Ruta montañera 15 de Noviembre

[Estornino]

Si alguien de Asturias se apunta, el sábado este es el plan:

 

PANES – LA BORBOLLA

15 de NOVIEMBRE de 2.008

 

La etapa discurre, en su primera parte, por antiguos caminos mineros, si bien en la salida de Alevia el sendero suele estar bastante tomado por la vegetación ya veces presenta mucho barro. En la primera parte de la bajada, desde el Cueto Tabla diello hacia La Borbolla, los caminos no están bien conserva dos y algunas veces se deben seguir ligeras trochas del ga nado hasta la braña del Acebal. La vistas desde el Pico Paisano de los Picos y las rasas costeras son magníficas.

 

Ficha Técnica

Distancia aproximada: 17 km.

Desnivel de subida: 770 m.

Desnivel de bajada: 709 m.

Tiempo aproximado: de 5 h 30 mm a 6h.

 

Cartografía específica de la etapa

Miguel Ángel Adrados

• Los Picos de Europa. Mapa excur sionista. Tres Macizos, 1:80.000.

Instituto Geográfico Nacional

• Llanes, n°32, 1:50.000.

• Colombres, n°32-1V, 1:25.000.

• Carreña-Cabrales, n° 56, 1:50.000.

• Panes, n° 56-lI, 1:25.000.

Servicio Cartográfico del Ejército

• Llanes, n° 16-4, 1:50.000.

• Carreña-Cabrales, n° 16-5, 1:50.000.

 

Descripción

Partimos de Panes y cruzamos el puente sobre los ríos Cares-Deva hasta llegara la población de Siejo. Aquí tomamos una carretera que sale frente a los restos del antiguo puente y que se dirige a Alevia (km 3; altitud 282 m; 30T 370661 E — 4199519 N). En este pueblo se puede visitar la ermita de San Antonio, con su torre totalmente separada del cuerpo principal de la iglesia, y también contemplar unas interesantes muestras de la arquitectura indiana.

 

Seguimos por una calleja hacia el norte que pasa al lado de una bolera y, tras adentramos por algunas callejuelas para superar las últimas casas del pueblo, llegamos a una bifurcación (km 3,6; altitud 338 m; 30T 370597 E — 4799654 N), de la que parte una pista a la derecha; un indicador señala en esa dirección el PR AS-191, que se dirige hacia el Pico Paisano. Nosotros, que también nos diri gimos a la misma cumbre, no tomaremos por esa pista, sino que gi raremos a la izquierda por el antiguo camino de las minas del Pilar. En la primera parte del camino hay mucha vegetación y barro que nos entorpecerán el paso, lo que nos llevará en alguna ocasión a saltar a los prados colindantes para sortear estos obstáculos. El camino va subiendo a media ladera y nos ofrece buenas vistas en lontanan za de los Picos de Europa, la Pica de Peñame llera y, por debajo, los pueblos de Cavendi y Abandames. No se tardará mucho en llegar a la Canal de Bulleza, que mediante unos zigszags nos remonta a un pequeño collado en el que se encuentra la roldana del anti guo cabrestante de la mina (km 5,9; altitud 572 m; 30T 369425 E—4800133 N).

 

Continuamos por los restos de una pista minera muy tapizada por la hierba que nos llevan a la explotación principal de la mina de manganeso del Pilar. La pista pasa al lado de los restos de una yeta de mineral explotada a cielo abierto y llega a una bifurcación (km 6,5; altitud 575 m; 30T 369381 E — 4800421 N). La de la dere cha va hacia las ruinas de los casetones y lavaderos mineros, nosotros debemos continuar de frente hacia el oeste, al Collado de Gamones. Sin abandonar la pista, llegaremos a una nueva bifurcación, el Collau (km 7,5; altitud 602 m; 30T 368473 E —4800586 N), en la que hay una finca cuadrada, cercada con muros de piedra, y una pequeña cabaña a la derecha. La pista que va de frente es la que se dirige hacia el Cueto de Tabladiello y es la que tendremos que seguir cuando regresemos tras ascender al Pico Paisano. Nosotros, para dirigirnos a éste, que se divisa perfectamente al oeste coronado por su capilla, debemos proseguir a la izquierda.

