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09 de marzo de 2021 Nuevo Audi S5 2021: prueba del diésel más deportivo Ni lo parece por fuera, ni lo sugiere en su denominación, pero el Audi S5 lleva motor diésel. En su última actualización, Audi optó por este tipo de mecánica. ¿Es buena elección desde el punto de vista deportivo? "Ah, ¿pero que es diésel?". Ese es el comentario que más escuché durante los días que tuve el Audi S5 en mi posesión. Y es una pregunta plenamente justificada, porque un vehículo de corte deportivo no suele llevar motor diésel, y menos en los tiempos que corren, con una corriente que demoniza este combustible. Sí era algo más común en el pasado, pero hoy en día es inaudito. Pero sí, en la renovación leve a la que Audi sometió a los S4 y S5 a finales de 2019, hubo un cambio drástico bajo su capó: el adiós al motor 3.0 TFSI de gasolina de 354 CV en favor de un 3.0 TDI de 347 CV. Más de un año después, tenemos la oportunidad de rememorar las sensaciones de un automóvil que nos dejó muy buen sabor de boca. Y ese nuevo propulsor tiene muchas particularidades. Parte de un bloque de seis cilindros en V y 3.0 litros asistido por un turbo, pero lo complementa con un compresor eléctrico y con un sistema de hibridación ligera a 48V. En cierto modo podría decirse que es biturbo, pero no sería del todo preciso, ya que el compresor eléctrico, aunque tenga una función en cierta manera similar, no es un turbo. ¿Sus cifras? 347 CV a 3.850 rpm y nada menos que 700 Nm entre 2.500 y 3.100 rpm, lo que son 200 Nm más que la cifra registrada por el antiguo S5 de gasolina. Con este propulsor logra acelerar de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos, lo que no le convierte en el diésel más rápido en este registro, pero sí lo es en el cómput* global. En el S5 hay además dos importantes diferencias con los A5. Una concierne al cambio automático, que es de convertidor de par y ocho relaciones en lugar de emplear doble embrague y siete marchas. La otra afecta a la tracción total, que en el S5 es permanente, mientras que los A5 disponen, en opción, de tracción total conectable (normalmente funcionan en tracción delantera, pudiendo pasar hasta un 50% del para atrás). Estéticamente se distingue del A5 por los paragolpes, los faldones, el pequeño alerón, las llantas de 19" o los escapes. Por cierto, respecto a esto último, aunque veas cuatro salidas, en realidad sólo hay dos operativas (las de la izquierda; las de la derecha son de mentira, algo que a mi juicio deberían haberse ahorrado, sobre todo en un coche de alta gama que no necesita postureo ninguno). Dentro te reciben unos asientos deportivos tapizados en cuero y Alcántara (cuero total en opción), un volante deportivo, inserciones en aluminio cepillado (de carbono en opción) y algunos menús específicos de corte deportivo en el cuadro de mandos virtual de 12,3". ¿Hablamos un poco de técnica? Su sistema de hibridación ligera cuenta con una batería de 0,5 kWh que asiste a un motor eléctrico que cubre las funciones del motor de arranque y del alternador. Además, puede proporcionar hasta 11 CV extra en fases de aceleración y alimenta al compresor eléctrico, elemento situado tras el intercooler y que, además de mejorar el rendimiento puro, logra reducir el retraso en la respuesta del turbocompresor mecánico. ¿Y qué tal va? Pues se trata de un coche que convencería hasta a un detractor de los motores diésel. Tiene muchísima fuerza a medio régimen y estira con contundencia hasta 4.000 rpm, momento en el que la transmisión inserta una marcha más. Para tratarse de un vehículo diésel, su entrega de potencia es muy agradable, creciente, muy poderosa y nada abrupta. Lo malo es que, por desgracia, el sonido que produce es a diésel, con todas las letras. Quizá hubiese estado bien que Audi instalara algún tipo de sistema de escape deportivo que paliase un poco ese ruido y lo transformara en algo un poco más bonito para los oídos. La caja de cambio funciona fenomenal, con cambios instantáneos y suaves. Tan sólo echo en falta que sea un poquito más inmediata a la hora de iniciar la marcha, pues entre que aceleras y el coche sale, se produce un pequeño espacio de tiempo que puede resultar algo molesto sí, por ejemplo, te dispones a entrar en una rotonda. Sí que es cierto que esto sólo sucede bajo bajas cargas de gas y que, en conducción deportiva, no hay rastro de ello. Además, unas levas un poco más grades y que no fuesen de plástico redondearían el conjunto de la transmisión. A nivel de chasis no es un coche extremista desde el punto de vista deportivo, más bien al contrario. Es suave, cómodo y silencioso, sobre todo en los modos de conducción más tranquilos. Sólo si seleccionas el programa Dynamic encontrarás una faceta un poco más agresiva. En estos modos, por cierto, se integran la suspensión, la respuesta del motor, el funcionamiento de la tracción total, la asistencia de la dirección y, en las unidades que lo equipen, como es el caso de esta, también el diferencial trasero deportivo, que cuesta 1.775 euros. Otro buen accesorio opcional es la dirección dinámica de desmultiplicación variable, que la hace más rápida en conducción deportiva (otros 1.315 euros más). Los frenos son muy buenos, con pinzas delanteras monobloque de seis pistones, mientras que la tracción brilla por su imperturbabilidad. En curva, incluso dando gas a tope en apoyo, muestra una motricidad encomiable y catapulta al S5 hacia delante con una eficacia muy difícil de igualar. Tanto es así que el control de tracción muchas veces ni interviene. Equipado además con el diferencial deportivo, colabora a que el redondeo de la parte trasera se produzca de manera más precisa y efectiva. ¿Tiene entonces sentido que el Audi S5 sea diésel? Lo único que puedo decir es que el resultado final es brillante. Que tenga sentido o no lo dejo a juicio de cada uno. Por un lado, no produce las sensaciones de conducción de un motor de gasolina potente, pero las que te proporciona son bastante agradables. Y el hecho de que sea diésel repercute en que el consumo es más asumible: en condiciones normales, puedes obtener 8,5 L/100 km, mientras que en conducción deportiva bien te puedes mover en los 12,5 L/100 km. Son cifras que están muy bien para un coche de semejante potencial. Además es un coche con el que resulta muy fácil ir rápido y que otorga grandes dosis de confianza al conductor. ¿Y su precio? 79.950 euros. No es poco dinero, pero bien es cierto que su equipamiento de serie es bastante competitivo y que no existe competencia directa con la que compararlo, al menos hasta la llegada del BMW M440d xDrive de 340 CV a lo largo de 2021. Ficha técnica Audi S5 Coupé TDI Motor: Diésel, turbo, 6 cilindros V, 2.967 cc Potencia: 347 CV a 3.850 rpm Par: 700 Nm a 2.500-3.100 rpm Transmisión: Automática, ocho velocidades Tracción: Total permanente Peso: 1.770 kg Dimensiones (m): 4,70 x 1,84 x 1,36 Maletero: 410 L 0-100 km/h: 4,8 segundos Velocidad máxima: 250 km/h (limitada) Consumo: 6,9 L/100 km FUENTE: https://www.autofacil.es/audi/a5/2021/03/09/audi-s5-prueba-diesel-deportivo/61076.html