran bañera de hidromasaje….el capricho de mi colega…a saber que se le pasaría por la cabeza cuando la compro.

 

Recorrimos el piso casi en silencio, abriendo y cerrando puertas cada vez que le enseñaba cada estancia, cuándo acabó la ruta turística nos quedamos en silencio.

 

-es perfecto….-dijo ella rompiendo el hielo.

-estaré bien y solo el tiempo necesario…no te preocupes.

-tengo que irme…mira a ver que hay en el frigorífico por si tienes hambre…aunque supongo que aparte de latas de cerveza poco más habrá…

-no tengo apetito….solo quiero darme un baño y dormir un poco.

-entonces estamos igual…-agregué.

-¿te vas ya...?

-sí, tengo que volver a casa…mis padres estarán preocupados, necesito quitarme esto…-señale mi mono- y…

 

Y me acordé de que mí R1 estaba en una gasolinera a sesenta kilómetros de aquí…se jodió dormir.

 

Uff…no pensaba dejarla allí.pero me daba palo volver otra vez a pasar por el restaurante de carretera después de toda la movida…

 

Tendría que volver a llamar a Carlos y decirle que le mangase el Montero a su padre, era el único todo terreno con enganche que teníamos los colegas…por lo tanto nuestro coche de asistencia particular…me iba a matar.

 

Me entró la prisa de repente.

-tengo que irme….

Y cogí camino de la puerta.

-¡espera….!-gritó ella.

Me detuve.

-déjame tu móvil…por si acaso…

Se lo di de memoria y con rapidez.

-¿vendrás luego?-suplicó.

-haré lo que pueda…te lo prometo.

Y me marché sin más.

 

Cogí el coche y salí disparado a casa, mientras conducía llamé de nuevo a Carlos y conseguí prometiéndole el cielo y la tierra que viniese con el Montero a buscarme a casa de mis padres en una hora para ir a recoger mi moto.

 

Dejé el Porsche a tres manzanas de casa de mis padres…seguro que lo andarían ya buscando y tampoco quería que mis padres me empezarán a hacer más preguntas de las que ya tendrían preparadas.

Mientras caminaba encogido de frío hacia mi casa me invente una historia que sonara convincente para los viejos…nada de tiros, ni de chicas guapas….me había pasado la noche haciendo compañía al gasolinera…y me habían traído a casa unos señores muy amables en su todo terreno…..si…con eso bastaría.

 

 

Lo ensaye tantas veces de cabeza que coló a la primera…y después de los típicos reproches paternales por mi mala cabeza… por fin me vi desnu** bajo el hirviente agua de la ducha.

 

Cuando termine me puse ropa de calle… ¡que maravilla…por dios…!y me fui a la cocina donde ya olía a café humeante.

 

-¿has oído las noticias…?-me preguntó disgustado mi padre…

-no...¿Que pasa?-dije inocentemente.

-ha habido tiros en un restaurante de carretera…ha sido en la nacional...tienes que haber visto algo…

-¡que va…1he venido medio sobado todo el camino….-mentí

-ha muerto una patrulla de la guardia civil…un cabo y su compañero…también dos tipos más…parece que eran de una banda de narcotraficantes… ¡dos hijo put** menos…!

-jod**…-trate de parecer sorprendido.

-este mundo cada día va a peor…-sentenció mi padre.

Mi madre nos interrumpió con el desayuno, que comencé a devorar ansioso.

-¿no han dicho nada más…?-pregunté como si nada…

-no… ¡te parecerá poco…!

Me limite a callar.

 

Mientras desayunaba en silencio, mis padres decidían si esta mañana después de misa se irían a tomar unos vinos o no...Con la nevada que había caído….y el frío…mi madre parecía indecisa.

 

Por un momento creí que en lo que a mí respecta...en cuando LYdia desapareciese...todo habria terminado…pero solo fue un instante de tranquilidad.

 

Luego me vinieron mil preguntas a la cabeza.

¿Tan fácil? ¿Dos narcos? ¿Donde c*** deje las pistolas de los guardias…?tendrían mis huellas….hasta un tono sabría que los guardias muertos en la sala no habían podido cargarse al del baño de mujeres….yo también veo el C.S.I…. ¡estoy de m**** hasta el cuello!

Seguro que toda la put* guardia civil estaría tras mis pasos…y puede que hasta los amigos de los chicos malos también…. ¡tenia que largarme...!

 

Me entró el pánico….

 

Me salvó el timbre.Carlos ya estaba abajo esperándome.

Dije adiós a mis padres y salí pitando de casa…bajé las escaleras de bote en bote…con temor de que en cada giro apareciese la guardia civil.

 

Monté en el coche de mi amigo y lo salude con un:

-¡arranca ya…jod**!

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-6-

 

Avanzábamos en silencio por la nacional, le acababa de contar toda la movida a mi colega y este todavía lo estaba asimilando.

Los quitanieves había despejado algún que otro tramo de la nacional, aún así nuestra media apenas alcanzaba los sesenta por hora...

En los tramos sin despejar el carro de motos vacío más que rodar iba haciendo surco en la nieve.

Me preocupe de cómo iría a la vuelta con mi nueva R1 encima…pero enseguida me di cuenta que ese era el menor de mis problemas.

