Ocio Publicado 18 de Marzo del 2016 Denunciar Publicado 18 de Marzo del 2016 18/03/2016 Grand duelo tecnológico entre Audi A4 2.0 TFSI Ultra y Lexus IS 300h. Lograr consumos tan bajos con motores de gasolina requiere de mucha técnica. Son dos berlinas espectaculares. No es que Audi carezca de tecnología híbrida, pero mientras esperamos su incorporación en el Audi A4, la versión 2.0 TFSI Ultra es la alternativa de gasolina más eficiente de la berlina alemana. Tanto es así que nos encontramos ante el primer modelo no Diesel en lucir la denominación Ultra, destinada a las versiones de bajo consumo. En caso de equipar neumáticos de baja resistencia de rodadura, que no era el caso en nuestra unidad de pruebas, la media homologada por este Audi A4 es de 4,8 l/100 km; de lo contrario, los 5,1 litros anunciados (4,3 l/100 km en carretera) siguen siendo una cifra más que respetable. Y como nos picaba la curiosidad tras haber realizado la prueba individual y ver en el ordenador de viaje lo poco que llegaba a gastar en carretera, una comparativa con el Lexus IS 300h era casi obligada. En su búsqueda de la eficiencia, tanto el Audi A4 2.0 TFSI Ultra como el Lexus IS 300h recurren a métodos de combustión diferentes al clásico Otto. Audi ha optado por el ciclo Miller, que se activa por medio de un cambio en la distribución variando la alzada de las válvulas cuando solicitamos poca potencia del motor, mientras que Lexus sigue fiel al ciclo Atkinson que también impulsa a otros híbridos de Lexus y Toyota. Básicamente, y para no entrar en demasiados detalles técnicos, se trata de abrir las válvulas de admisión muy poco tiempo para llenar con poco aire y poco combustible cada cilindro, como si fueran motores de menor cilindrada, y aprovechando una carrera del pistón relativamente larga. Las posibles pérdidas de potencia a bajo régimen se contrarrestan en el Lexus con el motor eléctrico, y con el turbo, en el caso del Audi A4 2.0 TFSI Ultra. En resumen, el ciclo Miller es prácticamente un Atkinson sobrealimentado. Pese a la relativa complejidad, a la hora de conducirlos no se nota prácticamente ninguna diferencia de funcionamiento respecto a un motor de ciclo de combustión convencional, ni siquiera cambia el sonido de manera perceptible cuando el Audi pasa a ciclo Miller. Audi A4 2.0 TFSI Ultra vs Lexus IS 300h: cuidada eficiencia Aerodinámica y fricciones mecánicas internas son otros de los puntos que se han optimizado para rebajar consumos. Los dos coches avanzan ofreciendo muy poca resistencia, sobre todo cuando el terreno es favorable. El modo inercia del Audi A4 2.0 TFSI Ultra S tronic desacopla el cambio de doble embrague para maximizar esta cualidad, y tiene en cuenta los datos del radar frontal y del navegador para volver a engranar una marcha en caso de que sea necesario algo de retención, por ejemplo en una bajada si vamos a superar el límite de velocidad en 10 km/h, o si el tráfico que tenemos delante reduce la velocidad. Mediante las levas del volante también podemos activar o desactivar manualmente la circulación por inercia en cualquier momento. En el Lexus IS 300h es el conductor el que modula la retención cuando el motor de combustión está desacoplado, ayudándose del indicador de uso de energía del cuadro de instrumentos. Por defecto hay una leve retención causada por la regeneración de las baterías, que podemos anular rozando el acelerador, o incrementar apoyando el pie con suavidad en el freno (la luz de freno no se enciende en tal caso). De todos modos, quizá por los generosos neumáticos traseros de este Lexus IS 300h Sport Edition, más anchos que los delanteros, el Audi A4 2.0 TFSI Ultra S tronic mantiene la inercia aún mejor. Adicionalmente, el modelo de los cuatro aros puede contar con el denominado asistente predictivo de