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12/02/2018 / Comparativa Versiones comparadas: Audi A8 Corto 2017 3.0 TDI 286CV Quattro Tiptronic Mercedes Clase S Berlina 2017 350d La Clase S es una leyenda en la liga superior. Pero, ¿es suficiente para batir a su rival? Y es que las otras marcas 'premium' han puesto toda la carne en el asador. Con su nuevo Audi A8, la marca de Ingolstadt hacerse con el cetro definitivamente. ¿Cuál lo logra al final? Comparativa: Mercedes Clase S vs nuevo Audi A8. Estos dos coches son auténtica piezas de ingeniería alemana. El Mercedes Clase S es un viejo conocido, que aunque ha recibido un facelift en verano de 2017, lleva mucho tiempo en el mercado. La plataforma, por ejemplo, lleva todavía algunos genes de la generación anterior, el año 2005. Aun así, los de Stuttgart han conseguido, a base de añadir mucha tecnología de hoy, mantener su modelo fresco, y para muchos fans sigue siendo la referencia entre las berlinas de lujo. Y precisamente en este estatus, Audi lanza ahora la última generación de su A8. En resumen: puro lujo, un estilo moderno y, sobre todo, digitalización total. El nuevo A8 es el primer modelo de Audi del jefe de Diseño Mark Lichter. Una de los detalles que llaman la atención son sus pilotos traseros unidos, con tecnología OLED. Cada vez que se iluminan, el espectáculo está servido. En el otro extremo de esta berlina de 5,17 metros, destacan sus faros láser y la parrilla tamaño XXL, que con una anchura de 1,27 metros y una altura de 60 centímetros, hace palidecer a las de la competencia. El maletero, con 505 litros de capacidad, es un poco más pequeño que el del Clase S, pero sorprende con su gran apertura. En las plazas traseras hay espacio de sobra. Incluso un poco más que en el Mercedes. Pero la novedad decisiva del interior está en la primera fila. Aquí, Audi implanta un concepto de manejo totalmente nuevo. En el cockpit del nuevo A8 se apuesta definitivamente por la digitalización. La marca prescinde del conocido mando circular, y en su lugar solo tengo que deslizar en esta pantalla, o tocar esta de aquí abajo. Arriba tengo por ejemplo la información del navegador, y debajo, la climatización y la regulación de los asientos. Para mi gusto, las dos pantallas van demasiado abajo, lo que obliga a desviar un poco la mirada. Y esa, desde el punto de vista de la seguridad, no es la mejor solución. Y en la pantalla de debajo se marcan las huellas con mucha facilidad, lo que no da muy buena imagen. Pero hay otras cosas loables, como el control por voz. No solo doy órdenes, sino que puedo hablar normalmente, e inmediatamente me presenta los destinos recomendados, bajados de la nube. Dos (pesadas) alfombras voladoras El nuevo A8 llega a esta comparativa con el motor diésel de 286 CV, el V6 de tres litros con turbo. Le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos, un poco antes que el Clase S. La velocidad está limitada a 250 km/h, y hemos medido un consumo de 7,5 litros, solo levemente por encima del Mercedes. El silencio de este A8 diésel es comparable al del Clase S. La suspensión neumática es más firme, y por eso en irregularidades prolongadas se mantiene más aplomado en la trayectoria, pero sobre las juntas de la carretera o pequeño baches, se vuelve algo más nervioso que su rival. Pero hablamos en todo caso de un nivel superior. El Audi A8 está pensado para el conductor. El eje trasero direccional y la tracción integral de serie logran que siempre haya agarre, y siempre vaya aplomado sobre el asfalto. Y siempre con potencia de sobra en la reserva, lo que convierte a esta berlina de lujo en un coche muy ágil. Uno no nota que mide 5,17 metros y pesa 2.112 kilos. El Clase S es cuatro centímetros más corto que su rival, o sea que mide 5,13 metros. Y también pesa más de dos toneladas: 2.082, concretamente. En la parrilla entran un par de filetes menos que en la de su rival: mide 1,14 metros de ancho y 34 centímetros de alto, por tanto no es tan opulenta como en el A8. La silueta se mantiene fiel desde hace años: un coche que desprende lujo, clasicismo y estilo. Lujo tradicional que se encuentra con la tecnología de hoy. El maletero, con 510 litros, es sensiblemente mayor que el del A8, pero la boca de carga es pequeña. El acceso a las plazas traseras, por la caída del techo, es un poco menos desahogado, pero aquí detrás, incluso pasajeros muy altos irán más que cómodos. Aun así, no ofrece tanto espacio como el Audi. El cockpit está presidido por la enorme pantalla de 77 centímetros de ancho. Todo tiene una presentación muy clara. Tal vez su tecnología no sea tan extrema, pero al menos tiene un manejo muy intuitivo. ¿De verdad son motores diésel? Aquí delante uno va realmente cómodo, y puede controlar muchos elementos con el conocido mando giratorio. El monitor va elevado, y realmente está muy conseguido aunque tenga sus años. Mercede aún apuesta por botones auténticos, por ejemplo para el navegador, la radio, el multimedia o el teléfono. También en las puertas, con la regulación de los asientos o la calefacción de los asientos. Todo es muy sencillo de usar, y no hay que estudiar cada seis meses un curso de informática. Basta sentarse por primera vez, y enseguida tomas el control. Nuestro Mercedes también rinde 286 CV, pero de un tres litros diésel con seis cilindros en línea biturbo. Pasa de 0 a 100 km/h en 6 segundos, un poco más tarde, y la velocidad también está limitada a 250 km/h. El motor, con los 7,4 litros que hemos medido, es levemente más ahorrador que su rival. El seis cilindros en línea del Clase S es impresionantemente suave. Está aislado al máximo, la respuesta es poderosa y tiene un cambio automático de nueve velocidades con un funcionamiento sedoso. No imaginas que llevas un diésel. Pero si en una carretera de montaña quiero algo de diversión y piso a fondo... Y el ESP entra demasiado pronto, y me impide una conducción decidida. Pero este Mercedes está concebido para sobrevolar el asfalto como en una alfombra, no para reventar el crono. Ese es su punto fuerte. Tracción integral eje trasero direccional, mucho espacio y totalmente digitalizado. El nuevo Audi A8 se lo pone muy difícil a las otras berlinas de lujo. Y Audi demuestra que el lujo y la deportividad no tienen por qué ser incompatibles. Pero ojo que al lado tiene al que siempre ha sido la referencia, la Clase S. Que es mejor de lo que ha sido nunca. Aun así, se queda con el segundo puesto. Sea como fuera: las dos berlinas están en la cumbre de la categoría superior, con listas de extras interminables para personalizarlos al máximo. FUENTE: https://www.autobild.es/comparativas/comparativa-mercedes-clase-s-vs-nuevo-audi-a8-190216