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20/01/2020 Fotos: Diego G. Souto El nuevo Audi Q3 Sportback llega con una imagen deportiva Se endurece la competencia para los Volvo XC40 y Jaguar E-Pace Que parezca deportivo, aunque pertenezca al segmento de los SUV. Ésa parece la directriz que ha guiado el desarrollo del Audi Q3 Sportback que acaba de llegar a los concesionarios. Pero decir que sus rasgos externos se basan en un portón inclinado y una acentuada caída del techo por detrás (ojo, sin comprometer la sensación de espacio en las plazas traseras) sería demasiado simple. Sea como fuere, hay razones para que lo observen de reojo en los concesionarios de Jaguar y Volvo, cuyos E-Pace y XC40 rivalizan con el recién llegado en el subsegmento de los SUV premium de tamaño medio. Vistas las miradas que ha concentrado mientras lo conducíamos, el Audi gusta. Quizá sea por los pliegues de su silueta, porque la combinación de una carrocería más bien baja (1.567 mm de alto, por los 1.649 del Jaguar y 1.652 del Volvo) con las llantas de 19" transmiten deportividad o por detalles como sus intermitentes secuenciales. El Jaguar, que con 4.395 mm de morro a trasera mide 105 mm menos que el Audi y 30 menos que el Volvo, no tiene tantos rasgos de los que se nos quedan fijos en la retina. Quizá los pilotos, porque recuerdan a los del biplaza F-Type (al que también emula con su prominente doble salida de escape), y puede que la amplitud de las tomas de aire frontales. Y el Volvo es, sencillamente, diferente; a la altura de las puertas traseras eleva tanto la línea de su cintura que parece que el pilar C (el de más atrás) sea enorme. Pero también resultan sugerentes las luces diurnas (parecen el martillo de otro sueco: Thor) y el hecho de que el capó sea tan horizontal, lo que le da mayor imagen de robustez. Así que este XC40 hace una virtud de la originalidad, como el Audi la encuentra en el aire deportivo. De puertas adentro confirman esta diferencia de diseños, en los tres casos siendo coherentes con las formas externas. El Audi es el que más posibilidades de configuración ofrece para su cuadro de relojes, con las esferas principales en tamaño normal o diminuto y la posibilidad de convertir casi toda la pantalla en un mapa. Lástima que ese diseño tan atractivo, con remates de aspecto metálico y algún detalle vanguardista (la placa con la leyenda Audi cambia su tono según el color ambiental elegido), no conlleve una ubicación de la pantalla central algo más elevada. Este pequeño inconveniente también lo tiene el Jaguar, que de nuevo nos recuerda al deportivo F-Type porque el lateral derecho de su consola central incluye lo que parece un asidero para el copiloto. Y el Volvo se desmarca porque la pantalla de infoentretenimiento está más alta que en cualquiera de sus rivales y su disposición es vertical, con la intención (que logra) de que el navegador nos ofrezca la mayor cantidad posible de terreno en el sentido de la marcha. En cuanto a los pequeños detalles que facilitan la ergonomía, nos quedamos con que las ruedas de climatizador del E-Pace son muy grandes y con que el XC40 tiene botones físicos para regular la distancia con el vehículo precedente, lo que nos ahorra entrar en el menú de la pantalla de infoentretenimento. Tanto éste como el modelo británico ofrecen una posición de conducción un poquito más elevada (el Sportback, de hecho, es 29 mm más bajo que un Q3 'normal'), y en los tres casos los asientos ofrecen una buena sujeción lateral (sin exagerar) y cuentan con regulación eléctrica. Por lo demás, no son tan diferentes en cuanto a amplitud como para que este aspecto sea decisivo, pero el metro confirma que el XC40 es el más ancho por dentro (por muy poco), el Jaguar el más alto y Audi y Jaguar aventajan a su rival sueco en cuanto a espacio para las piernas en la segunda