Ocio Publicado 13 de Diciembre del 2017 Autor Denunciar Publicado 13 de Diciembre del 2017 . . Comparativa de clásicos: BMW M1, Mercedes C111 y Porsche 911 Carrera RS . . Responder
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a34323 Publicado 14 de Diciembre del 2017 Denunciar Publicado 14 de Diciembre del 2017 Me encantan los coches antiguos/viejos/clásicos/chatarras. Cada día que pasa, más enamorado estoy de ellos. La simplicidad y no tanto plástico y lavadoras de hoy Responder
Carlisu84 Publicado 14 de Diciembre del 2017 Denunciar Publicado 14 de Diciembre del 2017 hace 3 minutos, a34323 dijo: Me encantan los coches antiguos/viejos/clásicos/chatarras. Cada día que pasa, más enamorado estoy de ellos. La simplicidad y no tanto plástico y lavadoras de hoy +1 Responder
Ocio Publicado 17 de Diciembre del 2017 Autor Denunciar Publicado 17 de Diciembre del 2017 15/12/2017 La historia que hay detrás del logo de Audi Para explicar la evolución y el significado del logo del fabricante alemán, debemos remontarnos al año 1899. Érase una vez… Una compañía de automóviles denominada “Horch”, como su creador August Horch, que se fundó en Colonia allá en el año 1899. Las cosas iban bien, tan bien que la compañía llegó a fabricar su primer automóvil. Sin embargo, ocho años después de esa ópera prima, August abandonó la compañía a causa de las muchas desavenencias con sus socios, dispuesto a fundar su propia empresa. Dicho y hecho. La llamó “August Horch & Cie. Motorwagenwerke AG” y construyó su sede en Zwickau. El problema fue que el nombre de Horch ya estaba registrado previamente (por su antigua compañía), así que, tras el lío judicial, las autoridades le prohibieron el uso de tal nombre como marca de automóviles. Lo cierto es que nuestro querido August era bastante testarudo, por lo que no estaba dispuesto a abandonar la idea de que su nueva compañía tuviera su propio apellido como nombre, aunque tuviera que ser en otro idioma. ‘Horch’ significa ‘escucha’ en alemán, así que August tradujo la palabra al latín y de ahí salió “Audi Automobilwerke”, el nuevo y definitivo nombre de la compañía. El tiempo iba pasando mientras la economía del país desmejoraba a marchas forzadas tras finalizar la Primera Guerra Mundial, dejándolo prácticamente sumido en la miseria. Como consecuencia de esta difícil situación, muchas compañías entraron en bancarrota, otras, en cambio, se unieron para sumar esfuerzos y salir adelante. Éste fue el caso de Audi, que se unió a otras tres compañías: Wanderer, DKW y Horch. Sí… Horch, de nuevo. He ahí los cuatro aros, que simbolizaban cada una de las cuatro compañías, reunidas en una nueva firma llamada Auto Union. No obstante, la primera vez que se presentó el logo al público fue durante el verano de 1932. Con la intención que las cuatro marcas no rivalizaran entre sí, se destinó cada una de ellas a un sector en concreto. Horch salió ganando, quedándose con los vehículos de lujo de alta gama. DKW se hizo con las motocicletas y los coches pequeños; Wanderer, con los vehículos de tamaño medio; y Audi, con los automóvile de lujo del segmento medio. La Segunda Guerra Mundial volvió a dejar un panorama desolador en Alemania. Durante aquellos duros años, no había cabida para el lujo, así que tanto Horch como Audi desaparecieron del mapa, sobreviviendo los pequeños utilitarios de DKW. Sin embargo, entre 1964 y 1966, Volkswagen se hizo con la totalidad de las acciones de Auto Union. Dos años después, en 1968, se relanza Audi como la marca de presentación del Audi 100, que lucía ya los cuatro aros –muy parecidos a los actuales–. FUENTE: http://www.elperiodico.com/es/motor/noticias/trending/la-historia-que-hay-detras-del-logo-de-audi-6498029 Responder
