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Viajando en el “tiempo”, te acuerdas de …………..


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31 Diciembre 2017

 

 

 

 

Así era el DAR, el primer coche eléctrico fabricado en España en 1946

 

 

 

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Aunque hoy en día muchos hablan de los coches eléctricos como si fueran una nueva y disruptiva tecnología, nada más lejos de la realidad. El primer vehículo con este tipo de tracción fue inventado en 1838, y para principios del siglo pasado eran los auténticos eran los dueños de las carreteras... hasta que fueron sustituidos por los de combustión.

 

 

A mediados del siglo pasado los coches eléctricos casi habían desaparecido. Pero no todos se resignaron a darlos por muertos, y en 1946 se fabrica el primer coche eléctrico español: el DAR. El coche fue diseñado por Francisco Domínguez-Adame Romero (Sevilla, 1905-1987), que en poco más de cinco meses se encargó de diseñarlo, construirlo artesanalmente con ayuda de su familia y matricularlo. Esta es su historia.

 

 

Todo empezó con la escasez de combustibles

Francisco Dominguez Adame Romero Creador Del Dar Francisco Domínguez-Adame Romero, creador del DAR
 
 
 

Francisco Domínguez-Adame Romero era doctor en Ingeniería Industrial y catedrático de Hidráulica y Motores Térmicos, y la idea de fabricar su propio coche eléctrico empezó a rondarle a principios de los años 40. En aquella época España estaba sufriendo una tremenda escasez de combustibles desde el final de la Guerra Civil, y esta no hizo sino empeorar con la Segunda Guerra Mundial.

 

 

Esto llevó a que se impusiesen varias medidas en España, como la prohibición de usar el vehículo determinados días de la semana en función de la matriculación. Ante aquella situación, Domínguez-Adame Romero decidió diseñar un vehículo que le permitiese dejar de depender de las ordenanzas municipales sobre los coches con motores de explosión y combustión.

 

 

Su primer intento de coche eléctrico no le salió demasiado bien. Intentó electrificar un Fiat 508 (Balilla), pero su sistema de embrague, la caja de velocidades, la transmisión y el diferencial acabaron diéndole demasiados problemas. Acabó descartando el proyecto. Decidió entonces no basarse en ningún vehículo existente, sino crear uno desde cero con un diseño totalmente diferente, y que contase con batería y motores eléctricos.

 

 

"Una noche dibujé en proyección vertical y horizontal el nuevo coche, y al día siguiente hice por descriptiva los desarrollos de las chapas en su verdadera magnitud y a una escala 1:10", relató el propio Francisco. "Seguidamente, me traje a casa, al sótano, varias chapas y con tijeras de mano corté las tiras que formaron el futuro chasis".

 

 

 

Un proyecto casero hecho en familia

Bocetos Del Diseno Del Dar Bocetos del diseño del DAR

 

 

 

 

El coche se empezó a fabricar en el sótano de su chalet en el barrio del Porvenir, en Sevilla. Allí realizaron los primeros cortes de la chapa para darle forma al chasis y la carrocería, algo para lo que le ayudaron sus dos hijos. El chasis era tubular y de 9 centímetros de diámetro, y tenía una suspensión independiente en las cuatro ruedas. En su fabricación también colaboró un tornero amigo suyo llamado Antonio Herrera.

 

 

En un chatarrero compró cuatro discos de ruedas de 16 pulgadas de un Opel, y su hermano le dio cuatro neumáticos viejos de un Renault Monaquatre. Él mismo hizo los frenos, utilizando recursos como unas zapatas de chapa que él mismo recortó y soldó. Cuando terminaron lo llevaron al taller de la Escuela de Peritos Industriales donde trabajaba como catedrático, y allí realizaron con el ensamblaje.

 

 

El resultado fue un coche cuyo cascarón estaba acabado íntegramente de chapa soldada, sin ninguna pieza de madera. Su forma era redondeada y recordaba a un Volkswagen Escarabajo descapotable. Tenía un arco para la capota, un parabrisas fijo, puertas con cristales elevadores, y asientos con muelles y guatas forrados en cuerotex de color rojo inglés con guarnecidos en caobilla, algo de lo que se encargó de coser a mano su esposa.

