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Publicado

21-10-2016

 

 

 

 

El Mazda MX-5 es un descapotable biplaza con un techo de lona que está disponible con dos motores de gasolina —uno de 1,5 litros y 131 CV y otro de 2,0 litros y 160 CV. Cada versión está disponible desde 23 000 y 25 800 euros respectivamente (todos los precios del MX-5 2015), lo que lo convierte en un modelo asequible. El cambio de marchas es siempre manual de seis velocidades y la tracción, mediante las ruedas traseras.

 

 

 

 

 

El MX-5 2015 mide 3,92 metros de longitud, por lo que es más corto que cualquiera de los modelos de las anteriores generaciones (esta es la cuarta generación, también conocida dentro de Mazda como ND) y es hasta 100 kilogramos más ligero (información técnica del MX-5 2015) que el MX-5 al que reemplaza (más información del MX-5 2009).

 

 

Estos cambios no han hecho más que realzar la faceta de coche pensado para disfrutar de la conducción en carreteras lentas y medias. El MX-5 2015 es muy ligero y ágil, transmite mucha información al conductor de cómo apoya en las curvas y reacciona siempre con extraordinaria progresividad. Actualmente, pensamos que no hay otro vehículo que, por menos dinero, ofrezca unas sensaciones tan agradables a aquellos conductores que les guste este tipo de conducción. Más información en las impresiones de conducción.

 

 

 

 

 

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La alternativa directa a este modelo es el Fiat 124 Spider y el Abarth 124 Spider (que son, en esencia, el mismo coche; los tres los fabrica Mazda en Hirosima). El BMW Z4 y el Mercedes-Benz SLC también son descapotables —de techo rígido— y tienen tracción trasera, pero cuestan mucho más (ficha comparativa), mientras que el Audi TT Roadster y el MINI Cabrio tienen sistemas de tracción distintos y también son más caros (ficha comparativa). El Mazda se desmarca de todos los anteriores no sólo por no ser equivalente por precio, tamaño o disposición mecánica, sino por el tipo de cliente y de utilización al que va destinado. El Toyota GT86 y el Subaru BRZ son dos modelos que se aproximan en cuanto a filosofía de vehículo, pero no son descapotables (ficha comparativa).

 

 

Los dos motores con los que está disponible tienen un funcionamiento perfectamente coherente con el carácter deportivo del MX-5. Ambos son atmosféricos, tienen cuatro cilindros colocados en posición longitudinal y pertenecen a la familia de motores que Mazda denomina SKYACTIV. Responden con rapidez a cada movimiento del acelerador y mueven con soltura al MX-5. El cambio manual de seis relaciones al que van unidos es el mismo, el cual destaca por sus recorridos cortos y precisos (impresiones de conducción). En otros mercados hay disponible uno automático.

 

 

En el MX-5 2009, el motor de 2,0 litros no resultaba mucho más atractivo que el de menor cilindrada puesto que vibraba más y tampoco ofrecía una gran ventaja de aceleración (prueba de este modelo). El MX-5 2015 de 160 caballos es ahora una alternativa interesante, en parte por su mayor potencia (que se nota) y, también, porque esa versión tiene equipamiento no disponible en el modelo de 131 caballos, como el diferencial autoblocante y los amortiguadores Bilstein (desde el nivel de equipamiento Luxury), el sistema Start&Stop (conocido en Mazda como i-Stop) y los asientos Recaro (solo en el Luxury Sport).

 

 

 

 

 

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Sin embargo, el modelo de acceso a la gama MX-5 es absolutamente recomendable pues su motor también tiene muy buen tacto (responde bien a bajo régimen y sube muy bien de vueltas) y resulta algo más cómodo de suspensión. La elección entre uno u otro no es nada fácil a tenor del elevado agrado de conducción que presentan ambos y que la diferencia de precio tampoco es muy grande: a igualdad de equipamiento, les separan 1200 euros.

 

 

El proceso para quitar y poner la capota ha de hacerse completamente a mano, pero apenas exige esfuerzo y tiempo. La protección aerodinámica que brinda el parabrisas quizá sea mejor que en los modelos anteriores, pero en todo caso, no es buena pues el viento molesta por encima de unos 90 kilómetros por hora. El silencio de marcha con el techo cerrado tampoco es escaso, pero también creemos que es mejor que en el modelo precedente (impresiones de conducción). En cualquiera de los descapotables mencionados anteriormente se viaja más aislado del ruido.

