Tuve la oportunidad de ver en directo una de estas máquinas, allá por los años 93-94, en la Carrera de Campeones cuando se celebraban en el circuito de tierra Islas Canarias en Telde, Gran Canaria.
Recuerdo que no podía disfrutar mucho de las carreras porque conseguí trabajar de auxiliar en el Paddock, y me pasaba dos días enteros al lado de nombres como Carlos Sainz, Didier Auriol, Michelle Mouton, Armin Schwarz, Gronholm, Ari Vatanen, Kankkunen, Delecour, McRae, ..., así como vi de cerca muchas máquinas impresionantes como el Delta Intergale, Celicas, Imprezzas, Escort RS ... y algunos otros traidos para exhibiciones (y además de todo esto me ganaba un dinerillo jejeje).
Concretamente, en la edición creo que del año 94 y para exhibición (no para competir) , trajeron el Audi Sport Quattro ganador del mundial del 84 propiedad del mismo Stig Blomqvist, quien conjuntamente con Michelle Mouton, se encargaron de dar un auténtico espectáculo con esta impresionante máquina. Recuerdo que lo arrancaron (costó bastante) y le dieron primero una vuelta para calentarlo y medir su respuesta (llevaría tiempo "fuera de servicio"). Aquello parecía una cafetetera, echando llamaradas por el escape sin pasar de 80 Km/hora e incluso calándose varias veces en el recorrido. Lo sacaron y el mecánico (un sueco) estuvo aproximadamente 1 hora trabajando con él para ajustarle y poner a punto el turbo (los viejos KKK que eran casi reactores). Eso sí, ni una maquinita de diagnosis ni leches, sino a pelo con una caja de herramientas y un par de medidores de presión. Cuando terminó, el coche volvió a salir a circuito y aquello creo que a las 60.000 personas que abarrotábamos las laderas de aquel circuito no se nos olvidará jamás. Era impresionante ver como los 800 Cv escarbaban en la tierra y empujaban al coche, escuchandose los silbidos del turbo a 1 Km de distancia o más, pulverizando el crono sobre los tiempos de las primeras espadas de la época (Lancias, Celicas, etc,...).
En fin, disculpad el ladrillo, pero estos vídeos me han puesto melancólico recordando aquellas épocas y es que en Gran Canaria existía (y existe, lo que pasa que hoy es un mundo totalmente descafeinado) muchísima afición y disfrutábamos de grandes carreras, con los mejores del mundo, tanto en monturas como pilotos desde los años del Super 5 de Sainz o el Kadett de Moratal (casi nada...mira que soy viejo).
Saludos.