 

 

 

 

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El coche estaba propulsado por dos motores eléctricos construidos artesanalmente, los cuales tenían ejes de acero, chapa magnética y una carcasa de hierro de dos centímetros de espesor. Este motor conseguía dos caballos de potencia, la cual se transmitían a las ruedas mediante correas trapezoidales para obtener como resultado un coche totalmente silencioso.

 

 

 

El DAR tuvo una autonomía de 80 km, y una velocidad punta de entre 40 y 50 km/h.

 

 

 

En cuanto a las baterías, reutilizó cuatro de 12 V, 15 elementos y 150 Ah de capacidad que daban un total de 60 voltios. Con ellas conseguía obtener 80 kilómetros de autonomía, y su motor le brindaba unas velocidades de entre 40 y 50 km/h dependiendo del número de ocupantes. También tenía marcha atrás, punto muerto, y conexión en serie y en paralelo de los motores.

 

 

El DAR era un coche con capacidad para cinco personas, con tres asientos delanteros y dos en su estrecha parte trasera. Sólo tenía dos pedales, el derecho para el freno hidráulico y el izquierdo para cortar la corriente y elegir la posición de las conexiones entre motores y batería. Vamos, una especie de cambio de marchas. Y lo mejor de todo es que era completamente silencioso y no emitía ningún humo.

 

 

 

El nombre DAR viene de los apellidos de su creador: Domínguez-Adame Romero

 

 

 

Finalmente, una vez terminó de fabricarlo en 1946 fue a matricularlo, y el Ministerio de Industria le dijo que podría hacerlo siempre y cuando registrase una marca comercial para su nueva creación. Y eso hizo, poniéndole al coche el nombre de DAR al utilizar las iniciales de su apellido: Domínguez-Adame Romero.

 

 

No contento con haber fabricado el primer coche eléctrico de España, el DAR también acabó convirtiéndose en un coche híbrido. Como tenía mucho espacio, cuando acabaron las restricciones y las baterías ya se le habían degradado le añadió otro motor de gasolina. Las baterías las sustituyó con un grupo electrógeno para seguir utilizando el motor eléctrico.

 

 

 

Un invento único que acabó en el desguace

Fotografia Del Dar El DAR junto al 600 que acabó sustituyéndolo.

 

 

 

La familia de Domínguez-Adame Romero utilizó este coche durante 12 largos años. Pero este sorprendente ingenio tuvo un final bastante triste, ya que en 1958 acabó en el desguace después de que la familia decidiese venderlo y comprarse un 600.

 

 

Este coche tampoco fue el único invento del ingeniero sevillano. Ya en 1940 le fabricó a sus hijos un pequeño coche eléctrico de madera y carrocería de gutapercha, el cual combinaba un motor de 0,5 CV con pedales para cuando se acabase la batería. Y esta era sólo una versión de un vehículo de tres ruedas que intentó construir años antes a partir de una Harley.

 

 

También proyectó y construyó un molino para elevar el agua de forma económica utilizando una rueda de cuatro metros de diámetro, y proyectó un cambio de velocidades progresivo que no pudo acabar de fabricar. Además, construyó más de 40 gasógenos para turismos y camiones, de los que llegó a patentar el sistema mezclador de gas.

 

 

Estamos por lo tanto ante todo un Elon Musk de la época, sólo que se movía más por las necesidades de aquellos años que por una intención de salvar al mundo. Hubiera estado bien que el DAR se pudiera haber conservado, pero quién le iba a decir a Domínguez-Adame Romero que los coches eléctricos acabarían poniéndose otra vez de moda medio siglo después.

 

 

 

 

 

 

 

 

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01/01/2018

 

 

 

Mitsubishi Re-Model A: así sería hoy su primer vehículo

 

 

 

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¿Qué pasaría si la marca de los tres diamantes decidiera utilizar la plataforma del Outlander PHEV para reconstruir su primer vehículo de pasajeros? El resultado sería el Mitsubishi Re-Model A, que la firma suma a las celebraciones del año de su centenario.