 

 

El habitáculo es pequeño y no está pensado para personas altas (alrededor de 1,83 metros de estatura en adelante) porque tocarán el techo con la cabeza. No obstante, la cantidad de huecos disponibles para vaciar los bolsillos es suficiente. En el salpicadero los plásticos son en su mayoría de tacto duro, pero la sensación de calidad es alta porque parece que todas las piezas que los componen están perfectamente unidas entre sí. El maletero también es pequeño (su volumen es 130 litros) y de formas poco aprovechables. Más información en las impresiones del interior.

 

 

 

 

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Hay cuatro niveles de equipamiento: Style, Style+, Luxury y Luxury Sport. En esta ficha comparativa hay un listado de todos los elementos de serie y opcionales incluidos en cada nivel. Entre los relacionados con la seguridad cabe destacar la alerta por cambio involuntario de carril, los faros de ledes, el cambio automático de luces cortas a largas, el sistema de iluminación adaptativa y la detección de vehículos en el ángulo muerto.

 

 

Hay tres sistemas multimedia para el MX-5, todos ellos con una pantalla de siete pulgadas. El que viene de serie con el nivel Style (el básico) incluye botones en el volante para su manejo, 6 altavoces, Bluetooth, 2 entradas USB y una auxiliar. El sistema del nivel Style+ añade radio digital y el del Luxury y Luxury Sport un equipo BOSE de 9 altavoces y GPS. Cuatro de esos nueve altavoces están colocados en los reposacabezas de los asientos (dos en cada uno de ellos).

 

 

En nuestro comparador de seguros de coches es posible obtener presupuestos de pólizas personalizados. Por ejemplo, tomemos el caso de un hombre de 30 años que viva en Madrid, esté soltero, disponga de una plaza de garaje en un aparcamiento comunitario y no realice más de 15 000 km al año con su MX-5 1.5 de 131 CV. Si quiere contratar el seguro a todo riesgo más barato —a razón de 740 € al año— deberá contactar con Balumba que, casualmente, es en este caso la compañía que ofrece la mejor relación entre calidad y precio —7,48 puntos sobre 10—. Sin embargo, si lo que busca es la máxima calidad, Génesis es la mejor opción —8,88 puntos—, pero es notablemente más cara —2065 €/año—.

 

 

Mazda presentó el Mazda MX-5 de primera generación en el Salón del Automóvil de Chicago, el 9 de febrero de 1989. El modelo de segunda generación hizo su debut en el Salón del Automóvil de Tokio en octubre de 1997 y el de tercera se presentó en el Salón de Ginebra, en febrero de 2005.

 

 

 

 

 

FUENTE: http://www.km77.com/01/mazda/mx-5/2016/informacion-precios-313849-p.html


Publicado

21-10-2016

 

 

Mazda MX-5 2015 - Impresiones del interior

 

 

 

El habitáculo del Mazda MX-5 no está pensado para personas altas, al menos cuando el techo está sobre la carrocería. Los asientos van ubicados muy cerca del suelo —ligeramente más que en el modelo precedente, según Mazda—, pero aun así la altura libre al techo es poca y personas que midan a partir de aproximadamente 1,83 metros lo tocarán con la cabeza.

 

 

El espacio disponible en el resto de direcciones también es pequeño (mediciones del interior). Hay que acostumbrarse a que todo queda cerca, tanto la puerta como el brazo del acompañante. Al principio, no es raro experimentar una sensación de agobio por la falta de espacio, sobre todos aquellos que no estén acostumbrados a este tipo de vehículos. Pero es eso, una falta de costumbre.

 

 

La operación para retirar el techo de la carrocería es muy sencilla, rápida y debe hacerse en su totalidad a mano. Lo primero que hay que hacer es soltarlo del marco del parabrisas (accionando una palanca; imagen e imagen) y luego empujarlo hacia atrás para enclavarlo, presionando, en su alojamiento detrás de los asientos. Es una operación que se puede hacer mientras se conduce (el manual dice que ha de hacerse con el motor parado y desde fuera del habitáculo), con una sola mano y en muy poco tiempo (unos cinco segundos), pero obliga a forzar un poco la posición del hombro y levantar la espalda del respaldo para conseguir hacer la fuerza necesaria.

