Tú lo has dicho, la presencia después de recicbir el famoso "te quiero como amigo" incomoda, de ahí lo que comentas que eres tú el que siempre tenía que llamar, buscar excusas para quedar, etc. Y ahora una vez te quitas la careta pues viene el olvido que es la mejor forma de no volver a enocntrarse con aquel que en un momento de valor y sinceridad expresó sus sentimientos hacia ella.
Todo ello demuestra que lo de "quedar como amigos" es una farsa porque de lo contrario no habría ningún problema en quedar en grupo, etc.
Al fin y al cabo el problema es del "mango", sí, de quién tiene cogida la sartén por el mango, unas veces ellas y otras veces nosotros, lo importante es saber gestionar ambas categorías.