Pues conozco a un amigo con un A4 rojo que le rayó una puerta aparcando un Qasquai. Se llevó el coche unos cientos de metros, volvió llave en mano, y al dueño del Nissan le costó la pintura de puerta trasera derecha, delantera derecha, capót, delantera izquierda, trasera izquierda.
Desde luego, no es un ejemplo, ni mucho menos, pero el alivio es rapido e indoloro. Que mida mejor la próxima.