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Probamos el nuevo Audi R8 en el circuito de Ascari: ¡simplemente salvaje!
Ocio publicó una discusión en Audi S / R / RS
19/11/2018 Parece que fue ayer cuando Audi nos dejó a todos con la boca abierta con la llegada de un modelo totalmente novedoso y estratosférico desde todos los puntos de vista. Pero no, no fue ayer. El Audi R8 va camino de cumplir 12 años. Recuerdo perfectamente aquella unidad de la primera generación que cayó en mis manos, tengo aquellas sensaciones grabadas a fuego. ¿En serio ha sido capaz Audi de hacer un deportivo tan fino? pensé. Y no es que no confiara en los de los cuatro aros, que sin duda llevaban mucho tiempo haciendo productos muy buenos, pero es que esta era una aventura totalmente nueva para el equipo de Audi. A pesar de su trayectoria en competición y de su tradicional tracción integral quattro, nunca se había lanzado a fabricar un súper deportivo capaz de medirse de tú a tú con, pongamos por ejemplo, un Porsche 911. Efectivamente, lo hicieron. Y el resultado fue sorprendente. Durante los días que duró la prueba de aquel R8 original la gente lo miraba, me preguntaba, le hacían fotos, se descolgaban por la ventanilla en mitad de la carretera para mostrar sus pulgares en alto Estaba claro que aquel Audi de ciencia ficción (literal, porque en la película 'Yo, robot' ya se dejaron ver sus líneas maestras en forma de concept) llamaba mucho la atención por su estética. Pero el R8 era mucho más que una puesta en escena bonita. Si algo me hizo vibrar aquella semana fue, precisamente, su comportamiento y su manera de rodar. No terminaba de creerme que pudiera pisar de una manera tan certera a cualquier velocidad. La estabilidad, la respuesta de la dirección, el entendimiento entre ambos ejes, la tracción, la respuesta del ese motor V8 (aún no había llegado el V10)... Todo era perfecto. Se apreciaba mimo en el desarrollo del coche, sólo se intuían buenas maneras en cada kilómetro recorrido y en cada curva trazada. El año 2007, como decía al inicio, ya queda lejos. Y la gran noticia es que el Audi R8 ha sabido adecuarse a los nuevos tiempos. Por el camino fue dejando elementos como el motor V8 o la dudosa caja de cambios pilotada R-Tronic (también una manual de seis velocidades), para darle todo el protagonismo al glorioso motor V10 y la caja S tronic de doble embrague. La estética fue cambiando poco a poco con sus restylings y cambios generacionales correspondientes, e incluso llegamos a ver -aún está vigente- ¡una variante de tracción trasera! Por puro disfrute, sin más. Porque si algo caracteriza al R8 son precisamente sus cuatro ruedas motrices. En circuito se siente a gusto Y así llegamos hasta hoy, momento en el que tengo la suerte de ponerme a los mandos del nuevo R8, que es en realidad un lavado de cara de la segunda generación, que no sólo aporta cambios de diseño sino también mecánicos y tecnológicos. Si probar un R8 es siempre un placer, hacerlo en el circuito español de Ascari (Ronda) es ya un cóctel difícilmente superable. Y es justo en este escenario donde Audi ha decidido agrupar a la prensa especializada de todos los países para conocer de primera mano a su criatura más salvaje. Antes de entrar a pista con el R8, lo miro por fuera detenidamente y veo que la parrilla Singleframe es ahora más grande y va acompañada de un nuevo splitter y nuevas entradas de aire. Todo es más anguloso, algo que empieza a ser norma en los diseños de última hornada de la marca. En la zaga, el difusor es más prominente y la parrilla que hay entre los pilotos se convierte en protagonista indiscutible. También cambian su forma las salidas de escape. Reconozco que los cambios de diseño no me importan mucho. Ahí están y, desde luego, le dan ese toque evolutivo que todo buen restyling debe traer consigo. Pero lo que realmente quiero es ponerme a los mandos y ver la bandera a cuadros dándome la salida para poder sacarle todo el jugo al R8 en los virajes de Ascari. Ojalá tuviera un largo horizonte este motor V10 Llega el momento. Pulso el botón de arranque y el motor 5.2 FSI de 10 cilindros en V sale de su letargo con un bramido inconfundible. Tengo debilidad por los motores atmosféricos 'gordos' y, sin duda, este es uno de los mejores. Con las vueltas de reconocimiento hechas y el motor y los neumáticos ya en su temperatura óptima, comienzo a subir el ritmo. He estado varias veces en Ascari y ruedo con mucha confianza. También el coche me hace tener esa seguridad, porque si algo caracteriza al R8 es su neutralidad. Su reparto de pesos, su forma de transmitir la potencia al suelo, la puesta a punto de chasis Todo se alía para lograr una experiencia de conducción muy fina y satisfactoria. Bajo el capó trasero y situado en posición central se aloja el V10 que, en este nuevo modelo, genera más potencia. La versión de acceso ahora rinde 570 CV (30 más que antes) y la versión Performance (antes llamada Plus) llega hasta los 620 CV (10 más). También aumentan las cifras de par hasta los 560 Nm y 580 Nm (una ganancia de 20 Nm en ambos casos). Algo se nota ese incremento de fuerza, pero en líneas generales, las sensaciones siguen siendo las mismas. El V10 regala una aceleración plena desde abajo y estira de forme lineal e incansable hasta llegar al corte de inyección en cada una de sus siete marchas. Y todo ello, acompañado de uno de los sonidos mecánicos más bellos que existen hoy (que me perdonen los italianos). Más allá de los 330 km/h La caja automática S tronic parece haber mejorado su respuesta en las transiciones, que ahora son casi telepáticas. Y el resultado de todo ello son unas prestaciones brillantes. Las cifras de aceleración de 0 a 100 km/h se mueven entre los 3,1 y los 3,5 segundos (en función de la carrocería -Coupé o Spyder- y del motor -570 ó 620 CV-); la velocidad máxima se sitúa entre los 322 y los 331 km/h. Cabe destacar, por cierto, que el motor V10, en sus dos variantes, monta ahora un filtro de partículas de gasolina para cumplir con la normativa anticontaminación vigente. En cualquier caso, no sólo de aceleración vive el R8. Si siempre fue bueno entre curvas, ahora es un poco mejor gracias a ciertas modificaciones en la suspensión, que mejoran la precisión y la respuesta. También se ha modificado la puesta a punto en la dirección dinámica opcional y en la dirección electromecánica, que ahora dan más y mejor información a las manos, para sentir el asfalto de la mejor manera posible. La estabilizadora delantera en CFRP opcional redondea las mejoras en el apartado dinámico. ¿Más novedades en el Audi R8? Pues sí. A los modos de conducción ya conocidos del Audi drive select, se suman ahora tres programas nuevos (dry, wet y snow), que adaptan diferentes parámetros del coche al coeficiente de fricción del firme. Todo para evitar que el conductor entre en pánico en determinadas situaciones y para conseguir que llegue al suelo toda la potencia que sea posible, siempre de la mejor manera. Y sin más, después de una intensa jornada en circuito, apago el contacto y me despido del R8. Espero, en cualquier caso, que nos volvamos a ver las caras cuando salga al mercado para poder hacerle una prueba en carretera abierta, que es su segundo hábitat natural (o el primero). El coche saldrá a la venta a comienzo de 2019 y las primeras entregas se harán durante el primer cuarto del año. FUENTE: https://www.eleconomista.es/ecomotor/motor/noticias/9528064/11/18/Probamos-el-nuevo-Audi-R8-en-el-circuito-de-Ascari-simplemente-salvaje.html