EDITO: Para poder seguir mejor los reportajes que se van a ir colgando, enlazaré con la prueba y fotos de cada coche.
De momento tenemos el Ferrari F430.
El Aston Martin Vantage: VANTAGE V8
El Lamborghini Gallardo LP560-4: GALLARDO LP560-4
Va un ladrillo...
Hoy, 11 de noviembre de 2008, he podido cumplir uno de mis sueños. Un sueño por el que llevo luchando muchos años y que no esperaba pudiera hacerse realidad un día. De pequeño solía soñar con coches, con los Supercars o superdeportivos, coches de más de 400 caballos, coches que despiertan sentimientos ocultos, coches que proporcionan sensaciones salvajes, en definitiva. Ya a los 3 años me regalaron un cochecito sin pedales y comencé a probar eso del volante. A los 8 años cogí mi primer volante de verdad en el regazo de mi padre, y ya a los 14 llevaba el coche sin demasiados problemas por caminos de tierra. Con lo 18 años pude ya tener el permiso oficial para poder llevar esas máquinas que sólo desplazan a algunos, y que a otros nos hacen soñar y disfrutar.
Actualmente, y tras mucho esfuerzo puedo disfrutar de uno de los mejores, para mi, coches del mundo. Un Audi RS4 Avant. Un coche del que ya he ido dando mis sentimientos y valoraciones en el subforo S/RS, un coche ideal para el día a día, y salvaje si quieres disfrutar, pero no es uno de esos coches radicales, de esos que cuelgas de tu habitación, de esas curvas tan estupendas que nos hacen pensar en algo más que un coche. Pero por fin hoy puedo decir que sé lo que es conducir uno de esos “coches húmedos”. Hoy he podido disfrutar de un F430 rojo, con cambio secuencial F1. Y aquí expondré mis sensaciones.
LINEA: Sin duda es un coche que llama muchísimo la atención. Para mí se ha mejorado muy mucho la línea del Modena, y eso que era difícil porque Pinifarina sabe diseñar automóviles. Las entradas delanteras de aire, sirven no sólo para refrigerar los frenos, de acero en este caso ya que los cerámicos son opcionales, sino también algún radiador. La parte lateral es muy fuerte, con la línea de cintura bastante arriba integrándose con las tomas de aire del motor, esas entradas de las que podemos disfrutar con la vista por los retrovisores y que te avisan de que estás sentado en un coche especial. La parte trasera es preciosa, insuperable, con esa rejilla y el caballino plateado, a la vez que el critas para poder admirar la “máquina”, el corazón del coche con esas admisiones de color pasión. En la parte delantera tenemos un maletero pequeñito, pero suficiente para irte de fin de semana en pareja. Una ilustración:
MOTOR: La verdadera joya de la corona y el principal elemento que da identidad a un Ferrari. Un V8 de casi cinco litros de cilindrada, con 4 válvulas por cilindro y entregando una potencia de 490 caballos. Corte de inyección a las 8500 revoluciones, corte que es mucho más suave que en el RS4. Es un motor que da la sensación de que no tire más que el de un RS4, sin embargo hay que pisar con decisión y al superar las 6000 la diferencia es notable. Llega con algo más de fuerza al corte, aunque éste no es tan deportivo como en el RS4. En éste parece una metralleta, TATATATATATA!!!!!, mientras que en el Ferrari es TSCHA…TSCHA…!!! Menos brusco. Por lo demás, el motor del Ferrari se nota más deportivo y proporciona más sensaciones que el del RS4, aunque el de éste es también una auténtica pasada y mucho más racional.
CAJA de CAMBIOS: La secuencial de Ferrari es una caja especial, más completa que la de Audi en el R8. Tiene varios programas que podemos seleccionar a través del “manettino”, un programa de invierno donde es todo automático y la potencia no se entrega toda. Uno para agua, algo más rápido y con más potencia. El Sport, que es el programa normal y donde la caja cambiará si llegamos cerca del corte. Y el RACE, donde tenemos el pleno control de la caja de cambios. Existe un programa especial para cortar todas las ayudas electrónicas pero esto pertenece a otro epígrafe de la prueba. Como decía la caja es muy efectiva, quizás la he notado más suave que la R-Tronic del Audi R8, pero las diferencias son bastante pequeñas. Tiene igual que la del R8 mucha brusquedad si al subir la marcha no levantamos el pie del acelerador, y reduce a la velocidad del rayo y con un doble embrague que enamora… En resumen, prefiero esta caja a la de Audi, aunque tendré que probar una de nuevo para apreciar esa diferencia. VIDEO:
CONSUMO: Un dato, el coche ha hecho unos 330 km con 70 litros de gasolina. Eso sí, se ha disfrutado de él, sin escatimar en subir marchas ni apretar el pie porque el coche lo pide, aunque sea sólo para escuchar la sinfonía que emiten los cuatro tubos de escape. Esos datos arrojan una media de 21 litros a los 100. No está mal para el modo de conducir, aunque es alto, un RS4 a la misma media habría hecho unos 17 litros.
