Nueva gama de modelos S y RS de Audi

[Monty]

 

La deportividad es parte esencial en el ADN de Audi. Una marca con una herencia deportiva de más de 100 años, en los que se han cosechado grandes éxitos en forma de victorias deportivas, como son las obtenidas por el mítico “Flecha de plata” de Auto Unión, que consiguió 42 victorias en 83 grandes premios, entre los años 1934 y 1939, o las conseguidas en el campeonato del mundo de rallyes, donde la introducción de la tracción integral quattro por parte de Audi supuso una auténtica revolución.

 

La emoción extrema no tiene por qué implicar la renuncia a la funcionalidad. Esa es la razón de ser de las siglas RS, nacidas para designar a algunas de las creaciones más ambiciosas que Audi ha lanzado al mercado a lo largo de su historia. Los Audi RS son, en la jerarquía de los Audi deportivos, la máxima expresión, automóviles únicos, concebidos y fabricados por quattro GmbH para competir sin complejos por la hegemonía dentro del segmento de los deportivos premium más extremos.

 

A medio camino entre los modelos S y las gamas Audi a las que pertenecen éstos, los paquetes S line elaborados por quattro GmbH constituyen la puerta de acceso ideal al ámbito deportivo de Audi a través del aspecto estético. Así, las terminaciones S line pueden solicitarse tanto en la gama del A3 como en la del A4, el A6, el TT y el Q7.

 

Hace mucho tiempo que Audi disfruta de la condición de referencia en el ámbito de los compactos Premium. La última entrega de la saga S3 no ha hecho sino reafirmar su posición de hegemonía. Y es que ningún automóvil entre los de su clase es capaz de combinar la deportividad con el estilo y la polivalencia como lo hace el S3, armonizando un rendimiento mecánico de primer orden con una exquisita puesta a punto de su tren rodante y las contundentes ventajas de la tracción integral permanente quattro.

 

Propulsado por el motor de 2 litros turbo de inyección directa de gasolina FSI con 265 CV, el S3 no tiene problemas para alcanzar los 100 km/h partiendo desde parado en sólo 5,7 segundos, algo a lo que contribuye de manera determinante su capacidad de tracción. No podía ser de otro modo en un automóvil portador del apellido quattro, en cuyo sistema de transmisión tampoco falta una caja de cambios de seis velocidades. Los 250 km/h de velocidad punta (autolimitada) que desarrolla el Audi S3 no son sino la guinda a un suculento conjunto en el que la puesta a punto del resto de órganos que influyen en sus aptitudes dinámicas está en la misma línea de eficacia.

 

La deportividad en la gama A4 también lleva el inconfundible marchamo S. Disponible en carrocerías berlina, cabrio y Avant, el S4 sitúa el listón del dinamismo a una altura difícil de igualar para cualquiera de sus competidores.

 

Gran parte de su personalidad gira en torno al corazón que late bajo su capó delantero. Y es que no todas las berlinas familiares de las dimensiones del A4 pueden presumir de contar con un motor de 8 cilindros en V y 4,2 litros que pone a disposición del conductor 344 CV de potencia a 7.000 rpm y un par máximo de 410 Nm a 3.500 rpm. En el caso del S4, la adopción de este sofisticado propulsor se deriva de su construcción, extraordinariamente ligera y compacta. Las prestaciones del S4 hablan por sí mismas, cifrándose su aceleración de 0 a 100 km/h en sólo 5,6 segundos. En 20,6 segundos se alcanzan los 200 km/h, quedando su velocidad máxima autolimitada electrónicamente en 250 km/h.

 

El próximo mes de junio irrumpirá en las carreteras el último exponente de la familia de deportivos de Audi: el coupé S5. Al margen de la elegante deportividad que irradia de su diseño, en él se dan cita los últimos avances tecnológicos desarrollados por Audi, tanto en materia de motor, como de transmisión, trenes rodantes y seguridad.

 

Todas y cada una de las señas inequívocamente evocadoras del carácter S están presentes en el diseño del Audi S5. Así, la parrilla gris platino con inserciones cromadas verticales no es sino el aperitivo de un festival estético en el que también intervienen paragolpes delantero y trasero específicos, retrovisores con terminación en aluminio o las cuatro salidas de escape ovaladas.