 

 

 

 

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La operación para devolver el desplegar el techo sobre la carrocería es igual de sencilla, rápida y también puede realizarse en movimiento. En este caso lo primero que hay que hacer es tirar de un mando que hay entre los asientos (imagen) para liberar a la capota de su anclaje. Al liberarse, la capota se eleva un poco, lo que permite tirar de ella (hay un par de agarraderos en la capota pensados para ello) y llevarla al marco del parabrisas, donde se fija a éste con la misma palanca utilizada al principio para soltarla.

 

 

La estanqueidad de la capota parece buena. Hemos conducido el MX-5 bajo una lluvia torrencial de unos 20 minutos de duración y no había ningún resto de agua en el habitáculo. Tampoco vimos nada de agua después de meter el coche en un túnel de lavado.

 

 

Los asientos pueden ser de dos tipos: los de serie (imagen) o unos fabricados por Recaro (imagen), que sólo están disponibles en para el motor de 2,0 litros con el nivel de equipamiento Luxury Sport. Nos han gustado más estos últimos porque son un poco más anchos, recogen mejor la espalda y tienen un mullido más firme. Pero los asientos básicos no dan mal resultado. En ningún caso tienen regulación en altura de la banqueta, aunque sí es posible variar ligeramente su inclinación elevando la parte delantera de esta (con el mando giratorio que se ve en esta imagen; la palanca es para regular la inclinación del respaldo). El asiento del acompañante lleva fijaciones Isofix y Top Tether pero por la forma del asiento (estrecho y con los laterales muy marcados) puede ser muy difícil colocar una silla infantil; hay un sensor en el asiento que activa o desactiva el airbag automáticamente.

 

 

Con el equipamiento Luxury y Luxury Sport se incluye de serie un sistema de sonido BOSE con nueve altavoces, cuatro de ellos integrados en los reposacabezas de los asientos (dos en cada asiento; imagen). La idea de estos altavoces es la de que los pasajeros escuchen mejor el sonido cuando se conduce con el techo quitado. Ciertamente cumplen su función, pero tienen el inconveniente de que al ocupar el espacio que ocuparía la espuma del reposacabezas, vuelven a estos duros e incómodos. Por estos altavoces también se reproduce el sonido del teléfono móvil, lo que facilita mucho entender la conversación.

 

 

 

 

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El volante tiene regulación en altura y no en profundidad. La ausencia de esta regulación implica que los conductores a los que le gusta llevar el volante cerca del cuerpo, deban acercarse a los pedales un poco más de lo que les resultaría óptimo. La palanca del cambio está en una posición ideal por la cercanía con el volante. El freno de estacionamiento es siempre de palanca.

 

 

Hay suficientes huecos de tamaño pequeño para vaciar los bolsillos. No hay guantera en el salpicadero (el modelo anterior sí la tenía), sino un cajón grande con tapa y cerradura justo entre los respaldos de los asientos (imagen). Justo por detrás de cada uno de los dos respaldos hay otros dos huecos grandes para guardar objetos (imagen), pero el acceso a ellos es mucho más complicado y su tapa, que se encaja y desencaja con cierta dificultad, no invita a ser manipulada con frecuencia.

 

 

El Mazda MX-5 tiene un maletero de solo 130 litros de capacidad (imagen). Es, por lo tanto, uno de los descapotables con menos capacidad para equipaje que hay actualmente en el mercado (listado comparativo de descapotables de menos de 4,30 metros de longitud ordenados por volumen de maletero). Caben dos maletas de las permitidas en las cabinas de los aviones, o bien, una de tamaño mediano como la que se ve en esta imagen (mide 61x41x26 cm). Hemos intentado meter una maleta grande (de 72x45x29 cm) pero ha sido imposible.

 

 

La apertura de la tapa del maletero se realiza desde un mando eléctrico ubicado en la parte superior derecha del marco que aloja la matrícula (imagen). Es un lugar extraño, que requiere agacharse para buscar el botón y pulsarlo y que habitualmente está sucio.

