El hecho de que las cifras de aceleración pura sean peores que las de recuperaciones, viene sin duda motivado por el exceso de peso (1 persona de más y el depósito a 3/4). También la temperatura exterior es un pelín alta para hacer estas pruebas. Intentemos ser objetivos (y que me corrijan los de ciencias si me equivoco):
Las pruebas de homologación de vehículos se hacen con el depósito de combustible casi vacío, con el peso de una persona (unos 75 kg), a nivel del mar y a una temperatura de unos 20ºC.
En este caso, las pruebas de Idiada se han hecho con unos 140 kg de sobrepeso (170 kg más 50 litros en el depósito), que suponen un 8,5% del peso del vehículo, y con una temperatura exterior 8º superior a la normal, lo que supone, aproximadamente, una densidad del aire un 10% inferior a la que se usa para la homologación (de 20 a 40º la densidad del aire se reduce en un 25%). Ese bajón de densidad supone igualmente una pérdida de potencia del 10%. Por hacernos una idea, es similar al efecto de conducir un coche con motor atmosférico a una altitud de 1000 m.
Así pues, tenemos un motor que rinde ya de por sí un 10% menos de lo normal por razón de la temperatura, lo que nos dejaría la potencia en 420 - 42 = 378 CV. Si a esto le unimos el sobrepeso del 8.5%, me parece que las cifras de aceleración, que sugieren una potencia de unos 360 CV, indican que el coche está perfectamente, y que bien puede rendir los 420 CV anunciados, o muy cerca de esa cifra, siempre que lo probemos en condiciones ideales.