Ocio Publicado 30 de Marzo del 2017 Denunciar Publicado 30 de Marzo del 2017 30/03/2017 La funcionalidad más elegante La marca de los 4 aros sigue logrando combinar en sus Avant funcionalidad y carácter “premium”, en una sabia dosificación aumentada y mejorada en esta última generación del Audi A4, con más espacio, confort y calidad, y sin perder dinamismo incluso con el motor 2.0 TDI de 150 CV. Esta 5ª generación Avant del Audi A4 (premiado por Motor Mundial como “Coche del Año 2016”) mantiene la misma pauta que las anteriores, aprovechando el tirón que este tipo de carrocerías tiene en Europa con más de la mitad de las ventas (y aunque bastante menos, también en España, donde en el caso del A4 representa ya un tercio de las ventas). Audi sostiene que este nuevo A4 Avant ofrece una experiencia de conducción altamente gratificante y satisfactoria para sus ocupantes y un salto de calidad interior y un confort de marcha que lo sitúan a la altura de los automóviles de representación. Habitabilidad mejorada.- Realizado sobre la misma plataforma modular MLB que comparte con sus hermanos, este nuevo A4 Avant mide lo mismo que el A4 sedán de 4 puertas, o sea 4,73 m (+3 cm sobre su antecesor de 2012), siendo un poquito más ancho (1,84 m, +1,6 cm) y repitiendo su misma altura (1,43 m), lo que para su batalla (2,82 m, apenas 1 cm y medio más que antes) no supone mayor variación. Más notable es la reducción de peso que permite la nueva plataforma (hasta 110 kg menos). Estéticamente su imagen es claramente continuista, recordando mucho a su antecesor, pero con una aerodinámica superior al A4 sedán. La trasera, que es lógicamente lo que más cambia, presenta un buen acceso al maletero ya que el umbral de carga a portón abierto es de 68 cm, con su marco inferior protegido por una pestaña de acero inoxidable. Con una boca de 1 m de ancho por otro de fondo, ofrece unas formas bastante cúbicas y anuncia 505 litros de volumen interno de maletero (15 más que antes y 25 más que el A4 berlina), que suben a 1.510 con los asientos traseros plegados (por secciones 40/20/40). En realidad la cifra tiene truco, ya que incluye el espacio de la rueda de repuesto (de emergencia, y afortunadamente de serie para España), con lo que el volumen real se sitúa sobre los 480 litros útiles. En esta zona, que podríamos bautizar como la principal, se cuidan todos los detalles; la cortina cubreequipaje incorpora raíles en los pilares finales al techo, y sube y baja automáticamente al abrir y cerrar el portón, lo que garantiza la visibilidad a través de la luneta. Lleva de serie red de separación, y apertura y cierre eléctrico de portón, pero sólo el accionamiento; si queremos que abra o cierre en “manos libres” (pasando el pie bajo del parachoques) hay que pagarlo aparte en opción. También lleva bandas elásticas, ganchos y perchas en los laterales, toma de 12V y dos miniplafones de luz, aunque los ganchos son pequeños (sólo para bolsas, no para mochilas o bolsas de deporte). Opcionalmente puede montar también dos raíles de aluminio en el piso, donde colocar elementos de fijación, como por ejemplo unos carretes que incorporan una cinta extensible o una barra telescópica para separar espacios de carga. Por lo demás, el habitáculo está bien rematado en sus tres niveles de acabado (concebidos como “packs”, Advanced Edition, Sport Edition y Design Edition), con un alto nivel de calidad percibida en materiales, mandos y su disposición, iluminación interna… Audi afirma haber mejorado la habitabilidad trasera con una altura libre al techo aumentada en 2,4 cm más para la cabeza y 2,3 cm más para piernas, pero la impresión es de que la ganancia es incluso mayor, admitiendo adultos de hasta 1,90 m de estatura, que está muy bien, y facilitando su acceso especialmente a personas mayores mejor que en el A4 sedán, al carecer de la curvatura posterior del techo de éste. Eso sí, aunque por anchura admite tres plazas en su segunda fila, el túnel central, el apoyacodos y la mini consola se lo ponen más difícil al tercer pasajero de en medio. En cuanto a la posición de conducción, está muy lograda aunque desde una posición un tanto baja. Los conductores altos lo agradecerán y los bajitos no tanto, ya que incluso subiendo el asiento al máximo no lograrán abarcar bien su visión frontal. De serie trae el cuadro convencional, de fácil lectura, pero quienes deseen el tan anunciado Audi Virtual Cockpit digital de 12,3” y su configuración variable deberán pagarlo en opción aparte (590 €), lo mismo que el “head up display” (la proyección de datos sobre el parabrisas). Mecánica brillante.