 

 

 

 

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La mayor parte de las piezas de recubrimiento son duras pero el acabado, por como encajan unas piezas con otras, es bueno y la impresión de solidez y buen ajuste es notable.

 

 

De los tres sistemas multimedia disponibles para el MX-5 hemos probado el más costoso. La pantalla se ve bien con independencia de cómo incida sobre ella los rayos del sol y su posición en el salpicadero es la adecuada para no retirar durante mucho tiempo la mirada de la carretera al consultar alguna indicación del sistema de navegación (cuyo funcionamiento es bueno por la calidad de las instrucciones habladas y la precisión de guiado).

 

 

Con el vehículo parado, y únicamente con él así, el sistema multimedia se puede manejar táctilmente. De lo contrario, hay que utilizar unos botones y un mando giratorio que hay detrás de la palanca del cambio (imagen). No es raro que al manejar el cambio, sobre todo al meter alguna de las marchas pares, se pulse accidentalmente el mando giratorio con el que se controla el sistema multimedia (imagen) y con ello se cambie de emisora de radio o se entre en un menú no deseado.

 

 

 

 

 

FUENTE: http://www.km77.com/01/mazda/mx-5/2016/interior-habitaculo-319785-p.html

Publicado

21-10-2016

 

 

 

 

Mazda MX-5 2015 - Impresiones de conducción

 

 

 

 

Mazda ha vuelto a conseguir un coche especialmente indicado para aquellos usuarios que busquen un tacto de conducción excelente en carreteras de velocidad media y lenta. El MX-5 2015 lo tiene todo para aquellos amantes de las sensaciones al volante: ligereza, una precisión sobresaliente, una suspensión de excelente calidad (firme pero no seca, y por lo tanto con buena capacidad de absorción) y buena transmisión de información al conductor. Además, tiene unos motores, los dos, que se adaptan muy bien a las cualidades deportivas del MX-5.

 

 

Su conducción recuerda poderosamente a la de las generaciones anteriores, pero hay matices y mejoras. Por ejemplo, la rigidez de la estructura es superior (se notan menos vibraciones en el marco del parabrisas en carreteras en mal estado), el balanceo de la carrocería es menor en los apoyos fuertes en curva y es posible que el tacto de la dirección (con asistencia eléctrica) sea menos informativo, si bien continúa siendo buena para los estándares actuales y lo cierto que es que uno se acostumbra en poco tiempo.

 

 

El MX-5 es muy sensible a las órdenes del conductor —las dé a través del volante o de los pedales—, pero no por ello resulta peligroso porque ante ellas reacciona con suavidad y progresividad. Esto demuestra que un vehículo de reacciones seguras puede resultar también divertido de conducir. El control de estabilidad actúa con discreción y permite un leve deslizamiento del eje posterior, lo justo para disfrutar de la conducción en una carretera de curvas sin comprometer la seguridad. No obstante, sobrepasado un cierto punto, su intervención se hace más tajante y en algunos momentos corta brevemente la aceleración.

 

 

 

 

 

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El peso es una magnitud que tiene un profundo efecto en las reacciones dinámicas de un vehículo y no hace falta ir muy rápido para comprender el motivo por el que la ligereza del MX-5 —pesa entre 1050 y 1090 kg según la versión— es clave en hacer de su conducción una actividad tan placentera. Es llamativo el poco esfuerzo, la inmediatez y la naturalidad con la que se puede cambiar el apoyo del MX-5 de un costado a otro en las curvas, la agilidad e instantaneidad con la que responde a cada movimiento de volante y lo bien que se siente en las frenadas (frena en poco espacio y con buena estabilidad).

 

 

El Alfa Romeo 4C y el Toyota GT86 son dos vehículos afines al MX-5 por esa concepción de deportivo pequeño, ligero y de respuesta rápida, pero exigen más concentración al volante pues sus reacciones son menos previsibles, son más incómodos de suspensión (en especial el Alfa Romeo) e incluso ruidosos. El Mazda, si bien es menos potente, es más fácil de conducir, sin que por ello se le pueda achacar falta de carácter.

 

 

 

Por todas estas sensaciones nos ha sorprendido su resultado en la prueba de esquiva, que esperábamos que fuese mejor (vídeo). Cuesta meter el coche entre los conos tras el primer giro de volante a izquierda. En esta maniobra la dirección parece lenta sin serlo —tiene una desmultiplicación de 15,5 a 1, un valor similar a otros deportivos— y la carrocería tarda en apoyar.

