Bueno, la verdad es que se parecerán como un huevo a una castaña, pero cuando he visto la imagen del reloj desmontado
me ha recordado por la forma y los mecanismos a la Curta, una calculadora de mano que realiza operaciones matemáticas inverosímiles en un artilugio totalmente mecánico:
La vida de su inventor, Curt Herzstark, fue absolutamente de película: niño prodigio, húngaro hijo de judío y católica, sobrevivió a los campos nazis primero y a los soviéticos después gracias a su inteligencia. Al final consiguió fabricar su invento en Liechtenstein. La llegada de la electrónica terminó con el negocio, pero durante unos años la Curta fue una herramienta perfecta para ingenieros, contables...
Como veis, ambos artilugios tienen poco que ver, salvo por su originalidad y la exclusividad de quien posea uno de ellos.