La diferencia entre un perro y un gato es clarísima: el perro sabe quién es el que manda y quién es el rey de la casa, en el caso del gato, sabe quién es el que manda y sin embargo EL es el rey de la casa.
El cariño que te da un perro no te lo suele dar un gato. Y eso que yo tengo un gato, y es muy cariñoso, pero muchas veces, como habéis dicho, va a su bola. El perro sin embargo, está siempre mirando a ver qué hace el dueño...