Que decir ya de Alvaro, siempre estaba ahí para ayudar en lo que fuera, era un tío integro, a veces un poco cabezón como buen maño, los tenía muy bien puestos, no había brico imposible para él, cuanto mas compliicado era el asunto mas se implicaba, la de horas que hemos echado con nuestros coches, muuuchas risas y algún que otro almuerzo.
Siempre te recordaremos Alvarito, y guardanos sitio por ahí arriba amigo¡¡¡