 

 

Cuando pasamos frente al restaurante de carretera no pude evitar encogerme en mi asiento...Carlos levantó un poco el pie y pudimos ver toda la movida…mogollón de coches de la guardia civil y un helicóptero de los nacionales aterrizando en la nieve junto a los trailer…alguna unida móvil de televisión y un mogollón de ir y venir de gente a través de las puertas del local...

 

-¡vaya movidon…!-soltó Carlos…

-acelera cab***...-le respondí asustado.

 

Seguimos adelante, rumbo a la estación de servicio…menos mal que Paco no estaría ya de turno…no quería tener que contestar a sus preguntas…por si acaso ya estaba maquinando alguna historia verosímil.

 

Realmente me sentí asustado y amenazado cuando poco después nos cruzamos con el TT averiado de Lydia….había otro cayenne negro detenido junto a él y otros dos tipos que parecían gemelos del que me cargué rebuscaban afanosos en su interior..

 

Uno de ellos se giró al oír el motor de nuestro coche y nos atravesó con su dura mirada….yo giré la cara convencido de que podrían reconocerme….estaba cagado de miedo.

 

No pasó nada más y continuamos hasta nuestro destino.

 

El compañero de Paco que ya estaba prevenido nos atendió alegremente y nos ayudó a cargar mi moto en el carro, luego nos invitó a un café de maquina que aceptamos gustosos…seguía haciendo un frío del carajo en la calle.

 

Tomamos camino de regreso a casa.

 

Por el camino me limité a fumar compulsivamente y a escuchar las noticias de la radio.

La misma historia que en la tele….nada extraño en la misma…un encuentro fortuito de una patrulla de la guardia civil con unos delincuentes acabado en tragedia…

Otra triste historia que se olvidaría en cuatro días…en cuanto hubiese más carnaza en otro lado o se fuese a jugar un derbi Madrid Barsa.

 

El agente joven solo tenía veintiséis años….dos menos que yo, pero ya estaba casado y esperaba su primer hijo…el cabo tenia cuatro, uno de ellos en la academia de la guardia civil siguiendo los pasos de su padre…se me encogió el corazón.

 

No pude evitar recordar al cabo y a mi abrazados como colegas de toda la put* vida improvisando un blues hace tan solo unas horas…

 

Las vueltas que da la vida.

 

 

Volvimos a pasar tiempo después junto al Audí de Lydia….los gorilas ya se habían largado, me sentí un poco mejor.

En el restaurante más de lo mismo, mucha poli y movimiento por todos los lados.

 

Me pregunté cuanto tardarían en detenerme….eso en el mejor de los casos…antes preso que en manos de aquellos matones, que por cierto… ¿Quién c*** eran…?cada vez estaba más intrigado.

 

Afortunadamente volvimos a casa sin ningún contratiempo, guardamos la Yamaha en el garaje de los viejos y me despedí de Carlos…que cada vez tenia menos interés en saber cosas de aquella movida, lo único que me dijo antes de irse fue que sacase a aquella tía de su piso cuanto antes.

 

¡Que más quisiera yo…! Me dije a mí mismo.

 

Comí sin apetito con mis padres y en cuanto pude me largué de casa, mis pasos me llevaron al piso de Carlos, una vez estuve en el portal…me surgieron dudas sobre si subir a verla o no…

Antes de que mi cabeza decidiese mi mano pulso el timbre.

-¿Quién es...?-preguntó una voz metálica a través del intercomunicador.

-soy yo….Jose-dije estúpidamente.

-te abro…- y entré.

 

Mientras subía por el ascensor me pregunté que le diría…me sentía tan estupido como asustado.

 

Me recibió en la puerta con una sonrisa capaz de fundir hielo.

Llevaba puesto un albornoz de baño bastante viejo y gastado de por lo menos tres tallas mayores que la suya…aun así le quedaba genial.

Al verme parado mirándola como un memo sin decir nada, me cogió del brazo y me arrastró hacia el interior.

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-7-

 

Cerré la puerta con la pierna y agarrado aún a ella la seguí hasta el salón.

Me soltó por fin cuando llegamos al sofá y se dejó caer en el con gracia, el albornoz se abrió por abajo dejándome apreciar unas piernas simplemente perfectas.

Luego ella se arrebujó de nuevo la prenda y se acabó el espectáculo.

-me alegra que hayas vuelto…-me dijo sonriendo-¿Por qué no te sientas conmigo?

Sin aún haber abierto la boca la hice caso y me senté a su lado.

-¿has comido algo…?-fue lo primero que se me ocurrió decir.

-no…la verdad es que ni me he acordado de la comida…

-¿vemos a ver si hay algo en la nevera?-pregunté yo.

-luego…ahora quiero pedirte un favor.

 

Asentí con la cabeza.

 

-necesito que mañana me compres un teléfono móvil de tarjeta…tengo que hacer una llamada y no quiero hacerla desde aquí…me localizarían al momento.

-¿Quién…?-deje caer por si podía sacarla algo.

Ella me sonrió y cariñosamente revolvió mi pelo con una mano.

-será mejor que no sepas nada…ya has hecho más de lo que deberías por mí y no quisiera ponerte en peligro.

-¿en peligro…?-dije irónicamente-Esta mañana me he cargado a un tipo… he ido a recoger mi moto y el sitio estaba lleno de pasma…seguro que ya me están buscando…y que sepas que había otro par de gorilas registrando tu coche esta mañana…que te buscan a ti y puede que a mi también…. ¡jod**…!algo ya me podrías contar….

