Es muy sencillo: las matemáticas son perfectas y responden a una estructuración lógica de la razón, mientras que las religiones, y la católica en particular, suponen un amasijo de incongruencias, hipocresías y contradicciones difícil de sostener: tú mismo ratificas esto cuando decides qué parte de la doctrina católica quieres seguir o no (asisitir a misa, mantener relaciones s..uales sin estar casado y sin finalidad procreativa, ...).
Por cierto, la Iglesia católica, y la religión cristiana, en general, deben considerarse como escisiones del judaísmo; no en vano compartimos el Antiguo Testamento como libro sagrado.