Ocio Publicado 17 de Diciembre del 2017 Autor Denunciar Publicado 17 de Diciembre del 2017 16/12/2017 El museo August Horch y los orígenes de Audi En Zwickau, a 300 km al sur de Berlín, un museo cuenta la historia del fundador de la conocida fábrica alemana La sede del museo August Horch en Zwickau, al lado se ve la mansión de este pionero de la industria automotriz A veces un museo dedicado a los autos puede contar brevemente la historia de un país. Es el caso del August Horch Museum ubicado en la ciudad de Zwickau, en el oeste del estado alemán de Sajonia, a 300 km al sur de Berlín. En esta región, el paisaje bucólico de las montañas Erzgebirge ("montes metálicos") con sus bosques de pinos y las aguas del río Zwickauer Molde, se unieron a la minería del carbón y la plata, a las industrias, a las viejas murallas medievales y los modernos centros de esquí. Zwickau es también la ciudad natal del músico Robert Schumann -célebre compositor del romanticismo del siglo XIX- y de otras personalidades, como el pintor vanguardista Max Pechstein y el editor Salman Schocken. El museo funciona hoy en lo que fue la primera fábrica creada por August Horch en 1904 en Zwickau. Recorrerlo es también releer la agitada historia alemana del siglo XX. La leyenda dice que hacia 1909, disgustado con sus socios, Horch se decidió a crear otra empresa. Por razones legales no podía usar su propio apellido en la nueva fábrica y se inspiró en el latín. Se decidió por la palabra Audi, que evocaba en latín el mismo significado de su apellido. En alemán, Horch quiere decir "oye". Un afiche publicitario de la fábrica Audi, fundada por August Horch Aquella fábrica es ahora el corazón del museo, un complejo de 3.000 metros cuadrados y varios pisos, restaurado y modernizado en 2004 por la empresa Volkswagen -dueña de la marca Audi- junto al municipio de Zwickau (www.horch-museum.de). Allí se pueden ver más de 80 autos clásicos, junto a reconstrucciones de época con escenas urbanas. Horch creía que participar en las carreras sería útil para publicitar sus autos, como lo demuestra un Audi Type B de 1910 que puede verse en el museo. Vista del interior del museo, en primer plano un Audi cabriolet de la década de 1930 En distintas salas se reparten distintas escenografías. Por caso, una calle en la década de 1930 y una estación de servicio o una tarde de picnic, ilustran el avance de la motorización en la sociedad de esos años. La reconstrucción de una estación de servicio, con coches Horch y Auto Union a la hora de cargar nafta, hacia 1930 También se ve un sector de la antigua fábrica con sus máquinas. En ciertos días, es posible participar de una visita donde el guía -un actor con vestuario de época- parece ser August Horch y cuenta su historia. Es más, al lado del museo está la mansión donde vivió Horch, que puede visitarse. Sajonia, cuna de la industria automotriz Dentro del museo hay proyecciones de cine en un auditorio y allí se cuenta que la industria automotriz alemana nació en Sajonia hace más de cien años. FUENTE: https://www.clarin.com/viajes/museo-august-horch-origenes-audi_0_HJxGU_3bG.html Responder
Ocio Publicado 17 de Diciembre del 2017 Autor Denunciar Publicado 17 de Diciembre del 2017 . August Horch en sus primeros años en la fábrica, hacia 1910 Por caso, en el año 1929 en la fábrica de Horch trabajaban 2.500 personas y se producían 14 autos por día. Con la crisis económica, en 1932 nació Auto Union, fruto de la asociación de Audi con otras marcas locales, como DKW, Wanderer y Horch. Los cuatro anillos que hoy identifican a la marca Audi nacieron en aquel año, evocando a esas cuatro marcas. Un lujoso auto Horch 920 Pullman Limousine que perteneció a la embajada de Alemania en Buenos Aires en la década de 1930 Hasta que en 1939 se inició la Segunda Guerra Mundial, el grupo Auto Union vivió años de esplendor. Cada una de las cuatro marcas siguió vigente y se especializó en una clase particular de autos. Horch se dedicó a los autos de alta gama. Eran coches de hasta 12 cilindros, tracción delantera, volante a la izquierda, sistemas de transmisión, frenos y carburación muy avanzados. Todo eso iba envuelto en elegantes carrocerías diseñadas por Ferdinand Porsche, entre otros. Autos de carrera y de lujo El mismo Porsche contrató a un famoso ingeniero, Robert Eberan von Eberhorst, quien hasta 1940 diseñó notables coches de carrera. Entre ellos el Auto Union Type D Grand Prix que correría