 

 

 

Hay dos posibles configuraciones de suspensión, la estándar y otra más deportiva con amortiguadores del fabricante Bilstein. La primera es la única que puede llevar la versión de 131 CV; la segunda está disponible para la versión de 160 CV con el nivel de equipamiento Luxury o superior. Curiosamente, con la estándar la carrocería queda más cerca del suelo (a 14,1 cm, frente a los 14,9 de la deportiva).

 

 

Ambas son firmes y suavizan bien el impacto de los baches. La deportiva deja menos libertad de movimiento a la carrocería, da menos confort de marcha, pero no es seca y está lejos de ser incómoda. Con la estándar, la inclinación de la carrocería es clara, pero creemos que este movimiento no perjudica de manera sustancial la agilidad en curva, ni la sensación de precisión en los apoyos.

 

 

El cambio de marchas tiene un tacto soberbio. Es de los mejores que hay disponibles en la actualidad, sino el mejor. El pomo está colocado cerca del volante, los recorridos son cortísimos y la inserción es súper precisa. Mazda dice que, tomando como punto de partida la posición del punto muerto, sólo hay que desplazar la palanca 4,0 cm en sentido longitudinal para insertar cualquier marcha. Para poner ese dato en perspectiva, basta con citar dos vehículos sin aspiraciones deportivas, como el Citroën C4 (6,5 cm de desplazamiento) y el Renault Kadjar (6,8 cm).

 

 

El MX-5 no nos parece un coche apropiado para usarlo principalmente para hacer desplazamientos largos por autovía, pues en este tipo de utilización la mayoría de descapotables que aíslan mejor del ruido y del viento. Con la capota puesta sobre la carrocería, el ruido aerodinámico es alto (hay veces que da la sensación de llevar alguna ventanilla sin subir completamente) y los baches hacen que algunos componentes del techo rocen entre sí y suenen. El rumor del motor está siempre presente y el de rodadura también es notable. Con el techo quitado, el sentimiento de resguardo del viento de los pasajeros es inversamente proporcional a su estatura. Así, las personas que midan alrededor de 1,80 metros o más, llevarán más o menos parte de la cabeza fuera de la protección del parabrisas. Por otro lado, el ruido dentro del habitáculo con el techo abierto es alto, incluso con las ventanillas subidas y el pequeño deflector en posición de servicio. Mantener una conversación mientras se circula a 120 km/h se hace complicado porque exige elevar bastante la voz.

 

 

La elección entre el motor menos y más potente no es sencilla. La mejor cualidad del motor de 1,5 litros y 131 caballos es su precio de adquisición (cuesta 1200 euros menos) y buen equilibrio general de funcionamiento. Su respuesta al acelerador es instantánea (si no hiciera ruido pasaría por un motor eléctrico), sube con brío hasta el corte de inyección, situado a unas 7800 rpm, y lo hace con un sonido bonito (el sonido proviene más del escape que del motor). A ritmo de ciudad recupera velocidad desde bajas vueltas sin transmitir vibraciones, pero no puede mantener 120 km/h con la quinta marcha engranada cuando la carretera presenta una pendiente de al menos un 6%, siendo esta la única situación en la que se echa en falta más potencia.

 

 

 

 

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Sus prestaciones han sido las siguientes: ha tardado 6,2 segundos en acelerar de 80 a 120 km/h (utilizando la segunda y la tercera marcha), por lo que no es mucho más lento que un Subaru BRZ automático (5,8 s; desde principios de 2013 ya no está a la venta en España) y un Toyota GT86 manual (5,6 s), ambos con un motor 70 CV más potente (tabla comparativa de prestaciones). Es un resultado coherente con las cifras oficiales de aceleración de 0 a 100 km/h que da cada fabricante (ficha comparativa). Más allá del rendimiento individual de cada motor, la ligereza aquí es clave, ya que el Mazda es 287 kg más ligero que el Subaru y 264 kg más que el Toyota.