fila... si no deslizamos hacia delante la banqueta del Q3, único del trío que ofrece la posibilidad de ampliar así el maletero. Y, esta vez a ojo, parece que el Volvo es el que tiene menos espacios para depositar objetos, sobre todo en unas bandejas de las puertas más estrechas que las de sus competidores. A cambio, los acompañantes traseros del modelo sueco tienen delante unos reposacabezas bastante estrechos que les permiten ver un poco mejor la carretera. Si después de un viaje les hiciéramos un test, los pasajeros laterales de los tres modelos comentarían seguramente que han viajado muy cómodos, pero por los ocupantes centrales nos enteraríamos de que los de Jaguar y Volvo han tenido que aguantarse con un respaldo bastante duro, mientras que el más afortunado sería el del Volvo justo por lo contrario (empatan los tres en cuanto a los túneles de transmisión, más bien altos). Lo que estos pasajeros lleven debe caber en un maletero de 530 litros (poco limpio de formas) en el caso del Audi, de 470 (más cuadrado) si viajamos en el E-Pace y de 460 (también muy aprovechables) en caso de ir en el XC40. En éste, por cierto, el piso del maletero queda un poco más alto de lo normal, pero lo compensa con alguna ventaja: este mismo piso se puede plegar, de forma que sirve para dividir la carga y para anclar bolsas, ya que cuenta con dos ganchos incorporados. En cuanto a acabado, en estos coches premium no se descuidan detalles poco evidentes, como que el interior de las puertas traseras sea similar al de las delanteras. En nuestra opinión, Audi y Volvo han querido alejarse de la sobriedad del Jaguar en la elección de algunos materiales (elementos de aspecto plateado en el Audi; piezas lacadas en negro en el Volvo) y la vista lo agradece. El conjunto que forman salpicadero y puertas parece más convincente en los Jaguar y Audi, pero en cuestión de asientos son los Audi y Volvo los que parecen imponerse, el primero por su bonito diseño deportivo (una vez más) y el segundo por el buen aspecto que le dan la mezcla de cuero y Alcantara. Los motores son de 2,0 litros diésel, con turbos de geometría variable e intercooler y sin los beneficios de la microhibridación. En el modelo de los cuatro aros el rendimiento se queda en 150 CV a 3.000 rpm y en 340 Nm a 1.750 vueltas; es, desde luego, menos de lo que algunos esperarían de un modelo de aspecto tan imponente. El felino E-Pace alcanza la misma potencia a 500 vueltas más, además de 40 Nm más de par al mismo régimen de giro. Y en cifras parecidas se mueve el XC40, que sólo cede frente a sus rivales en que el par motor, a 1.750 rpm, se queda en 320 Nm. Nuestra clasificación Audi Q3 SB S Line 35 TDI S Tronic (7,54 puntos). El más atractivo. Volvo XC40 R-Design D3 Automático (7,50 puntos). El más económico. Jaguar e-Pace R-Dynamic d150 Awd Automático (7,07 puntos). El más elegante. Que son tres versiones de rendimiento más razonable que pasional lo demuestra el hecho de que el Q3 Sportback, con 205 km/h, sea el más rápido de los tres (el Volvo se queda en 200 y el Jaguar en 193). Y también en este orden quedan por aceleración, con unos 'no muy excitantes' 9,3 segundos en el 0 a 100 para el Audi, 10,2 para el Volvo y 10,5 para el Jaguar. Sí que dejarán mejor sabor de boca a un conductor pasional los cambios, automáticos y con siete velocidades en el modelo alemán, ocho en el Volvo y nueve en el Jaguar. Los tres incorporan levas (pequeñas y de plástico, aunque en el Q3 tengan aspecto metálico) y funcionan con gran suavidad, además de que modifican su comportamiento según el programa elegido. El Audi Drive Select varía el funcionamiento de dicho cambio, respuesta del motor y asistencia de la dirección según elijamos entre Comfort, Dynamic , Efficiency e Individual, además de un modo Off Road que adapta el control de tracción a situaciones de piso deslizante. En