un famoso piloto de la época, Tazio Nuvolari. Otro modelo, el Auto Union Type C , corrió en 1937 a casi 400 km por hora con el piloto Bernd Rosemeyer. Algunos de estos coches están expuestos en el museo, que cada tanto cambia las atracciones de la exposición. El imponente Horch cabriolet 853 del año 1936 Horch también hizo los autos más lujosos, como el Horch Typ 670 de 12 cilindros, además de elegantes coches deportivos. Por caso, las coupés 850, 853 y 855 que se lucían junto a estrellas de cine como Marlene Dietrich. El reconocimiento a la calidad estos autos creció con el tiempo. Según el diario The New York Times, en 2008 un raro ejemplar del Horch 853 Special Roadster del año 1938 se subastó en Londres por 1.800.000 dólares, en un remate organizado por la firma RM Auctions. Un coche Audi 920 de 1939 expuesto en el museo Horch En el subsuelo del museo se muestra la relación entre los autos y la sociedad de la época. La motorización de las décadas de 1920 y 1930 se ejemplifica con modelos de Wanderer y DKW, expuestos en lo que era una concesionaria de autos en 1935. Hay allí coches que hicieron historia, como el taxi Wanderer W24 y el furgón comercial DKW F7. FUENTE: https://www.clarin.com/viajes/museo-august-horch-origenes-audi_0_HJxGU_3bG.html Responder
Ocio Publicado 17 de Diciembre del 2017 Autor Denunciar Publicado 17 de Diciembre del 2017 . Años de guerra y posguerra El museo cuenta que durante la guerra, Auto Union empleó prisioneros traídos del campo de concentración de Flössenburg para fabricar motores de aviones y tanques, además de camiones y camionetas blindadas como los Horch 901 y 108. Una camioneta militar Horch modelo 901 del año 1942, expuesta en los salones del museo en Zwickau Hacia el año 1944 las fábricas de la sociedad Auto Union ubicadas en Zwickau y en la vecina ciudad de Chemnitz fueron casi destruidas por los bombardeos aliados. Coches y camionetas fabricados para el ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial, expuestos en el museo En 1945 la zona quedó bajo control de las tropas de la Unión Soviética y luego esta región de Sajonia pasó a integrarse en la nueva República Democrática Alemana en 1949. En 1948 la firma Auto Union se reinstaló en la ciudad de Ingolstadt, en Baviera, zona controlada entonces por Estados Unidos y que luego sería parte de la República Federal de Alemania. Con sus 81 años de edad, August Horch ocupó en esa empresa un puesto directivo. Mercedes Benz compró Auto Union en 1959 pero en 1964 se la vendió a Volkswagen, quien hasta hoy es dueña de la marca. La época de los Trabant y después Mientras tanto, en Zwickau, la antigua sede de la fábrica siguió haciendo historia. Fue aquí mismo, entre los años 1957 y 1991, cuando la empresa estatal alemana VEB Sachsenring Automobilwerke Zwickau fabricó casi tres millones de autos Trabant, un coche símbolo de la época. El mítico auto Trabant hacia el año 1973 cuando se habían fabricado en Zwickau un millón de estos coches Una parte del museo está dedicada a ellos, los rústicos "Trabis", que tenían carrocería de plástico y mecánica sencilla. Es más, frente al museo se puede ver el Trabant Denkmal, una obra del escultor local Berthold Dietz que los evoca con humor y nostalgia. La escultura dedicada al coche Trabant, que fue un símbolo de época en Alemania oriental durante la posguerra Después del año 1945 la marca Horch desapareció del mercado. Pero en la tienda del museo se venden réplicas en escala de varios autos. Y también libros en alemán como "Horch: typen, technik, modelle", de los expertos Peter Kirchberg y Jürgen Pönisch, con imágenes e información sobre los modelos y la tecnología de Horch. No faltan en la tienda los libros y réplicas de los autos DKW o Wanderer, además de los Audi fabricados aquí entre los años 1909 y 1945. La antigua fábrica Horch en Zwickau fue reciclada en 2004 para ser parte de los salones del museo En el museo, la exposición actual también muestra la producción de Volkswagen en Zwickau luego de 1990 con modelos como Passat y Golf.Acaso por esta larga historia de más de cien años, Audi tenía que volver a hablar de sus orígenes. Tenía que volver a Zwickau, la ciudad de Sajonia donde todo empezó en 1904. FUENTE: https://www.clarin.com/viajes/museo-august-horch-origenes-audi_0_HJxGU_3bG.html Responder