 

 

Este motor consume poco aunque se le exija mucho. En conducción deportiva, utilizando con mucha frecuencia marchas cortas y la máxima capacidad de aceleración del vehículo, el consumo máximo que hemos registrado ha sido 8,4 l/100 km. En la prueba de consumo de km77.com —un trayecto por autovía, circulando en la marcha más larga posible, acelerando con suavidad y haciendo un meda de 120 km/h reales— ha gastado 6,8 l/100 km. Con el Subaru BRZ obtuvimos en la misma prueba 7,2 l/100 km, mientras que con el Toyota GT86 fueron 7,3 l/100 km.

 

 

Su consumo también es bueno si se compara con algunos de los turismos pequeños con motor de gasolina más vendidos en España, como el Nissan Micra 1.2 80 CV (6,8 l/100 km), el Renault Clio 0.9 TCe 90 CV (6,9 l/100 km) y el Volkswagen Polo 1.2 TSI 110 CV (6,7 l/100 km).

 

 

El motor de 160 caballos ofrece un empuje más contundente que se nota desde el primer momento. En el fondo, esa mayor potencia realmente no nos parece necesaria para el planteamiento del MX-5, pero quizá sí la valoren aquellos conductores que quieran las prestaciones propias de un vehículo deportivo (que seguramente echen en falta más potencia también en el de 160 CV). Este MX-5 2015 de 160 caballos es muy superior al modelo anterior de idéntica potencia, ya no sólo porque sea mucho más veloz, sino también porque su motor vibra menos a medida que sube de régimen y da la impresión que alcanza un régimen alto con más facilidad (el corte de inyección está alrededor de 6800 rpm).

 

 

Respecto a la de 131 CV, las versión de 160 CV es medio segundo más rápida acelerando de 80 a 120 km/h y 3,8 recuperando en s..ta entre esos mismos limites. Su consumo es más alto (en el recorrido comparativo ha gastado 7,4 en vez de 6,8 l/100 km) pero no llega a dispararse en ningún momento y lo habitual, incluso utilizando con relativa frecuencia la capacidad máxima de aceleración, es que el consumo del ordenador esté entre siete y ocho litros.

 

 

 

 

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La versión de mayor potencia tiene otros puntos a su favor al margen de los 29 caballos adicionales. Primero y ya comentado, puede tener una suspensión Bilstein de mayor calidad. Segundo, nos ha parecido que la dirección tiene mejor tacto porque se nota más cuando el coche pasa de estar en recta a apoyarse en una curva. Es posible que ese mejor tacto de la versión de 2,0 litros se deba a la amortiguación, pero también a la diferencia de ruedas (son de 16 pulgadas en el 1.5 y de 17 en el 2.0) o a otros ajustes. Tercero, tiene un diferencial autoblocante que mejora la tracción en las curvas. Y, cuarto, los frenos de disco son de mayor tamaño (los cuatro; ficha comparativa).

 

 

Ahondando en el tema de los frenos, los discos delanteros del MX-5 2.0 160 CV miden 280 mm, mientras que en el 1.5 131 CV miden 258 mm (igual que en un Renault Twingo). En nuestra medición de frenada de 120 a 0 km/h el de 131 CV ha empleado 52,6 metros; el de 160 CV, lo ha hecho en 51,5 metros. (los neumáticos son diferentes, Yokohama Advan Sport V105 195/50 R16 y Michelin Pilot Sport 3 205/45 R17). Es un dato claramente mejor que el del GT86, cuyos discos delanteros miden 294 mm y necesita 56,7 metros en la misma prueba de frenada (tabla comparativa de frenadas). El tacto del pedal es bueno y el rendimiento del sistema de frenos aguanta bien un uso intenso.

 

 

 

 

 

FUENTE: http://www.km77.com/01/mazda/mx-5/2016/impresiones-conducion-319783-p.html

Publicado

21-10-2016

 

 

 

 

Mazda MX-5 2015 - Información técnica

 

 

 

El MX-5 2015 mide 3915 milímetros de longitud, 1730 de anchura y 1235 de altura. Por lo tanto, es más corto que los MX-5 de las anteriores generaciones, más ancho y ligeramente más alto. Su distancia entre ejes es 2315 milímetros, 15 mm menos que el anterior y 175 mm menor que la del modelo más pequeño que Mazda comercializa en España, el Mazda2.