 

Sin dejar de mirarme dulcemente me dejo acabar y luego tomando mi mano entre las suyas intentó calmarme.

 

-no te preocupes por la policía…en estos momentos ya saben quien eres…donde vives y hasta que marca de tabaco fumas…pero puedes estar tranquilo, ni los veras….te lo puedo jurar.

 

Mi cara decía que no me estaba creyendo nada.

 

-…y en cuanto a los otros…los dos que podían reconocerte están muertos…así que de verdad no tienes que preocuparte.

-¿Cómo puedes estar segura de lo que dices…?

-me puedo apostar lo que tu quieras a que tengo razón.

-ojala pudiera creerte…-dije yo.

 

Permanecimos unos segundos en silencio, cogidos de la mano y mirándonos a los ojos.

 

Olía a frescura y gel de baño…sin maquillar era casi mas bella…el calor de sus manos me reconfortaba…tenia una piel brillante y algo bronceada, seguramente por los rayos uva, me ponía malo solo con mirarla el delicado y estilizado cuello…

 

-¿me traerás el teléfono móvil…?-dijo sacándome del trance.

-claro...-respondí casi sin voz.

-genial…si todo va como espero en un par de días habré desaparecido de tu vida y podrás volver a tu vida normal…

 

Aquellas palabras, en vez de alegrarme, me revolvieron las entrañas, así que sin pensármelo dos veces la dije…

 

-no estoy muy seguro de querer que desaparezcas de mi vida…-dije a media voz.

Su dulce expresión se borro de su cara y frunció el ceño, para al instante siguiente volver a sonreírme calidamente.

Sin decir aún palabras alguna se acercó a mi y me abrazó…el contacto de su cuerpo me electrizó y me quedé más rígido que un palo.

Su cara rozaba la mía…caliente, suave…

-no me digas que ya te has enamorado de mi…-dijo riéndose y devolviéndome a la put* realidad…-la mayoría de los hombres tarda un par de días en caer a mis pies…

Me aparté de ella bruscamente y la mire enfadado.

Ella puso su mano en mi boca para que no empezase a despotricar.

-perdóname…estaba bromeando…lo prometo.

Y retiro su mano.

- perdóname a tú a mi….no tenia ningún derecho a decirte eso…ni siquiera te conozco….pero cuando has dicho que desaparecerías de mi vida no he podido contener...

 

Ella asintió comprensiva y se puso en pié, antes de que pudiese reaccionar se abrió de un tiron el albornoz dejándome ver sin pudor su increíble y deseable cuerpo.

-¿ves esto..?..Te gusta ¿verdad…? Claro como a todos… ¿pues sabes una cosa…?-volvió a cerrarse el albornoz.

-a mí desde que soy mujer no me ha traído más que problemas.

Y de nuevo se sentó a mi lado.

 

Por unos segundos todas las cosas malas de mi mente se perdieron en una galaxia lejana y todos mis sentidos se concentraron en aquel cuerpo…

No era la primera mujer guapa que veía desnu**….no soy un latín lover pero tampoco idiota…pero jamás vi algo tan perfecto…sin siquiera pretenderlo mi miembro comenzó a llenar los pantalones…

Como diría un colega bastante salido…después de ver aquello ya me podía morir tranquilo…que todo lo bello de este mundo ya lo había visto.

Sus piernas eran largas y de formas perfectas…apenas un triangulo oscuro brillaba entre sus piernas…unas caderas plenas y una cintura de porcelana fina….un vientre liso subía hasta unos pechos deliciosos...ni pequeños ni grandes…con unos pequeño s pezones ligeramente endurecidos y desafiantes….el fino cuello ya lo había podido contemplar…pero acompañado del resto de su cuerpo era ya puro extasis,su pelo cayéndole revuelto por los hombros y bordeando su rostro de ángel con expresión triste culminaban la imagen….

….si…podía morirme ya….podría matar por ella si me lo pidiese….

 

-¿estas ahí...?-oí como a lo lejos…

No quería regresar al mundo…quería guardar para siempre aquella imagen en mi memoria…

-¿jose…?-preguntó de nuevo.

-dime…-dije a regañadientes.

-no es para tanto…-bromeó divertida.

-eso díselo a este...-dije apuntando a mi abultada entrepierna

Ella se llevó las manos a la boca tratando de parecer sorprendida pero sin poder evitar reírse.

Yo también quise reírme…pero no me salio.

-te prometo una cosa…-dijo por fin.

La miré poco convencido.

-si salgo bien de esta…te juro que no desapareceré de tu vida…

Seguí impasible.

-¿no me crees?

-me gustaría hacerlo...-dije sincero.

-pues entonces solo te queda confiar en mi palabra…

-también me gustaría…de verdad.

-hace mucho que no he dicho algo tan en serio como esto, espero poder demostrártelo.

-y yo...te lo podría jurar.

 

 

Me miró largo rato sin añadir nada mientras yo permanecía quieto y en silencio, aunque por dentro todo mi ser ansiaba cogerla y literalmente comérmela viva.

 

-tengo hambre...-dijo dando por cerrado el asunto.

-vayamos a la cocina a ver que hay...-dije tratando de aparentar cierta compostura.