 

Pero, si atractivo resulta el Audi S5 desde el punto de vista estético, no menos puede decirse de su apartado dinámico. En su tarjeta de presentación figura bien alto la poderosa mecánica FSI de 8 cilindros en V y 354 CV, con el aplastante par máximo de 440 Nm. Con semejante poderío, no resulta extraño comprobar que la última creación de Audi en materia de coupés sea capaz de alcanzar los 100 km/h partiendo desde parado en sólo 5,1 segundos.

 

Pocos conceptos abarcan una amalgama de rasgos tan amplia en su personalidad como el del Audi S6. Disponible en carrocerías berlina y Avant, el S6 representa la elegancia sobria combinada con la decidida deportividad.

 

Digno miembro de la familia S, el S6 cuenta con el innegable atractivo de su mecánica V10, dotado de una cilindrada de 5,2 litros, capaz de alcanzar la nada desdeñable cota de 435 CV a 6.800 rpm. Su par máximo se eleva hasta los 540 Nm entre 3.000 y 4.000 rpm, con la particularidad de que supera los 500 Nm entre 2.500 y 5.500 rpm. Con sus 220 kg de peso, se trata de un propulsor ciertamente ligero y que, además, garantiza disponer siempre de una elevada potencia.

 

El sistema de inyección directa de gasolina FSI, uno de las claves de la competitividad del prototipo R8 ganador de Le Mans, juega un papel instrumental en este modelo de motor tan refinado. Esta berlina es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 5,2 segundos (S6 Avant: 5,3 segundos), mientras que su velocidad máxima esta controlada electrónicamente a 250 km/h.

 

El lujo en grado superlativo y la deportividad más radical son, aparentemente dos rasgos difícilmente reconciliables. Pero, automóviles como el Audi S8 son el vivo ejemplo de que esas cualidades no sólo pueden cohabitar, sino que alcanzan una sintonía que eleva el placer de conducir a niveles inimaginables.

 

Nada mejor que un motor V10 para acentuar la deportividad de un automóvil. Con el S8, Audi ha echado mano de toda la tecnología del superdeportivo Lamborghini Gallardo, adaptando a la personalidad de la berlina varias de sus áreas e introduciendo la inyección directa de gasolina FSI. Con 5,2 litros de cilindrada, el V10 desarrolla 450 CV a 7.000 rpm y un par máximo de 540 Nm. La aceleración de esta joya tecnológica es el mejor aval de su capacidad, pues se sitúa en la imponente cota de 5,1 segundos en el 0 a 100 km/h. Por supuesto, el S8 no tiene problemas para alcanzar los 250 km/h (autolimitado).

 

El S8 monta una caja de cambios tiptronic de seis marchas, con un desarrollo final acortado y una gestión electrónica adaptada a su carácter decididamente deportivo. El S8 transmite su potencia a través del eficaz sistema de tracción integral quattro con distribución asimétrica-dinámica del par (40%-60%).

 

Nuevas dimensiones dinámicas, combinadas con innovadoras ideas, se suman a un atractivo diseño de las líneas y a un equipamiento al que ni tan siquiera la clase superior tiene nada que envidiar: el nuevo Audi RS 4, el último producto de altas prestaciones de quattro GmbH, da vida al máximo representante de la gama A4 y cuenta con versiones tanto berlina, como Avant y Cabrio.

 

El motor presenta innegables reminiscencias con la competición, al igual que muchos otros de sus apartados. Así, destaca el concepto de altas revoluciones utilizado por primera vez en un vehículo Audi de serie, la innovadora tecnología FSI y la última generación de la tracción quattro con distribución asimétrica-dinámica del par motor. El potente V8 de 420 CV permite alcanzar hasta 8.250 rpm. Con una cilindrada de 4.163 cc, esta berlina supera la barrera mágica de 100 CV/litro de potencia específica. Este compacto motor alcanza su par máximo de 430 Nm a 5.500 rpm, lo que explica que las prestaciones del RS 4 sean, por lo tanto, espectaculares: 4,8 segundos en el 0 a 100 km/h, 16,6 segundos en el 0 a 200 km/h y una velocidad máxima (limitada electrónicamente) de 250 km/h.

 

 

 

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