Quiero unirme yo también a contar la historia de mi B5, pues el coche lleva acompañándome desde que tengo 18 años y de eso hace ya mucho tiempo, pero prometo contarlo de forma breve.
Mi padre se compró el Audi A4 nuevo en la navidad de 1998, yo hacía un mes que tenía el carnet de conducir y me quedé con el coche que él tenía anteriormente, un Fiat Tempra de más de 10 años, cascado por todos lados al que le tuve cambiar amortiguadores, discos... con el dinero que me gasté casi me hubiese podido comprar otro coche.
El A4 tenía apenas 2 años cuando tuvimos un fuerte accidente, de frente, una mujer algo mayor con un Mercedes se saltó un semáforo en precaución (estaba en ámbar intermitente, pero ella iba tan rápido que ni lo vio parpadear, pensando que estaba simplemente en ámbar aceleró para evitar el rojo).
El caso, el choque fue majo, íbamos 4 en el coche, yo detrás del copiloto, el cinturón se me clavó bastante pero ninguno salió herido. El mercedes quedó siniestro, pero el Audi no. El "tanque" como empezamos a llamarlo desde entonces, absorbió el impacto, se abolló el capó,claro, pero los faros ni siquiera se partieron, se metieron hacia adentro como otras tantas cosas, pero la reparación dejó el coche nuevo otra vez. Ese día lo supe, el tanque, algún día sería mío.
El tempra cascó en el 2002, y me compré un coche nuevo, seguía mirando el Audi de reojo...
En el 2004-2005 mi padre decidió compraste otro coche y yo no tardé ni 2 minutos en quitarme de encima el coche que hacía 2 años me había comprado, si el Audi iba a ser vendido, sería yo quien me lo quedase.
De eso hace ya casi 14 años, y el Audi sigue ahí, aguantando lo que le echen, con casi 200.000 kilómetros creo que le cambiado casi todo lo que se le puede cambiar, menos el motor. A ese motor aún le queda mucho por andar.