En teoría existe una posibilidad, aunque pequeña, de que las radiaciones electromagnéticas emitidas por el móvil a funcionar pudiesen acabar provocando un accidente en una gasolinera. A lo mejor las probabilidades de que esto pasen son de 1/500 millones pero si puede pasar es normal que se cubran las espaldas. Seguro que nadie hace caso a la norma, pero si un día pasa algo, la administración se lavará las manos, la gasolinera también y te diran como el padre que lo sabe todo: " te lo advertí..."