 

 

Para esta acción especial, la compañía nipona se ha asociado con West Coast Customs: así se recreó el Model A de 1917 sobre la base de su coche más avanzado tecnológicamente.

 

 

Manteniéndose fiel a la estética de su ‘ancestro’, el producto final incorpora la estructura original que podía apreciarse hace un siglo y añade mejoras mucho más modernas: el sistema Super All-Wheel Control, capacidades de carga enchufable y medidas de seguridad como el dispositivo de mitigación de colisión frontal.

 

 

De esta forma, el Mitsubishi Re-Model A no sólo conmemora el pasado, sino que celebra los avances en los modelos actuales y arroja luz sobre los próximos 100 años, según el comunicado de prensa de la marca.

 

 

“El equipo de West Coast Customs combinó a la perfección nuestro pasado, presente y futuro”, ha asegurado Francine Harsini, directora de Marketing de la automovilística en Estados Unidos.

 

 

“Ha sido un proyecto estimulante y estamos emocionados al compartir el resultado final. Además, esta construcción única nos ha brindado la oportunidad de integrar varios elementos que nos ayudarán a promocionar el nuevo Mitsubishi Outlander PHEV”, añade.

 

 

 

FUENTE:  http://www.cosasdecoches.com/mitsubishi-re-model-asi-seria-hoy-primer-vehiculo/

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03/01/2018

 

 

 

Coches para el recuerdo: Seat 850 Spider (ruta por el prepirineo)

 

 

 

A las faldas de la cordillera pirenaica, en Huesca, emergen acantilados, riscos, castillos, pueblos medievales y fantásticas carreteras. Ideal para disfrutar de un Seat 850 Spider.

 

 

 

 

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Ya conocía el Seat 850 Spider de otras ocasiones. Recordaba gratamente su moderado nervio y su fácil conducción, que enseguida lo puso de manifiesto en nuestra ruta por el prepirineo oscense. Pero, antes de arrancar con nuestro viaje, continuación del que ya hicimos por la Sierra de Madrid y Segovia con un Seat 124 Sport, conviene repasar un poco la historia y cómo iba este especial descapotable.

 

 

Así era el Seat 850 Sport (Spider)

A finales de los años sesenta entró en España una bocanada de aire fresco. El auge de los tecnócratas trajo bonanza económica, y con ello la década «yeyé», la verdadera popularización del Seiscientos, el turismo —nacional e internacional— y la iniciativa por parte de Seat de fabricar, por fin, su primer descapotable.

 

 

En Italia, Fiat ya había comercializado (desde 1965) un primer 850 Spider con carrocería Bertone y el motor 843 cc. Pero a España no llegaría sino la segunda serie (1969), dotada del motor 903 cc que luego equipó también el Seat 850 Sport Coupé.

 

 

 

 

Seat 850 Spider

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Sus 52 CV de potencia conferían a este Seat 850 Spider cierto talante deportivo. Y hoy como entonces, con poco más de 700 kg de peso, una acertada aerodinámica y, sobre todo, una mecánica que no sólo permite sino que invita a llegarla alegre de vueltas —entre 4.000 y 5.500 rpm—, el Sport Spider sigue siendo un coche divertido de conducir en carreteras secundarias. La puesta a punto llevada a cabo en este ejemplar por Seat Coches Históricos resulta impecable.

 

 

Su perfecto equilibrio entre confort y dureza de suspensiones le confiere una estabilidad irreprochable, agilidad y un manejo fácil. A la hora de ir rápido, el Spider corre, puede mantener un ritmo de 100 km/h y transmite confianza. Y sobre todo, se nota lo bien que apoya el tren trasero en curva, máxime dada su configuración de todo atrás con el motor colgado detrás del eje. Pero, ahora sí, comencemos nuestra ruta.