 

 

Conserva la configuración mecánica básica del modelo anterior (imagen de la estructura del modelo anterior e imagen del nuevo). Tiene motor delantero central y tracción en las ruedas traseras. Como novedad, Mazda señala que el motor va más retrasado respecto al eje delantero y más cerca del centro de gravedad que antes. La caja de cambios es manual y tienen seis relaciones (es nueva).

 

La suspensión es de paralelogramo deformable en los dos ejes. La delantera está básicamente formada por dos elementos superpuestos, mientras que la trasera tiene cinco brazos (algunos perpendiculares al sentido de la marcha y otros oblicuos). Esta estructura también la tenía el anterior MX-5. Algunos brazos de la suspensión, así como otras piezas son de aluminio para reducir el peso.

 

 

 

Mazda dice en su comunicado que ha reducido el peso del coche «consiguiendo los más altos niveles de rigidez y seguridad frente a colisiones». Entre otras cosas, para rebajar el peso, ha utilizado aluminio en algunas piezas (el capó, la tapa del maletero, las aletas delanteras, los refuerzos de los paragolpes y las manguetas de las ruedas delanteras) que en el anterior modelo no eran de este material. La capota de lona también es más ligera (algunas piezas de su estructura también son de aluminio), de tal manera que ayuda a reducir el centro de gravedad. Otra medida para reducir el peso, son los agujeros que hay en algunas partes de la estructura (imagen), que según Mazda, no afectan a la rigidez. Los nuevos motores también son más ligeros que los precedentes, así como las cajas de cambios y diferenciales.

 

 

 

 


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El peso del Mazda MX-5 con motor de 131 caballos es 1050 kg (casi lo mismo que un Citroën C3 con motor de 68 caballos) y 1075 con el motor de 160 caballos. Gracias al peso bajo, la aceleración desde parado hasta 100 kilómetros por hora es buena: 8,3 y 7,3 segundos respectivamente, mucho mejor que en los modelos de la anterior generación. La velocidad máxima es normal para un coche de su potencia.

La gama de motores está compuesta por dos de gasolina pertenecientes a la familia SKYACTIV-G, es decir, tienen inyección directa, una relación de compresión muy elevada y no utilizan turbocompresor. Hay uno de 1,5 litros de cilindrada con 131 caballos de potencia a 7000 rpm (actualmente no hay ningún otro Mazda que tenga un motor de 1,5 litros con esta potencia) y otro de 2,0 litros, con una potencia de 160 caballos —enlace a fichas técnicas—.


El motor de 1,5 litros es similar al que tienen los Mazda2 y 3, pero con cambios importantes. Mazda dice que «muchos componentes se han modificado para adaptarlos a la distribución y al tamaño del coche, aprovechando de paso para mejorar sus prestaciones y reducir el peso». Estos motores corresponden a la primera generación de motores SKYACTIV, pero ya ha anunciado alguna de las características de la segunda y tercera generación (más información).

 

 

En ambos motores, la caja de cambios es manual de seis velocidades. Los desarrollos de transmisión son muy parecidos en las dos, con una s..ta de casi 40 km/h cada 1000 rpm, es decir, en esa marcha no se puede llegar al régimen de potencia máxima.

 

 

Las ruedas y los frenos son distintos para cada motor. Así, el Mazda MX-5 con motor de 1,5 litros lleva ruedas 195/60 R16 y discos de freno delanteros de 258 mm de diámetro y posteriores de 255. El Mazda MX-5 con motor de dos litros lleva neumáticos 205/45 R17 y cuatro discos de freno de 280 milímetros de diámetro (ventilados los delanteros). La desmultiplicación de la dirección y vueltas de volante de tope a tope son idénticos para ambos modelos (15,5 a 1 y 2,7 respectivamente). El depósito de carburante es de 45 litros.

 

 

En esta generación el pilar del parabrisas está más retrasado y es más estrecho que en la precedente, con el objetivo de mejorar la visibilidad del conductor y conseguir un diseño más armónico. Por otra parte, el habitáculo está más retrasado para que los ocupantes vayan sentados en el centro del vehículo y también más cerca del suelo.

 

 

 

 

 

 

FUENTE: http://www.km77.com/01/mazda/mx-5/2016/informacion-tecnica-319787-p.html

Publicado

Mazda MX-5 - Interior

 

 

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