 

 

No hay mucho más que contar de aquella fría tarde de domingo, en la nevera entre las innumerables latas de cerveza encontramos un cartón de huevos medio vació pero aún sin caducar de fecha y un bote de tomate frito sin empezar, dé un armario sacamos unas patatas y preparamos unos huevos fritos con patatas y tomate, los tuvo que comer con pan bimbo, pero por la expresión de placer de su cara mientras los devoraba creo que la importó muy poco la falta de pan de verdad.

Mientras ella comía yo me fumé un cigarro junto a la ventana de la cocina sin poder apartar mis ojos de ella.

Luego hicimos café y lo tomamos en el salón, pusimos la tele y vimos una película que si digo la verdad no se ni de que iba, lo único que recuerdo es que ella se recostó junto a mí apoyando su cabeza en un cojin entre mis piernas mientras yo acariciaba su pelo en silencio.

 

A eso de las doce sacando fuerzas de no se donde la dije que debía irme a casa, mañana a las cinco sonaría el despertador.

Me atrevería a jurar que estuvo a punto de pedirme que me quedase con ella…pero al final sus labios se aprertarón con fuerza y se limitó a asentir con un gesto.

Me despidió con un largo, calido e inesperado beso en el umbral de la puerta y ya solo recuerdo que a pesar del frió de la noche regresé a casa como si flotase en una calida nube de algodón.

Por supuesto que no pude pegar el ojo en toda la noche…mi mente no dejaba de pensar en ella…de recordar su cuerpo…de imaginar como seria mi vida con ella a mi lado….

 

Casi agradecí que sonase el despertador…estaba a punto de volverme loco.

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-8-

 

Fue sin duda el turno de mañana más largo de toda mi vida, tanto que al final le eché cuento y le dije al encargado que debía salir una hora antes para resolver unos asuntos personales.

Como siempre he cumplido en el curro y nunca pedí este tipo de favores, me dio permiso sin pedirme ninguna explicación.

Me cambié a toda o**** en los vestuarios y salí escopetado hacia el parking.

Monté en mi viejo Astra gsi y arranqué quemando rueda, mientras me peleaba con el puñetero trafico de la una del mediodía, escuchaba un viejo CD de warrant, cherry pie.

Tarareando las canciones logre llegar hasta el centro y paré en doble fila frente a una tienda de moviles.

 

Cinco minutos después arrancaba rumbo a casa de mis viejos para darme una ducha y comer a toda o**** para volver junto a Lydia.

 

Mi vieja se extraño de verme tan temprano en casa, aún no tenia lista la comida, no se que milonga le conté y me fui a duchar y a afeitar.

Una vez hecho esto escogí lo mejorcito de mi armario y me fui a la cocina hecho un pincel.

-¡que raro que estas estos días…!-dijo preocupada.

-tranqui mama…todo va de vicio...-la calmé.

-¿quieres comer ya o esperas a que venga tu padre?

-ya espero…-aunque por dentro deseaba largarme cuanto antes.

 

Mientras mi madre trajinaba con los cacharros puse la tele y me encendí un cigarrillo.

No dijeron nada de lo del restaurante de carretera…tal y como pensaba ya no era noticia…vaya put* m**** de mundo en el que vivimos.

Hoy el tema del día era el estatut de los c***…vaya guerra que daban…es que no saben que a la gente corriente nos preocupan mucho más temas tan simples como el curro, el precio de las viviendas y demás nimiedades…m**** de políticos.

Mi padre llegó enseguida y nos pusimos a comer, intenté aparentar como si no pasara nada, pero por dentro me moría de ganas de terminar de comer y largarme.

Mi padre al que no se le escapa una no tardó en preguntar.

-¿adonde vas a ir tan arreglado?

-a tomar un café con Carlos…-mentí

-ya...-sentencio mi padre con una risita.

-no se que le pasa…pero esta de un raro…-intervino mi madre.

-tranquila mujer-bromeo mi viejo-creo que tu niño se ha echado novia…

-¿novia este….?-dijo mi madre.

-¡jod** como os pasáis…!-tercie yo.

Mi padre me guiño un ojo sonriendo.

-eso a ver si te largas de una vez de casa que ya te vale…

-ya vale mama…que no tengo novia ni me pasa nada… ¿es que no puedo tomar un café con un amigo?

-¿es guapa...?metió cizaña mi viejo...

-¡jod** papa…!-le rogué.

 

Y la cosa siguió y siguió hasta que terminamos de tomar café, momento en el cual me levante de la mesa y me despedí de mis padres a toda prisa.

 

Baje a la calle, monte en mi coche y salí disparado hacia el piso de Carlos.

 

 

Esta vez me recibió vestida con un pijama de hombre, inmenso para su talla, ocultando por completo entre pliegues de tela su bonita figura.

Nos dimos un tímido beso y entré en el apartamento.

 

Me llevó hasta el salón, la tele estaba encendida, estaban dando el parte del tiempo.

-te he traído el móvil…-dije entregándoselo.

-muchas gracias...-y lo dejo sobre la mesita del salón.

-¿Qué tal el día…?-pregunté nervioso.

-aburrido...no he podido dormir mucho y llevo viendo la tele todo el día.

-¿quieres llamar por teléfono ahora?

-no…ya lo haré luego...ven siéntate conmigo y cuéntame algo…

 

Me senté con ella y enseguida volvió a recostarse sobre mí como la noche anterior.

-yo no puedo decirte nada sobre mi…pero tú no guardaras ningún oscuro secreto ¿ verdad?...anda cuéntame algo de ti.

