El atentado del pasado 24 de diciembre en suelo mauritanio, en el que cuatro tursitas franceses fueron asesinados a tiros, encendió todas las alarmas del Dakar, pero las garantías de seguridad que dió el gobierno de Mauritania al Director del Rally, Etienne Lavigne, tras su visita al país africano la semana pasada, parecía haber instalado de nuevo la tranquilidad en la celebración del mítico raid.
Pero hoy se ha vuelto a girar la tortilla: el gobierno francés, mediante su portavoz, Laurent Wauquiez, ha desaconsejado a los ciudadanos franceses, tanto los participantes como los integrantes de la organización, que acudan a Mauritania. Eso, en un Dakar que cuenta con 8 etapas en suelo mauritanio (la mitad del Rally) supondría casi la cancelación del mismo. De hecho, el propio Lavigne aseguraba hoy en una entrevista en L’Équipe, antes de desatarse este asunto, que en caso de alguna amenaza concreta “pararíamos la carrera, porque nos sería imposible evitar Mauritania e improvisar un nuevo recorrido”.