eficiencia, que te recomienda —a veces con más de un kilómetro de anticipación— el momento exacto para dejar de acelerar y llegar por inercia hasta el próximo límite de velocidad al ritmo adecuado, evitando usar el freno. Audi A4 2.0 TFSI Ultra vs Lexus IS 300h: como la seda Debido al tipo de transmisión, de funcionamiento similar a un variador continuo, el Lexus IS 300h es pura suavidad en todo momento. No tiene marchas, pero en modo Sport —o si usas las levas— las simula, e incluso emite por los altavoces un sonido de motor más deportivo. Si pisas a fondo, cuando levantas el pie también emula petardeo del escape, y si afrontas una pendiente varía la tonalidad para hacerte creer que ha reducido. A pesar de que el sistema está muy trabajado, no siempre resulta del todo creíble, además lo bueno de este coche es su silencio de marcha, así que acabamos por desactivarlo. Si lo que buscas es deportividad, este tipo de transmisión no es lo más adecuado, pero de cara al confort no tiene rival. Después de conducir el Lexus IS 300h, el cambio de doble embrague S tronic del Audi A4 2.0 TFSI Ultra resulta brusco en arrancadas, y en ciudad hay que esmerarse al dosificar el acelerador para intentar acercarte a la suavidad del Lexus IS 300h. Por otra parte, cuando te detienes lentamente, en la fase final de la frenada el coche reacelera, por lo que no resulta del todo agradable en entornos urbanos, donde además su consumo dobla al del Lexus IS 300h. La ciudad es terreno para el híbrido. Audi A4 2.0 TFSI Ultra vs Lexus IS 300h: ¿y en carretera? Rompiendo cualquier predicción, el Lexus IS 300h también ha consumido menos en carretera, aunque aquí el Audi A4 2.0 TFSI Ultra saca todas sus armas. Su motor empuja desde poco mas de 1.000 vueltas y el cambio lleva a veces la aguja del cuentavueltas a dicho régimen insertando marchas largas, para lograr mayor eficiencia. Es más rápido e inmediato a las órdenes del acelerador y, al ser más ligero, cuenta con un punto más de agilidad en zonas muy viradas, aunque el Lexus IS 300h no se defiende nada mal y su condición de propulsión trasera, bajo centro de gravedad y equilibrado reparto de pesos aporta una conducción impecable, más precisa si cabe y con gran aplomo. El nivel es muy alto en ambos, hasta el punto de que perfectamente podría ser cuestión de gustos ser más afín a uno u otro modelo. Para los más sibaritas del apartado dinámico, elementos como la suspensión adaptativa (opcional en el Audi A4 2.0 TFSI Ultra y ligada al acabado superior F Sport, en el Lexus IS 300h) pueden mejorar todavía más la calidad de rodadura, el confort y el comportamiento. Son precisamente los innumerables elementos de la lista de opciones del Audi A4 2.0 TFSI Ultra, que ocupa nada menos que 43 páginas, los que dan una vuelta de tuerca a la sofisticación del Audi A4 2.0 TFSI Ultra, sus hasta 30 asistentes a la conducción (incluidos variados sistemas de seguridad, como un aviso para los pasajeros cuando van a salir del habitáculo y se aproxima un vehículo por detrás), o los espectaculares faros Matrix Led, de los que ya hablamos en su momento. Algunos de estos extras los echamos de menos en la berlina nipona, eso sí, no por necesidad real, sino sobre todo por capricho y sensación de estar a la última. Y pese a que el Audi A4 2.0 TFSI Ultra es un coche más completo a juzgar por los mejores resultados en la valoración global, el Lexus IS 300h resulta más agradable para el día a día. También es cierto que hay otras combinaciones mecánicas del Audi A4 que resultan más satisfactorias que esta, cuyo principal inconveniente es el menor agrado de uso del cambio de doble embrague en ciudad. FUENTE: http://www.autopista.es/pruebas-de-coches/articulo/audi-a4-tfsi-ultra-lexus-is-300h Responder
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