 

Respire hondo, me encantaba tenerla así junto a mí…podría contarle la Biblia de memoria con tal de seguir así.

Le conté una versión reducida y un poco edulcorada de mis peripecias, ella se limito a escucharme con sus preciosos ojos mirándome mientras hablaba, de vez en cuando sonreía pero nada más.

Cuando di por terminada mi historia empezó con las preguntas.

-ósea…que eres todo un motero... ¿no?

-bueno casi me gustan las motos más que las chicas….hasta que te vi.

Ni siquiera fingió sentirse ruborizada…

-¿Cuántas novias has tenido…?-dijo descarada.

-serias ninguna… y hasta aquí puedo leer…

-ah…tu también tienes secretos…-me vacilo.

-solo los justitos…para no parecer muy soso.

-¿Qué moto tienes…?-cambió de tema hábilmente.

-una yamaha…

-¿grande…?

-de mil…

-¿mil que...?

-de cilindrada…

-¿y corre mucho...?

Me empezaba a preguntar si me estaba tomado el pelo.

-demasiado….-me tiré el rollo descaradamente.

-¿me llevaras a dar una vuelta...?

-me encantaría…solo depende de ti...

-¿de mi...?

-claro...si cumples tu promesa y no desapareces te llevaré conmigo siempre que quieras y tan rápido como desees…

Su semblante se ensombreció un poco.

-intentare cumplirla de verdad.

Quedé en silencio.

Ella se incorporó un poco y me beso.

 

No supe si lanzarme o no…la deseaba con toda mi alma…pero tenia miedo de cagarla.

Ella se separó de mí y volvió a recostarse sobre mis piernas.

-¿Qué sientes por mí?-me preguntó de repente.

-¿Por qué me ayudaste ayer…?-continuo.

-¿estarías dispuesto a dejar tu vida normal por seguir a una desconocida…?

 

Me tomé unos segundos para reflexionar.

 

-podría decirte que me he enamorado de ti…pero no seria totalmente cierto, como tu dices aún somos prácticamente unos desconocidos…pero te puedo decir que nunca ninguna mujer se me ha metido tan dentro de mi como tú.

Ahora mismo y a pesar de todo lo que me ocultas si me lo pidieras te seguirá hasta el put* infierno…lo único que me da miedo es que me utilices para sacarte del marrón y luego me mandes a la m****.

Y en cuanto a lo del restaurante…iba hasta el culo de jack daniel´s y hasta que aquellos tipos aparecieron por la puerta estaba siendo una de las mejores noches de mi vida….y cuando empezaron los tiros y el cabo me pidió que te ayudara no me detuve ni a pensarlo…si hubiese estado sereno seguro que no hubiera hecho otra cosa que esconderme bajo las mesas…pero…quien sabe…será el destino…pero aquí estamos.

 

-no te he mentido…estoy intentado terminar con mi pasado y empezar una nueva vida...-comenzó a decirme insegura.

-a mi también me has calado muy hondo y la verdad es que no se porque, no puedo evitar recordarte enfundado en aquel traje de cuero bebiendo y cantando con aquellos músicos…tus risas, tus bromas con el cabo…tan normal…tan feliz…y eso que no me hiciste ni caso en toda la noche.

 

Por un momento recordé los buenos momentos de aquella noche y no pude evitar sonreír.

-si que estuve sembrado….si.

-fue una noche maravillosa….-dijo divertida.

-hasta que entraron aquellos asesinos de m****…

-si…no sabes cuanto lamento la muerte de aquellos guardias…no tenían nada que ver conmigo y sin embargo ahora están muertos…y yo también si no hubiese sido por ti.

 

No supe si sentirme halagado o furiosos….preferiría que aquellos hombres siguieran vivos que haberla conocido a ella….pero uno no puede elegir y ahora las cosas estaban así.

 

-gracias…-dijo triste y me abrazo con fuerza.

Luego instintivamente nuestras bocas se buscaron y nos besamos.

Esta vez no fue un simple beso, al poco nuestras manos recorrieron nuestros cuerpos con ansia…ávidos de pasión…su respiración jadeante me excitó hasta limites nunca antes alcanzados, empecé a desvestirla con prisas, sin miramientos, ella hizo lo mismo conmigo.

Una vez desnu**s pude sentir su piel ardiente pegada a la mía...mis manos recorrían todas sus curvas con lentitud…degustando con las yemas de mis dedos cada curva...jamás había sentido tanto deseo.

 

-vayamos a la habitación….gimió excitada en mi oreja

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-9-

 

Una vez en la habitación ella se tumbó sobre la cama mirándome con deseo…yo quería poseerla ya…pero me tuve que detener unos segundos para admirar de nuevo toda su belleza.

Luego lentamente me tumbe junto a ella y comenzaron de nuevo las caricias y los besos.

Sus pechos erguidos apretaban mi torso mientras mis manos recorrían su espalda y su perfecto trasero, luego hice que se girara y me diera la espalda y mis manos se apoderaron de sus pechos, acariciándolos con avaricia y pellizcándola suavemente sus pezones duros como rocas, deslice una mano entre sus muslos y note su húmeda excitación cuando deslice mis dedos dentro de ella.

La masturbé hasta que ella me rogó que parase, luego decidida se volvió y me empujo hacia abajo, se montó a horcajadas sobre mí y la penetré sin esfuerzo.

Su gemido me erizo la piel.