- El motor probado es el conocido 2.0 TDI de 150 CV (hay otro de acceso a la gama diesel con 122 CV) quedando por encima el 190 CV y los 3.0 TDI de 218 y 272 CV, éste último con tracción total quattro). Pese a tratarse del motor básico, empuja con firmeza desde 1.750 rpm con poca rumorosidad y sin vibraciones gracias a sus dos ejes de equilibrado contrarrotantes. Con un par máximo de 32,4 mkg constantes de 1.500 a 3.250 rpm, tiene una respuesta espectacular, asociado a un cambio manual de 6 marchas con desarrollos no demasiado largos bien adaptados a su potencia y par, y una relación bastante cerrada en las cuatro primeras y más abierta en 5ª y 6ª, para poder rodar de paseo en 6ª (90 km/h) a sólo 1.600 rpm y a cruceros normales (120/130 km/h) a poco más de 2.000. Poco hay que decir de esta mecánica, sobria, brillante y fiable, que se ha convertido en la más demandada de todos los modelos a gasóleo del grupo VW. Las prestaciones del A4 Avant 2.0 TDI 150 CV son muy parecidas a las del A4 sedán de igual motor, sólo algo por debajo, consecuencia de sus 40 kg más de peso y ello a pesar de una aerodinámica que mejora en 5 puntos su coeficiente aerodinámico, y que explica que su velocidad máxima supere holgadamente los 200 km/h (212 a casi 4.400 rpm en 5ª, pero también pasa de 200 -206- en 6ª a 3.500 rpm, señal de que no van tan largo de desarrollo como otros Audi). Acelera de 0 a 100 km/h en 8,9 segundos, y cubre los 400 m en 16,7 y el km en 30,6. Las recuperaciones también son buenas (a 50 km/h en 5ª hace los 400 m en 17,1 segundos y los 1.000 m en 30,7). Y en cuanto a consumo, si bien sube ligeramente respecto al sedán al utilizar unos desarrollos algo más cortos (al fin y al cabo es posible que en ocasiones circule con bastante carga), siguen siendo mínimos: baste decir que circulando a 90/100 km/h nos ha gastado 4,8 lts/100 km, y a 120/130 km/h, 5,6 lts/100 km, pasando de 6 sólo en ciudad (6,2 lts/100 km) gracias al eficaz sistema “Stop & Start” (con una emisión media de CO2 de 104 grs/km). Eso con llantas de 17” y neumáticos 225/50, porque con las de 19” opcionales del paquete S-Line hay que contar con dos décimas más de litro por lo menos. Con todo, se le puede dar por bueno un consumo de 6,5 litros a los 100 km en todo uso, incluso rápido, lo que no quita para que los 40 litros de capacidad del depósito se queden algo cortos; merece la pena pedir en opción el depósito de 54 litros de los demás A4 que además de no robar espacio se trata de una opción sin coste. Comportamiento: como el A4 sedán.- El comportamiento dinámico del A4 Avant es prácticamente igual que el A4 sedán que probamos. En vías rápidas, presenta una lograda combinación de emoción al volante y confort de marcha, complementado por un confort acústico al nivel de un A8, gracias al excelente trabajo de aislamiento e insonorización del habitáculo. En carreteras viradas y curvas enlazadas muestra la agilidad de respuesta y el aplomo propios de un deportivo compacto, acusando para bien la reducción de peso al incorporar más componentes de aluminio y acero de alta resistencia, minimizando así las inercias. La estabilidad y precisión de trayectoria es punto y aparte, gracias a los nuevos trenes de rodaje con suspensión independiente en ambos por parelelogramos deformables de 5 brazos, todo ello complementado por una dirección de asistencia eléctrica bastante rápida (2,8 vueltas de volante entre topes), cuyo tacto es quizá el único aspecto mejorable, porque peca de demasiado suave. En cuanto a ruedas, monta de 17” de serie, con opción de subir a 18” y hasta de 8 x 19” con el pack S-Line exclusivo del nivel Sport Edition (245/35 R19). En cuanto a los frenos, con discos delanteros ventilados de 313 mm de diámetro y traseros macizos de 300 mm, tienen fuerza más que suficiente para detener los 1.475 kg que pesa el coche y su potente motor, sin dar signos de fatiga y con un tacto progresivo y eficaz. En el nivel Sport Edition ensayado el equipamiento de serie del A4 Avant es bastante completo, ya que dispone de asistente de prevención de accidentes en ciudad, control de velocidad de crucero, arranque sin llave, pantalla multifunción en color (7”), Bluetooth, freno de mano eléctrico, faros de xenón Plus, llantas de aleación, sensor de luz y lluvia, Audi Parking System, MMI Navegador, Audi Smartphone Interface, bloqueo electrónico del diferencial (EDS), control electrónico de tracción (ASR), programa de estabilidad (ESC), climatizador bizona… Pero aún quedan numerosas opciones entre las que destaca el Audi Virtual Cockpit, así como la suspensión deportiva, los faros Matrix de diodos, airbags laterales traseros, asistente de mantenimiento de carril, dirección dinámica, amortiguadores regulables, cámara de visión trasera… Si sólo con el paquete Sport Edition su precio roza ya los 40.000 euros, en cuanto le añadamos dos o tres opciones más nos vamos a los 44.000 ó 45.000 euros fácilmente, lo que empieza a ser demasiado incluso para su carácter “premium”. Lo que no quita para que este A4 Avant 2.0 TDI sea un familiar medio elegante y práctico, sin perder su imagen de coche exclusivo y de representación. FUENTE: http://www.motormundial.es/prueba-expres-audi-a4-avant-2-0-tdi-150-cv-sport-edition/2017/03/30/ Responder
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