La manera más “preventiva”, a mi modo de ver, son las alarmas conectadas al claxon. Siempre y cuando este, “suene” lo suficiente.
La gente está muy acostumbrada a “escuchar” alarmas, sirenas, etc., y la mayoría de las veces, no se le hace ni puñetero caso . Todo lo contrario, en vez de tratar ver que ocurre, se desinteresan.
Cuando lo que suena es una bocina o un claxon, despertamos el instinto más el puro “marujón” (no pretendo ofender a nadie ) o fisgón. Deseamos saber que “coniiiiooo” está pasando.