Luego comenzó a cabalgarme con fuerza en medio de más y más gemidos de placer hasta que llegamos al clímax final casi a la vez.

 

Luego sin salirse de mí se recostó sudorosa sobre mí y la abracé con fuerza mientras nuestra respiración se normalizaba.

 

Pasamos toda la tarde haciendo el amor…terminábamos, descansábamos y en cuanto recuperábamos fuerzas lo hacíamos de nuevo.

Hicimos locuras…nunca goce tanto en toda mi vida, Lydia parecía saber mil formas de excitar a un hombre y las puso en practica conmigo una a una...yo solo pude limitar a cumplir sus requerimientos…terminamos dormidos abrazados y agotados.

 

Serian las once cuando desperté, ella seguía abrazada a mí, dormida, respirando con su preciosa boca entreabierta, debía irme ya…no quería preocupar más aún a mis padres.

La desperté con besos.

 

 

Me costó mucho dejar el apartamento, gran parte de mí deseaba volver junto a ella y seguir amándola…pero no podía ser.

Nos besamos largamente por última vez en el umbral de la puerta y quedamos para el día siguiente.

 

De regreso a casa en la soledad de mi coche me sentí feliz, por fin había encontrado el amor de mi vida…ahora ya no me volvería a reír de mi madre cuando suspirara frente al televisor viendo telenovelas de amor…yo me sentía igual de empalagoso que aquellos actores de telenovela.

otra noche que pasé en blanco, esta vez fue peor ya que tenia el aroma de su piel sobre la mía…estiraba la mano bajo las sabanas intentando tocar su cuerpo pero ella no estaba a mi lado….por un momento sentí pánico de perderla.

 

 

El turno del martes fue aún mas largo que el del lunes y esta vez no tuve valor de irle al encargado con alguna excusa para salir antes, me pase las ocho put** horas currando como un loco para no pensar en ella…pero fue imposible.

 

 

Cuando Salí de la fabrica, desde el coche llamé a mi madre para decirla que hoy no me esperase para comer…le dije que hoy comía con los del curro porque un compañero se iba a casar y no puso pegas, cuando colgué pisé a fondo.

 

En diez minutos me plante en el portal, pulsé el intercomunicador y no recibí respuesta.

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-10-

 

 

Volví a pulsar un par de veces más, pero nadie contestó al otro lado de la línea.

Una fatídica idea pasó entonces por mi cabeza, la habían encontrado…

Llamé nervioso a varios pisos hasta que conseguí que un vecino abriese el portal, como el digito del ascensor marcaba el octavo corrí como un loco hacia las escaleras que comencé a subir saltando de tres en tres.

Para el tercero ya me faltaba el aire pero seguí adelante.

Cuando llegué al s..to y detuve mi loca carrera me empezó a faltar el oxigeno y me tuve que detener por lo menos un minuto tomando grandes bocanadas de aires como un pez fuera del agua, él corazón parecía que me iba a reventar y sentía sus pulsaciones en mi sien.

 

Cuando note que ya no me ahogaba entré por la puerta antiincendios al pasillo del edificio, llegué hasta la puerta del apartamento de Carlos y la eche un vistazo…no estaba forzada…la verdad es que me tranquilizo bastante, quizás estuviese duchándose o algo así.

Pulse el timbre y esperé.

Nada.

Empecé a aporrear la puerta.

Grité su nombre, qué retumbo por todo el pasillo.

Nada de nada.

A mi derecha se abrió una puerta por la que apareció una señora de unos cincuenta años vestida con una horrible bata azul.

-se ha marchado….deja de dar ruido...

-¿Cómo que se ha marchado...?

-si, esta mañana sobre las doce…le acompañaba un señor muy grande y con cara de mala leche...

-¿Qué…?-dije incrédulo.

-lo que oyes muchacho…llamó a mi puerta y me dejo esto- enseño un sobre blanco-para un tal Jose… ¿eres tú?

-si...-respondí raudo y le arranqué el sobre de las manos.

-una chica muy guapa…y muy simpática...

No la presté atención.

-¿no vas a leerla…?-preguntó indiscreta.

Me di la vuelta y salí de nuevo a las escaleras con el sobre apretado en mi mano.

Bajé despacio las escaleras…mil ideas se agolpaban en la cabeza y ni una buena...en el descansillo del tercero no pude soportar más la tensión y sentandome en los escalones abrí el sobre.

 

Dentro había una hoja escrita a mano con una caligrafía muy bonita…no sabia si podría soportar lo que estaba escrito en ella y por un momento volví a doblar la hoja de papel.

 

Pero lo volví a desdoblar y mis ojos comenzaron a leer.

 

Querido Jose:

 

Siento mucho tener que despedirme de ti por medio de esta carta, pero debo irme y solucionar mis asuntos.

Quiero que sepas que lo de ayer fue maravilloso y que nunca te olvidaré, por favor tú tampoco te olvides de mí.

Lamento no haber podido contarte nada sobre mí, pero creeme, es mejor así para los dos, sí todo va bien y puedo arreglar mis problemas ten por seguro que cumpliré mi promesa y volveré a buscarte, pero si las cosas no van como espero y no volvemos a vernos quiero que sepas solamente una cosa:

 

Te quiero

 

Un beso, Lydia.

 

p.d. me debes una vuelta en moto.

 

 

Volvía doblar la hoja y la metí en el sobre totalmente derrotado, ¡se acabó! así...tan facil.