 

Pasaremos las cabañas y fincas de la braña de la Pipa para ascen der por la ladera oriental al Pico Paisano (km 9,1; altitud 806 m; 30T 361281 E — 4800509 N). En la cumbre, aparte de un derruido mojón geodésico, existe una pequeña capilla construida en 1960 y una lápida que recuerda a todos los paisanos e indianos de la zona. Después de recrearnos en las vistas, tanto de los Picos de Europa como de la rasa costera, escendemos por el mismo camino de la ascensión y cruzamos la braña de la Pipa para retornar a la bifurcación en el Collau. Entonces seguiremos por la izquierda, en dirección norte, y llegaremos a un amplio collado frente al Cueto de Tabladiello (km 11, 2, altitud 617 m; 30T 368410 E — 4800879 N). Descendemos un poco y comenzamos a subir por la ladera meridional hasta alcanzar el Cueto Tabladiello (km 11,8; altitud 611 m; 30T 368351 E — 4801169 N), el pico más alto del concejo de Riba dedeva. Desde éste ya divisamos nuestro objetivo por debajo de nos otros, un poco al oeste: La Borbolla.

 

Bajamos hasta un collado en la vertiente septentrional del Cueto de Tabladiello (km 12,2; altitud 539 m; 30T 368470 E — 4801325 N) y desde allí, por una inapreciable trocha ganadera, que las más de las veces se encuentra muy tomada por las árgomas y los tojos, alcanzamos la braña del Acebal (km 13,5; altitud 363 m; 30T 368433 E — 4801859 N). Cruzamos las diferentes praderías, en dirección oeste, hasta que llegamos a la finca más occidental de todas (km 14,5; altitud 342 m; 30T 367835 E — 4802192 N), que está justamente situada encima del pueblo de La Borbolla. En la par te inferior de esta última finca, bordeando su muro de piedra, loca lizaremos un buen camino por el que debemos seguir. El camino dis curre entre unos majestuosos ejemplares de castaños y después transita por el espolón rocoso de la Cotera de la Brañavieya hasta que llega a una pista (km 15,8; altitud 179 m; 30T 367270 E — 4802780 N). Continuamos por ella, dejamos un ramal a nuestra de recha, pasamos entre unos eucaliptos y llegamos a una bifurcación. Seguimos por el ramal de la izquierda, que es el principal y conduce hasta Brañavieya (km 16,3; altitud 130 m; 30T 367634 E — 4302862 N). Aquí enlazamos con una carretera asfaltada por la que seguimos hasta llegar al pueblo de La Borbolla (km 17; altitud 97 m; 30T 367574 E —4803209 N).

[Estornino]

Bueno, ahí van las fotos, a ver si alguno se anima algún día que luego siempre hay comedia en el bus y merienda campestre.

 

S2

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[Wintermute]

Qué bien te lo montas, Estornino.

 

Un saludo.

[Estornino]

Y este es el resumen de lo que pasamos ese día, por si alguien está interesado en la aventura:

Nos las prometíamos muy felices después de ver las predicciones de los agoreros de la climatología. Nos daban “guevo frito” y ausencia de lluvia como premonición para este sábado.

Pero nosotros nos íbamos al Cuera. ¡Hay amigo! El Cuera e algo especial y hay que contar con él antes de dar ningún pronostico. Y así fue. Comenzamos a caminar con buen día de sol que nos hizo creer que sería suficiente para despejar las nubes que veíamos sobre la sierra, ya cuando nos estábamos acercando a Panes, punto de partida de la ruta.

 

Salimos de Panes, como digo, por la carretera que une la capital de la Peñamellera Baja con ese pueblo que se ve allí arriba con una torre, Alevia. Tres kilómetros de carretera en pendiente pronunciada hasta llegar a los pies de la torre de la iglesia de San Antonio. Hermosas vistas las que desde allí se contemplan y mejores si el día está despejado, que no es el caso. Todo el valle del bajo Río Deva después de la unión con el Cares, queda a nuestros pies.