 

 

Una ruta con mucho encanto

Primera parada: Olvena. La N123, a la salida de la Graus, tiene el tráfico habitual de un día de diario en una capital de comarca como es esta de la Baja Ribagorza. A la izquierda queda el enorme embalse de Barasona, también llamado de Joaquín Costa, en honor al hijo ilustre de la villa, historiador, político e intelectual de principios del siglo XX. En la orilla contraria hay un punto elevado desde donde se divisa todo el pantano de aguas azul turquesa, la montaña y el pueblo al fondo. El atardecer suele dejar una estampa maravillosa.

 
 
 
 

Seat 850

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La carretera nacional corre paralela al río Ésera y sus cañones. El Congosto de Olvena, cerca de donde gira la N123 para llegar al pueblo, es uno de esos hermosos desfiladeros con antiguos puentes, riscos y vistas espectaculares. Una vía ferrata ideal para practicar la escalada. Tras el desvío y un pequeño túnel excavado a la montaña, la carretera se estrecha y asciende entre curvas y antiguos pretiles de piedra. Los 52 CV de potencia del Seat 850 dejan claro enseguida que las subidas se deben atacar alegres, jugando con la tercera y segunda relaciones del cambio para llevar el motor alto de vueltas y evitar que se venga abajo.

 

 

La pequeña localidad de Olvena, de apenas 80 habitantes, es un lugar tranquilo y silencioso, metida ya en la comarca del Somontano. Enseguida sorprende dónde construyeron sus habitantes en el siglo XII lo que debió de ser un castillo castrense, del que apenas quedan las ruinas de la ermita, y el actual cementerio en lo más alto del cerro.

 

 

Desandamos el camino para volver a coger la N123 que nos lleva hasta Barbastro. Ahora es el río Cinca el que fluye de un lado a otro de la vía. La capital del Somontano tiene en la vid, sus vinos y las bodegas uno de sus principales atractivos turísticos y gran actividad comercial. En el centro se puede visitar la catedral de Santa María de la Asunción. Y a solo cinco kilómetros, en dirección a Huesca, también en lo alto de un mirador, el santuario de Nuestra Señora de Pueyo del s. XVI

 

 

Pero antes de llegar a la capital oscense hay que pasar por Alquezar, la puerta este a la sierra de Guara y al pie de la elevaciones de Balcez y Olsón. Hasta allí la A-1232 está jalonada de bodegas, el río Vero y barrancos a uno y otro lado como el de Valcané, San Gregorio, Ártica… El rodar desenvuelto del 850 Spider hace ameno el trayecto. Puede mantener tranquilamente un crucero de 90-100 km/h y permitir disfrutar el aire fresco y el paisaje.

 

 

 

 

Ruta por el prepirineo oscense

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El municipio se levanta sobre un promontorio rocoso y debe su nombre al castillo árabe Al-Qasr mandado construir por Jalaf ibn Rasid en el s. IX. Su casco viejo es un laberinto de estrechas callejuelas que conservan el estilo medieval. Por algunas de ellas, el 850 cabe a duras penas. Un vehículo de hoy día quedaría encajado.

 

 

Gracias a ello, recorremos las calles adoquinadas y descubrimos su encanto, declarado Conjunto Histórico-Artístico: la colegiata de Santa María, su Plaza Mayor con soportales, el Museo Etnológico Casa Fabián y la muralla que rodea la villa y desde la que se puede divisar el valle del Vero.

 

 

A disfrutar del Seat 850 Spider

Retomando la A-1232/1233 iniciamos un tobogán de tramos que nos llevará a Adahuesca y Bierge. Libre de tráfico, la ruta nos permite disfrutar de las bondades del 850 Spider, apurando un motor que se estira bien hasta las 5.000 vueltas y una tercera ideal para mantener el ritmo vivo al que invitan las curvas enlazadas, un cielo encapotado y una temperatura agradable. Pasado Bierge, la A-1227 nos lleva haciendo un constante zigzag por las estribaciones del Parque Natural de Guara. Atravesamos Yaso, Aguas, Loscertales, Sipán.