Ocio Publicado 20 de Diciembre del 2017 Autor Denunciar Publicado 20 de Diciembre del 2017 20/12/2017 Coches para el recuerdo: Seat 124 Sport (ruta por Madrid y Segovia) De la mano de SEAT Coches Históricos vamos a recorrer España y sus carreteras. Arrancamos con el 124 por la sierra de Guadarrama y los mejores rincones de Madrid y Segovia. La mañana está fresca en Miraflores de la Sierra, localidad al norte de Madrid situada entre la cuenca alta del Manzanares y las estribaciones de la Sierra de Guadarrama. En la plaza del Álamo empieza el trasiego diario, ahora huérfana del centenario olmo al que Vicente Aleixandre dedicó un hermoso poema. Un hongo letal acabó con él hace unos años, como con otros muchos de los plantados en medio de las plazas españolas por orden de Carlos III (siglo XVIII). Sentados en la terraza del bar que da nombre al pueblo, el café y el pincho reconfortan a cualquiera. Dentro, cuelga de la pared una amarillenta página de periódico enmarcada y un párrafo subrayado: “Su tortilla es un peaje obligado para moteros y ciclistas como Contador. Jesús no quiere contar su secreto, pero lleva más de 30 años cuajándolas”. A disfrutar con el Seat 124 Subimos ya al Seat 124, que arranca a la primera. Su motor biárbol 1.600 todavía está en temperatura después de los casi 50 km que ha rodado desde el centro de Madrid. Ponemos rumbo al puerto de Canencia, tramo célebre de los rallyes madrileños junto al de la Morcuera, que nace también de la plaza macureña. Aquí despuntaron y vencieron históricos pilotos como José Manuel Lencina, Emilio Zapico, Lucas Sainz y Jorge de Bagration durante los años 70 y 80. La carretera da para gozar y divertirse al volante de un coche como éste, con casta. Asciende serpenteando hasta los 1.524 metros de altitud, así reza en un cartel. Antes de llegar el pueblo de Canencia se puede divisar a la derecha el pico Cabeza de la Braña (1.782 m). El motor hispano-italiano pide ir alto de vueltas. Los dos carburadores Weber le daban un carácter deportivo hasta entonces (1971-1972) desconocido en un Seat: 110 CV de potencia de puro nervio, digeridos por una caja de cinco relaciones, aunque aquí bastan la tercera y la cuarta. Sólo en alguna “paella” requiere hacer uso de la segunda. Después de girar a la izquierda y tomar la carretera M604, la ruta se despeja y se ensancha unos kilómetros antes de llegar a Lozoya, cuyo trazado bordea la orilla norte del embalse de La Pinilla. El puerto de Navafría es otra zona pintoresca envuelta entre pinares, pretiles de piedra y riachuelos que se crecen durante la época del deshielo. Los últimos kilómetros antes de alcanzar los 1.773 m de altura, en el límite entre las provincias de Madrid y Segovia, son una sucesión de curvas y contracurvas de enorme belleza automovilística. . El paisaje vuelve a limpiar antes de divisar, sobre un alcor, la monumental localidad de Pedraza. Sólidamente amurallado, el arco fortificado de la Puerta de la Villa da acceso a este pueblo medieval y señorial. Sus empedradas calles hacen rechinar las suspensiones del Seat 124 y en algunas intersecciones se estrechan tanto que hay que afinar el tiro. Entre semana se hallan casi desiertas, a diferencia de los días festivos y veraniegos, cuando hordas de turistas las transitan en un ir y venir entre su porticada plaza Mayor y el castillo. Levantada en el siglo XIII, esta fortaleza fue adquirida y restaurada por el pintor Ignacio Zuloaga en 1926. FUENTE: http://www.autopista.es/clasicos/articulo/seat-124-sport-coche-mitico-clasico-ruta-sierra-guadarrama-madrid-segovia Responder