 

Junto a la iglesia, un cartel de la ruta del Pico Paisano nos hace comprender que tenemos que atravesar el pueblo y así lo hacemos, pasando junto a una antigua bolera, para continuar por la calle de la izquierda hasta salir a una explanada en la que se encuentra el depósito de agua y una buena fuente. Frente a nosotros una pista asciende, mientras que por la izquierda sale otra en horizontal. Interpretamos según el relato que tenemos de la ruta que esta última es la nuestra y por ella continuamos. Craso error. Más tarde nos dirían que había que subir por la ruta señalizada por un cartel y en la primer bifurcación, tirar a la izquierda. Nosotros por tanto, lo hicimos demasiado pronto y cuando nos quisimos dar cuenta, se nos terminó la pista y hubimos de ascender por los prados a buscar unas cabañas desde un amable parroquiano nos indicó el camino que debíamos seguir. Pronto entroncamos con el camino de la Mina el Pilar por el que debíamos haber venido y que nos acerca a las paredes de la sierra, para subir en zigzag y con buenas caídas a la izquierda, por la canal de Bulleza, rematada por un collado en el que pudimos ver la roldana del cabestrante de la antigua mina.

 

Magníficas vistas de La Pica Peñamellera y de todos los pueblos que la rodean. Allí está Llonin, del que partimos hace un par de semanas para hacer una ruta que ahora y a vista de pájaro, podemos seguir casi completamente. Las caidas son impresionantes a pesar de que solo estamos a 572 metros de altitud. Allá al fondo quiere aparecer Picos, pero las nubes lo cubren casi todo. Solo asoma el Llerosos cubierto de nieve.

 

Seguimos ruta caminando por la pista de la mina que se encuentra tapizada de verde. Bordeamos un amplio hoyo de la explotación de manganeso a cielo abierto hasta entroncar con un cruce en el que por la derecha sigue una pista hacia las derruidas edificaciones de los casetones de la mina, mientras que de frente continua nuestro camino. Deberíamos haber seguido por la pista un buen trozo más, pero la niebla comenzó a hacer de las suyas y ya no veíamos mas que lo cercano. Así fue que una caseta de servicio de una antena, nos hizo pensar que era la capilla de San Antonio que se encuentra en lo alto del Paisano, y hacia allí dirigimos nuestros pasos ya campo a través.

 

Ascendimos así al Cantu el Teju de 699 metros, muy por debajo de nuestro objetivo. Una vez repuestas las fuerzas y antes de que la espesura de la niebla aumentase, reemprendimos la marcha descendiendo a las inmediaciones de la Braña La Pipa y entre sus cierres nos fuimos acercando a la ladera del empinado Pico Paisano, que fuimos ascendiendo poco a poco entre las nubes. Al fin dimos con la destartalada ermita y algunas placas conmemorativas. Era todo lo que pudimos ver, ya que la niebla jugaba entre nosotros. Por pequeños instante pudimos vislumbrar la costa llanisca en la que lucía el sol. Pero aquí nos encontrábamos en penumbra.

 

Después del descanso y tras cubrir la tarjeta y hacer las fotos de rigor, iniciamos el descenso por donde habíamos venido hasta entroncar con el señalizado camino por el que volvimos sobre nuestros pasos, aunque por lugar distinto, alcanzando una mesa indicadora de la ruta y poco más allá la pista y el Collau, lugar al que debíamos haber llegado antes de la ascensión. Aquí la pista se divide y nosotros continuamos al norte, izquierda, en dirección al Pico Tabladiello que no ascendimos. Cruzamos por su ladera oeste y comenzamos nuestro penar del día.

 

Lo que hasta entonces habían sido buenos caminos, limpios y llanos, se convirtió en un descenso pronunciado y prolongado por senderos completamente embarrados y entretejidos en la espesura de un bosque inmenso de cotoyas. Aquí un resbalón; allí nos hundimos en el barro; más allá nos pinchamos por todas partes para evitar una caída... Y la odisea continúa.

 

Abajo y relativamente cercana veíamos ya La Borbolla, pero aquello no parecía tener fin. Cuando pensábamos que ya lo peor había finiquitado al llegar a la Braña del Acebal, Los acebos brillaban por su ausencia, la cosa continuó por espacio de una hora más con cotoyas, felechos, barro y escayos, hasta alcanzar un arroyo y un viejo puente con una muy nueva portilla de madera, que nos hizo elucubrar como aquella tan nueva portilla podía subsistir con el camino completamente cerrado de maleza. ¡Pusieron la portilla y ni siquiera limpiaron las inmediaciones del puente!

 

Al fin alcanzábamos zona humanizada y por los prados caminamos a la izquierda hacia el grupo de casas que forman Brañavieya y desde donde por carretera, llegamos en pocos minutos a La Borbolla, fin de ruta, y donde nos esperaba el autocar. Eran las cinco de la tarde, seis horas y media después de salir de Panes.