COMPORTAMIENTO: Sin duda algo que marca cuando se lleva uno de estos coches, el comportamiento. Se nota que en su concepción se han puesto en juego unas prioridades distintas de las que se barajan en otros coches. Estos coches son para disfrutar, lo demás no importa, es accesorio. Es cierto que al principio hay que acostumbrarse al coche, esa sensación de flotamiento del eje delantero que en un Audi es imposible de sentir. Al principio te puede hacer dudar de que el coche vaya a girar, pero no te preocupes, mete el volante y notarás cómo el coche entra en curva con una precisión milimétrica, perfecta. El volante es algo ovalado, sin embargo es un pelín más grande que el del RS4, un poco más pequeño y sería perfecto para dominar la bestia o para aumentar la sensación de control que ya de por sí es muy grande. En autopista el coche va bien, aunque tiende a seguir las ondulaciones de la carretera, hay que hacer alguna corrección. Lo peor de estos trayectos es el ruido, a velocidad constante es bastante pesado y un viaje largo a ritmo constante debe ser un auténtico calvario. De verdad, no exagero, el ruido que hace el coche es infernal, ¡¡¡hasta el punto de que en los túneles con las ventanillas bajadas duelen los oídos si aceleramos a fondo!!! Eso sí, puedes coger velocidades muy prohibitivas sin problemas, encuentras una pequeña recta sin tráfico y los 200 se pasan como si nada. Pero no es ése el terreno de juego del coche, no, el suyo son las carreteras de curvas de segunda, tercera, ahí sí disfrutas como pocas veces podrás hacerlo. Con la ventanilla bajada, escuchando ese V8 a 8000 vueltas, y cruzando el pequeñín con una sensación de control absoluto, disfrutando cada kilómetro, cada metro, cada centímetro, y dando gracias a quien sea por haber fabricado artilugios así. Un juguete para adultos, uno de los buenos. La única pega que puede hacerse es lo demasiado bajo que va el coche, hasta el punto de tocar en los badenes, o hasta el punto de no poder dejarlo en mi garaje… La otra pega, pueden ser los frenos, funcionan bien pero no me han dado la confianza que me dan los del RS4. Ahí pisas y el coche frena. Aquí pisas y no frena mucho, si insistes entonces sí, pero no es un tacto continuo.
CONFORT: Muy duro, mucho, necesario para poder dar de sí tal y como lo da en el apartado comportamiento, aunque no se traduce esa dureza en dolor de espalda. Los asientos están muy bien resueltos, son cómodos, sujetan a la perfección (en opción hay unos baquets de competición hechos de carbono y con cinturón de cuatro puntos de anclaje) y no cansan, cosa que me ha sorprendido mucho.
ACABADO/EQUIPAMIENTO: La verdad que acostumbrado a Audi la diferencia es alucinante. Un coche que vale 30 millones de las antiguas pesetas y ¡¡la cantidad de ruidos parásitos que hay en el habitáculo!! Es bonito por dentro con la fibra de carbono y el cuero cosido a mano, pero no llega ni de lejos a los estándares de Audi en la materia. La radio no funcionaba muy bien y es de la época de mis 18 años. El aire acondicionado sorprendentemente sí funcionaba bien. Todo lo que no sea motor o mecánica en un Ferrari, aún les queda por mejorar, y sorprende cuando ves el precio que piden por tener ese juguete en casa…
SIMPATÍAS: El coche levanta todo tipo de manifestaciones, desde los típicos que les molesta que vayas en un coche así, haciéndote largas para que aceleres, o pitándote en un Stop para que espabiles, hasta los que se mueren por ver un Ferrari. La mayoría de gente se agolpa alrededor del coche, lo mira, lo toca, pregunta cosas, y sobretodo esperan a que des vida al motor, a su corazón, con un acelerón del que seguro siempre guardarán el recuerdo del día que vieron de cerca un Ferrari.
CONCLUSIÓN: Es un coche no para el día a día. Desde luego que hay que tener mucho dinero para poder comprar, y sobretodo mantener, un coche de estos (las facturas de más de 4000 euros en revisiones son muy habituales). Pero entiendo perfectamente que Ferrari guste como guste. Es lo más en el mundo de la automoción, es un torrente de sensaciones que te invaden de tal forma que te da igual que la radio no funcione, te da igual que haya grillos en el habitáculo, sólo buscas la siguiente curva, y la siguiente, jugando con el cambio y el acelerador, con la ventanilla semibajada para poder disfrutar en directo de una de las mejores sinfonías que haya inventado nunca el hombre, para disfrutar de un automóvil excepcional, para disfrutar de un FERRARI.
A continuación una serie de FOTOS y VIDEOS.
