Jump to content

Treinta meses de cárcel para un conductor que causó un accidente con u


kosky

Publicaciones recomendadas

Treinta meses de cárcel. La Audiencia Provincial de Vitoria acaba de confirmar la sentencia dictada el pasado mes de julio por el Juzgado de lo Penal número 1 de Vitoria, por la que condenaba a José Luis I.L. a dos años y medio de prisión como consecuencia del accidente que provocó el 19 de diciembre de 2005. En el siniestro, ocurrido en la variante de Luyando, resultó muerta la vecina de Amurrio María Carmen Gil.

 

El fallo judicial atribuye a José Luis I. L., que entonces tenía 62 años, un delito contra la seguridad en el tráfico, por conducir bajo el influjo de bebidas alcohólicas, y otro de homicidio por imprudencia grave. Además le sanciona con la privación del permiso de conducir por cinco años. En la vista oral de julio, el Ministerio Fiscal solicitaba dos años de cárcel y la acusación particular, en nombre de la familia, una pena de cuatro.

 

La sentencia considera probado que a las nueve de la noche del 19 de dicembre de 2005, el acusado conducía su vehículo «después de haber ingerido alcohol con las facultades y reflejos gravemente disminuidos». Los jueces consideran que «sin que existiera circunstancia en la vía o atmosférica que pudiera influir, el conductor perdió el control del coche e invadió el carril contrario».

 

Por él circulaban otros tres turismos. El primero trató de esquivar el golpe con un giro a la izquierda sin poder evitar el choque. Tras ese impacto colisionó con el vehículo de la fallecida «arrancándole el techo», y como resultado del siniestro falleció en el acto María Carmen Gil. Después de ese segundo golpe aún impactó con un tercer coche.

 

Ya en el hospital de Cruces, al condenado se le realizaron sendos controles de alcoholemia, cuatro horas y media y seis horas después del accidente, en los que dio tasas de alcohol de 0,97 y 0,89 miligramos por litro de aire espirado. Son cantidades casi cuatro veces superiores al tope permitido de 0,25.

 

«Tiempo ridículo»

 

Pilar Gil, hermana de la fallecida, manifestó ayer a este periódico el dolor y la desilusión que la sentencia ha provocado en la familia. «Nuestro objetivo es que se endurezcan las penas por situaciones como ésta».

 

A Pilar le parece «ridículo» el tiempo que el imput*do puede pasar en la cárcel frente al final de la vida para una persona de 39 años. «Que la muerte de mi hermana sirva para algo», llora Pilar. «Me niego a perdonarle por el daño que nos ha hecho».

 

 

Fuente: ELCORREO

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web


Treinta meses de cárcel. La Audiencia Provincial de Vitoria acaba de confirmar la sentencia dictada el pasado mes de julio por el Juzgado de lo Penal número 1 de Vitoria, por la que condenaba a José Luis I.L. a dos años y medio de prisión como consecuencia del accidente que provocó el 19 de diciembre de 2005. En el siniestro, ocurrido en la variante de Luyando, resultó muerta la vecina de Amurrio María Carmen Gil.

 

El fallo judicial atribuye a José Luis I. L., que entonces tenía 62 años, un delito contra la seguridad en el tráfico, por conducir bajo el influjo de bebidas alcohólicas, y otro de homicidio por imprudencia grave. Además le sanciona con la privación del permiso de conducir por cinco años. En la vista oral de julio, el Ministerio Fiscal solicitaba dos años de cárcel y la acusación particular, en nombre de la familia, una pena de cuatro.

 

La sentencia considera probado que a las nueve de la noche del 19 de dicembre de 2005, el acusado conducía su vehículo «después de haber ingerido alcohol con las facultades y reflejos gravemente disminuidos». Los jueces consideran que «sin que existiera circunstancia en la vía o atmosférica que pudiera influir, el conductor perdió el control del coche e invadió el carril contrario».

 

Por él circulaban otros tres turismos. El primero trató de esquivar el golpe con un giro a la izquierda sin poder evitar el choque. Tras ese impacto colisionó con el vehículo de la fallecida «arrancándole el techo», y como resultado del siniestro falleció en el acto María Carmen Gil. Después de ese segundo golpe aún impactó con un tercer coche.

 

Ya en el hospital de Cruces, al condenado se le realizaron sendos controles de alcoholemia, cuatro horas y media y seis horas después del accidente, en los que dio tasas de alcohol de 0,97 y 0,89 miligramos por litro de aire espirado. Son cantidades casi cuatro veces superiores al tope permitido de 0,25.

 

«Tiempo ridículo»

 

Pilar Gil, hermana de la fallecida, manifestó ayer a este periódico el dolor y la desilusión que la sentencia ha provocado en la familia. «Nuestro objetivo es que se endurezcan las penas por situaciones como ésta».

 

A Pilar le parece «ridículo» el tiempo que el imput*do puede pasar en la cárcel frente al final de la vida para una persona de 39 años. «Que la muerte de mi hermana sirva para algo», llora Pilar. «Me niego a perdonarle por el daño que nos ha hecho».

 

 

Fuente: ELCORREO

 

 

Los delitos imprudentes siempre llevan aparejadas penas menores por la menor reprochabildad del comportamiento, "usease", si no matas a alguien queriendo tienes menos pena.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La verdad que se ha acabado eso de beber y conducir y tambien que es mas importante eso de ir fumado, encocado, etc...

 

Lo miremos por donde lo miremos iendo bebidos no controlamos ni la mitad que iendo serenos y en muchas situaciones es determinante el ir fino o no.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La verdad que se ha acabado eso de beber y conducir y tambien que es mas importante eso de ir fumado, encocado, etc...

 

Lo miremos por donde lo miremos iendo bebidos no controlamos ni la mitad que iendo serenos y en muchas situaciones es determinante el ir fino o no.

 

 

Si bebido no controlas ni para andar, ya no te digo para conducir...

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La verdad que se ha acabado eso de beber y conducir y tambien que es mas importante eso de ir fumado, encocado, etc...

 

Lo miremos por donde lo miremos iendo bebidos no controlamos ni la mitad que iendo serenos y en muchas situaciones es determinante el ir fino o no.

 

 

Si bebido no controlas ni para andar, ya no te digo para conducir...

 

 

 

 

 

Totalmente de acuerdo.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

  • Explorando recientemente   0 miembros

    • No hay usuarios registrados viendo esta página.