 

 

A la derecha, el relieve de las montañas prepirenaicas proporciona una silueta solemne y esbelta. Cañones y formaciones rocosas que en invierno se cubren de un manto blanco de nieve pero que en primavera descubren un paisaje verde y accidentado con infinidad de rutas y grutas para practicar distintos deportes al aire libre. En el interior del parque destacan el Salto de Roldán y los embalses de Calcón, Vadiello y más al norte el de Belsué.

 

 

 

 

Seat 850 Sport Spider

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En nuestro itinerario evitamos adentrarnos en el corazón ajetreado de Huesca, bordeando la capital por su vertiente septentrional. Pasado Bandaliés, entroncamos con la N-240, antigua carretera de Tarragona; y pasado Yéqueda volvemos a salir del tráfico denso para tomar la HU-V-3141 en dirección a Banastás y Bolea. La carretera es llana y despejada.

 

 

Administrativamente, Bolea es hoy la capital de la comarca de la Hoya, pero en tiempos fue una plaza destacada de los musulmanes que servía de defensa de Al-Andalus frente a los reinos cristianos del norte. Cómo no, se levanta en un promontorio protegido por la Peña de Gratal. En la parte más alta del municipio se encuentra la colegiata de Santa María la Mayor del s. XVI, con soberbias columnas, bellas filigranas, un retablo mayor y lienzos propios del arte del Renacimiento.

 

 

Las largas y abiertas rectas de la A-1206 descubren un paisaje limpio antes de desviarnos a la derecha en dirección al castillo de Loarre, otro enclave histórico-arquitectónico inevitable. Situado en una elevación a 1.100 m de altitud, esta fortaleza medieval la mandó construir Sancho Ramírez, rey de Aragón y Navarra, en el s. XI como avanzadilla frente a la frontera musulmana, y hasta allí llega una serpenteante carretera que obliga a hacer uso de la segunda relación del 850 en más de una ocasión.

 

 

Después de casi 190 km y un tentempié en Ayerbe, el atardecer se nos echa encima justo donde queríamos: a los pies del solemne, majestuoso y enigmático Reino de los Mallos. Una antigua leyenda local cuenta que allí, en una extinta aldea llamada Foz de Escaleta, vivía una bruja gigantesca. Cansada del acoso de los atemorizados habitantes, un día usó su magia para aumentar de tamaño las rocas de la zona y creó un escondite donde ocultarse… y dicen que aún sigue allí.

 

 

Cuentos al margen, junto al pueblo de Riglos se eleva esta singular formación rocosa formada por ocho piedras de tipo mallo, un conglomerado de sedimentos de cantos rodados cementados por grava y arena. Las paredes de estos colosos superan los 300 metros de altura y con los últimos rayos de sol adquieren una tonalidad rojiza que acrecienta su espectacularidad y atrae a multitud de escaladores y practicantes del parapente. A sus pies, las aguas bravas del río Gállego son otro de los atractivos turísticos para los aficionados del rafting y descensos en canoa y kayak.

 

 

Los últimos rayos de sol nos permiten hacer fantásticas fotografías. La empinada carretera que asciende al lugar buscado por nuestro artista Mikael Helsing se le atraganta al 850. La primera queda demasiado corta y la segunda, a poco que haya que levantar el pie del acelerador, se queda larga. Pero con más destreza que rapidez, corona la subida y Mikael consigue su objetivo. El regreso a Graus es menos turístico. La N240 nos devuelve al punto de partida sin rodeos y a un ritmo vivo. Ya anochecido en la plaza de Graus, una refrescante cerveza pone el punto y final a esta ruta.

 

 

 

FUENTE:  http://www.autopista.es/clasicos/articulo/seat-850-sport-spider-ruta-pirineos-huesca-fotos-prueba

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Seat 850 Spider: de ruta por el prepirineo oscense

 

Nuestro protagonista esta semana de “Coches para el recuerdo” es el mítico Seat 850 en su versión Spider descapotable. Aprovechamos una ruta por el prepirineo oscense para conocer toda su historia. No te pierdas las fotos

 

FUENTE:  http://www.autopista.es/galerias/seat-850-spider-ruta-pirineo-huesca-fotos-imagenes

 

 

 

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