Ocio Publicado 20 de Diciembre del 2017 Autor Denunciar Publicado 20 de Diciembre del 2017 . El mediodía nos pilla frente a otro fortín elevado, el castillo de Turégano, población de origen celtibérica. Hasta allí se llega por la C603, cuyo último tramo son largas rectas que permiten comprobar que el Seat 124 se encuentra en un estado de forma excepcional como para ir adelantando cómodamente a coches “jóvenes” de cuarenta años menos. Después de parada y fonda en uno de sus típicos restaurantes de la plaza principal y degustar indefectiblemente un asado de la zona, continuamos hacia Segovia. . Declarada Patrimonio de la Humanidad, la capital castellana tiene en su acueducto romano una visita obligada. Pero no la única. La catedral, el Alcázar, la plaza de Medina del Campo, la casa del conde de Alpuente, la Alhóndiga —antiguo almacén de cereales del siglo XV— y sus numerosas iglesias invitan al viajero a perderse por su maraña de calles, que cuando las fuerzas flaqueen no faltará dónde tomar un buen vino o degustar el tradicional tostón asado. Apenas 12 km separan Segovia de otra villa y corte, el Real Sitio de San Ildefonso. Felipe V mandó construir su versallesco Palacio Real en 1731, y junto a él las no menos reales fábricas de cristales y tapices. La Granja y Valsaín quedan atrás mientras nos adentramos de nuevo en plena serranía de Guadarrama, en dirección a Navacerrada. Otra vez aparecen los bosques de pinos que envuelven la zigzagueante carretera, antes de llegar al alto donde madrileños y segovianos se juntan en invierno en torno a sus pistas de esquís. El descenso rápido a Madrid invita a buscar la autopista A6, aunque todavía existe la opción de seguir disfrutando de la conducción buscando el desvío hacia Cercedilla, Guadarrama, la no menos monumental localidad de El Escorial y Galapagar. Al final, otro célebre punto del automovilismo deportivo como es la Cuesta de las Perdices, en plena A6, nos adentra en Madrid. Para entonces, el sol se va ocultando y la céntrica puerta de Toledo nos recibe con su habitual iluminación y bullicio. El Seat 124 ha sido un excelente compañero de viaje en carretera abierta, pero el extenuante tráfico de la capital ya no es su hábitat. Mejor no castigarle ahí. La ruta . Al volante del SEAT 124 Sport El Seat 124 Sport zarandeó el mercado español de cupés con ciertas pretensiones deportivas, justo antes de que el «crack» del 73 pusiese coto a los modelos de prestaciones y consumos altos. Hasta entonces, los gallos del corral nacional habían sido los Alpine A110 y poco más. Su hermano pequeño, el 850 Sport Coupé, era eso, el pequeño; y los deseados Alfa GTV, Ford Capri, Opel GT y Peugeot 504 todavía entraban por la aduana a cuentagotas y con elevados costes. Así es que los 110 CV de potencia de su motor 1.600 biárbol se presentaban bastante apetecibles a los ojos de los conductores más briosos… y pudientes. No era barato. Este ejemplar apareció bajo una capa de polvo y ha sido restaurado de pe a pá. De ahí que tenga un aspecto mejor que nuevo, un tacto fino y un funcionamiento redondo. Un coche de estreno, en definitiva. El cuatro cilindros es bastante elástico y con un rango bastante amplio de utilización entre 3.000 y 6.500 vueltas. Aunque para que de verdad vaya alegre y los carburadores no se emborrachen, requiere ir en la zona alta. La caja de cinco relaciones es una delicia, rápida de manejo y de funcionamiento, y el bastidor puede de sobra con las prestaciones que es capaz de desarrollar. FUENTE: http://www.autopista.es/clasicos/articulo/seat-124-sport-coche-mitico-clasico-ruta-sierra-guadarrama-madrid-segovia Responder
Ocio Publicado 20 de Diciembre del 2017 Autor Denunciar Publicado 20 de Diciembre del 2017 Seat 124 Sport: de ruta por la Sierra de Guadarrama y Segovia Nuestro protagonista esta semana de “Coches para el recuerdo” es el Seat 124 Sport. Aprovechamos para hacer una ruta con el mítico coches español por la Sierra de Guadarrama y Segovia. ¡No te pierdas todas las fotos! FUENTE: http://www.autopista.es/galerias/seat-124-sport-ruta-sierra-guadarrama-madrid-segovia-fotos-imagenes . . . . Responder
Ocio Publicado 20 de Diciembre del 2017 Autor Denunciar Publicado 20 de Diciembre del 2017 . . Seat 124 Sport: de ruta por la Sierra de Guadarrama y Segovia . . Responder
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