el Jaguar se puede optar entre Normal, Eco, Dynamic y un cuarto para Lluvia, Hielo y Nieve, que igualmente operan sobre motor, cambio y dirección. Y sobre estos mismos parámetros actúan los modos Eco, Comfort, Dynamic y Off Road del Volvo. En el que más se nota el cambio entre un modo u otro es en el Volvo, cuyo motor da literalmente un acelerón cuando entra el modo más deportivo. En el Jaguar se advierte menos la diferencia entre el modo que elijamos (el color de su cuadro de relojes varía según el programa seleccionado), y todavía es más difícilmente perceptible en el Audi. Modificaciones, además, que tienen su reflejo en el cuadro de relojes y cuyo mayor cambio se da de nuevo en el modelo sueco, en el que el cuentavueltas deja su paso a un práctico medidor de consumo cuando seleccionamos el modo Eco. Sin embargo es el Q3 Sportback el que ofrece un comportamiento más deportivo. No sólo por la precisión de su dirección progresiva, sino también porque parece tener el centro de gravedad un poco más bajo que sus rivales y las sensaciones son parecidas a las que tendrías conduciendo una berlina. El Volvo deja que su carrocería se incline un poquito más (sin llegar a ser molesto) y también transmite mucha precisión en su dirección; mientras que en el Jaguar, cómodo pero con un comportamiento de suspensiones similar al del modelo sueco, notamos que el pedal de freno tiene un recorrido un poco más largo y de tacto más esponjoso, y tal vez sea por este detalle por lo que con el E-Pace nos resultaba más difícil dosificar bien las frenadas. En cuanto a motricidad, a muchos os sorprenderá que el Q3 Sportback 35 TDI sólo se ofrezca con la tracción delantera (la quattro está reservada para versiones superiores). En los E-Pace y XC40 con motor diésel de 150 CV sí que podemos elegir entre tracción total o delantera, pero de nuestras unidades de prueba sólo el Jaguar venía con ella. Suponemos que este detalle resultará determinante para quienes tengan la costumbre de 'subir' a la nieve. Pero debemos reconocer que ninguno de los dos rivales del Audi 'sufrieron' por las carreteras que conducían al Puerto de Navacerrada, sin nieve ni hielo pero en una calzada húmeda como si hubiera caído una lluvia torrencial. En cuanto a precios, el Q3 Sportback con este motor y el acabado S Line nos costará 45.450 euros, que son sólo 1.650 euros más de lo que nos supondría el mismo coche con la silueta del Q3 'normal'. Para tener el XC40 con el propulsor D3 y el acabado R-Design en nuestro garaje tendremos que transferir a un concesionario Volvo 42.917 euros. Y el Jaguar diésel de 150 CV, cambio automático, cuatro ruedas motrices y acabado R-Dynamic sale por 46.550 euros, 5.200 más de lo que nos costaría con el mismo acabado pero sólo tracción delantera (nos veríamos obligados a prescindir también del cambio automático). Entre el más barato y el más caro no hay una diferencia de precios que parezca determinante, tratándose como se tratan de modelos SUV del segmento premium. Pero este detalle hace que, a nuestro juicio, el Volvo sea el más duro rival para el recién llegado Q3, cuyo diseño y deportividad le han aupado al primer puesto en esta comparativa. Nuestra conclusión El Audi Q3 Sportback es bastante atractivo, va muy bien en curvas y no deja de ser un coche práctico, vistas sus dimensiones, habitabilidad y consumos. Estas razones le hacen vencer en nuestra comparativa. La ventaja del Volvo está en su practicidad, aderezada con un diseño muy personal y un precio algo más contenido que el de sus competidores. Y el Jaguar busca transmitir una imagen de más elegancia y, si queremos la versión D150 con cambio automático, debe ir siempre acompañado de la tracción total, elemento que no para todo el mundo resulta necesario. FUENTE: https://www.marca.com/motor/modelos-coches/2020/01/20/5e25768122601d0b0e8b4585.html