 

Me llevé las manos a la cabeza y le escondí entre las piernas, noté como sin poder remediarlo los ojos se me llenaban de lágrimas.

Dejé que salieran, resonando huecos mis sollozos por el hueco de las escaleras.

 

No se cuanto tiempo estuve así, llorando incapaz de levantarme, no fue hasta que oí pasos varios pisos más arriba hasta que por fin me levante y secándome con la mano la cara seguí bajando las escaleras hasta salir a la calle.

 

Caminé hasta el coche y me metí dentro, volví a releer la carta un par de veces más, volví de nuevo a llorar.

 

Se hizo de noche y seguía en el coche, la gente caminaba por la calle a mi alrededor y algunos me miraban con descaro…arranqué y regresé a casa de mis padres.

 

Me encerré en mi habitación y no salí ni para cenar, había comenzado oficialmente la peor época de mi vida.

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-11-

 

Aún me duele recordar aquella negra etapa, perdí el apetito y adelgacé casi demasiado, mí madre estaba tan preocupada que casi me arrastra al medico de las orejas.

Dejé de salir con la moto y con los amigos, cada vez que veía la R1 en el garaje se me revolvían las tripas…el día que la estrené fue el día que la conocí…me daba tanto asco que hasta la puse en venta.

Vivía pegado a la pantalla del móvil esperando una llamada que nunca se produjo.

Mi vida se convirtió en la de un robot industrial, de casa al trabajo y del trabajo a encerrarme en mi habitación.

Leí aquella maldita carta por lo menos mil veces…y el resto del tiempo me lo pasé sentado en una silla escuchando música con los cascos.

Carlos se pasaba a verme a menudo y fue el único al que le conté todo, no dejo de darme su apoyo y siempre trató de darme esperanzas de que ella volviera.

 

Pero los días se convirtieron en semanas y estos en meses, llegó un momento en el que juro que deseé que me entrase un cáncer o algo así ya que no quería seguir viviendo así y era demasiado cobarde como para intentar cortarme las venas o tirarme por un puente.

 

Llegó agosto y con él las vacaciones de verano, me vi obligado a salir de casa porque mi madre ya estaba decidida a buscarme un psiquiatra.

 

Me iba de casa por la mañana y caminaba como un zombi sin dirección hasta que regresaba para comer y por la tarde o bien Quedaba con Carlos para tomar un café o repetía lo de la mañana.

 

Un buen día sonó el móvil…un pavo había visto mi anuncio y quería ver la moto para comprarla, quedé con él para el día siguiente y seguí con mi rutina.

Aquella llamada me devolvió al mundo real.

 

 

Al día siguiente, puntual, llegó un chaval con bastante buena pinta para ver la moto, bajamos al garaje y le guié hasta la plaza de mi padre.

La moto permanecía allí, castigada sin motivo, tapada con una funda de plástico, entre los dos la destapamos.

 

Estaba impecable…reluciente y ansiosa de ser montada.

 

El chico la estuvo viendo, visiblemente agradado, intenté arrancarla pero la batería se había descargado,así que quedé en ponerle una nueva y quedar de nuevo al día siguiente para que la probase, en cuanto al precio…ni discutimos, lo acepto sin pensarlo.

 

 

Esa tarde me acerqué al concesionario y compre una batería, regresé al garaje y la puse en la moto, arrancó a la primera y el ruido del motor resonó por todo el oscuro sotano.

 

La deje un tiempo al ralentí y me quedé mirándola a un par de metros de ella.

 

Que bonita era….que sonido tan embriagador producían sus escapes, que silueta tan espectacular…. ¡que gil***ollez venderla…!

 

De repente me entraron las prisas…

Paré el motor, cogí las llaves y caminé con prisa hasta el ascensor…

Subí a casa, no había nadie, mí padre estaba echando la partida y mi madre de paseo con las amigas.

Llegué hasta mi cuarto y busque en el armario mi mono de cuero, debajo de la cama, en una caja mis botas y sobre el armario el casco y los guantes.

Me vestí a toda prisa, el mono estaba muy rígido y tuve que hacer unos estiramientos para sentirme cómodo.

Bajé al garaje.

 

Arranqué de nuevo la moto, me puse el casco que olía un poco a rancio y metí primera, la moto respondió al instante y tomé rumbo a la rampa de salida.

 

El rato que me costó salir de la ciudad fue suficiente para darme cuenta que estaba bastante oxidado en esto de andar en moto, de momento me lo tenía que tomar con calma.

 

La calma duró lo que me costó salir a la nacional…entonces mi mano, cómo si tuviese vida propia, estrujo el gas sin piedad y la rueda delantera apuntó al cielo.

Durante una hora y pico… y hasta que se encendió de nuevo el testigo de la reserva de combustible conduje sin compasión como si mi vida fuera en ello, afortunadamente había poco trafico ese día y los inevitables errores de pilotaje que cometí quedaron solo en unos cuantos sustos y unos buenos subidones de adrenalina.

 

Reposté y antes de tomar el camino de regreso a casa hice dos llamadas, la primera a mi amigo Carlos en la que simplemente dije cuando me contesto:

“soy yo jose….he vuelto”

La otra fue al posible comprador….para decirle que lo sentía mucho pero que ya no vendía la moto, sé enfadó bastante y con razón, pero chico…estas cosas pasan.

 

Esa noche pude dormir en paz y de un tirón.

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-12-

 

 

Poco a poco volví a retomar las riendas de mi vida, la comida volvió a tener diferentes sabores…recupere a los amigos…me emborrache con gusto alguna noche de sábado…..en fin, una existencia normal y corriente, salvo por algún que otro detalle, siempre quedan secuelas tras una experiencia tan traumática.

 

No hice caso a ninguna tía que se me acercara…no es que fueran muchas…pero en las locas noches de fiesta pasa de todo y alguna infeliz si que anduvo revoloteando.

Siempre que veo un Audi TT se me acelera el corazón…siempre pienso que puede ser ella…las desilusiones que me llevo cada vez son muy dolorosas…pero ya voy aprendiendo a controlarlas, cien TT´s más y prueba conseguida…

Por ultimo y eso si que me ha llegado a preocupar en algún momento…he desarrollado una tremenda aversión contra los Porsche Cayenne….es superior a mis fuerzas…cada vez que veo uno aparcado le pego un buen rayón…pero con ganas….y si me lo encuentro en carretera con la R1….¡¡ufff…! ya se puede preparar… que se lo hago pasar muy, pero que muy mal…y como encima sea un babas y se piqué...lo tiene jodido… porque no paro hasta que lo fundo sin compasión…mis colegas se apartan de mí cuando ven uno…dicen que estoy tronado.

 

Aparte de eso...poco más puedo añadir…aquí sigo…viendo pasar los días…más tranquilo, pero siguo esperandola….no me rindo.

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-Ultimo capitulo-

 

 

Este pasado fin de semana nos fuimos a Tordesillas, ya tenia ganas de irme de concentración con los colegas, el año pasado dicen que las pasaron put** a menos nueve bajo cero en tiendas de camapaña, así que este año habían pillado habitaciones en el Hotel El Montico, a cuatro kilómetros de Tordesillas…un hotel bastante agradable en medio de un pequeño bosquecillo.

Salimos el sábado por la mañana muy pronto, él día era frió y con una espesa y húmeda niebla, recorrimos un buen trozo de camino sin incidentes…hasta que nos encontramos en el Pastor con un camión volcado que estaba siendo retirado por gruas, la guardia civil nos detuvo un buen rato para dar paso al trafico del otro sentido y luego continuamos el camino.

Pasado Burgos el día mejoró, seguía frió pero sin niebla, nos detuvimos para almorzar.

Llegamos al hotel poco antes de comer, dejamos las mochilas en las habitaciones y cogimos de nuevo las motos para ir al pueblo.

Comimos en el Figon, y después empezamos a disfrutar del ambiente motero y a darle al Black jack.

 

Hay que ver que pasada con los put*s quads…lo han invadido todo.

 

Estaba anocheciendo y en la plaza había un ambientazo de la o****, toda llena de gente y de motos…

 

Sobre las nueve decidimos regresar al hotel para darnos una ducha, cenar y volver por la noche al pueblo en taxi para bebernos hasta las farolas.

 

Estaba esperándome en la puerta.

 

Vestía unos vaqueros ajustados, una chupa de cuero de honda y un shoei negro en una mano…odió las honda…pero habría cambiado a pelo la R1 por una CBR en aquel instante, tenia el pelo un poco más corto y distinto peinado…seguía siendo preciosa.

 

Me bajé de la moto como un muelle y corrí hacia ella, mis colegas se quedaron atrás.

 

Cuando llegué hasta ella me sonrió y se echó en mis brazos...la apreté contra mí con tanta fuerza que protestó de dolor, intenté besarla pero tenia el casco aún puesto, me lo solté y lo tiré al suelo.

 

Nos besamos con pasión, tenía tantas ganas de preguntarle mil cosas que no me salían las palabras…ella puso su mano en mi boca y me hizo callar.

 

Entramos con prisa en el hotel y la llevé a mi habitación….no se donde durmió Carlos que la compartía conmigo esa noche…pero tampoco me preocupó demasiado.

 

Fue otra noche que jamás podré olvidar…así que me perdí el desfile de las antorchas.

 

Al día siguiente regresamos juntos a casa, por fin la pude dar el paseo en moto que la debía…llegamos empapados.

 

Y por fin hoy termino de contaros mi historia….la semana que viene me largo con ella fuera de España, ha empezar una nueva vida….por cierto..., .vendo R1 del 2005 con cuatro mil trescientos kilómetros…por si os interesa… ¡daros Prisa...!

Tfno.620559616

 

Esta mañana he Firmado el finiquito en el curro…..que haga tubos de pvc San pedro…que yo ya paso.

 

Por cierto…gracias a todos los que habéis leído mi historia…cuando la empecé fue como una especie de catarsis….una manera de recordar y de contaros una etapa de mi vida que quería olvidar pero no quería que desapareciese de mi cabeza en soledad. Tenia que compartirla con alguien y nadie mejor que vosotros,mis desconocid@s amig@s de la red…hubo alguien que al principio creía que esto no era un cuento y que era cierto, pero no me atreví a confirmarlo, ni siquiera yo me pude imaginar que me volvería encontrar con Lydia este finde en Tordesillas...

 

 

Como podréis comprender, estoy que no cago de gusto…he ido aprovechando a ratos, mientras Lydia esta fuera, para escribir estos últimos trozos de mi historia y por fin esto se termina aquí y ahora.

 

Ha sido un verdadero placer compartirla con vosotr@s,nos vemos.

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