Ocio Publicado 10 de Enero del 2018 Denunciar Publicado 10 de Enero del 2018 10 Ene 2018 Audi modificó al TT, pero: ¿estaba justificado? El primer Audi TT sin alerón se iba de atrás. Prácticamente como si fuese un Ferrari F40 a fondo. Mucha gente piensa, incluso, que el Audi TT de primera serie es un coche peligroso. ¿Es verdad? ¿Es un bulo? ¿Cuál es la verdadera historia del Audi TT sin alerón y de su supuesta peligrosidad? Sigue leyendo, ya que probablemente te vas a llevar una sorpresa. Por todos es sabido que el Audi TT sin alerón no tiene buena fama: se piensa, casi todo el mundo lo hace, que era un coche sensible y hasta peligroso, con una aerodinámica que primaba la estética a favor de una aerodinámica y una puesta a punto de dudosa efectividad. Se tiene la percepción que este, al llegar a las curvas, perdía el apoyo en el eje trasero y este flotaba, haciendo que la trasera pudiera bailar de manera repentina y espontánea generando situaciones de mucho riesgo. ¿Tanto como para formar parte de los coches más peligrosos? Que Audi decidiera llamar a todos los Audi TT de primera serie y que les insertara un alerón, así como un eje trasero más blando, da a entender que la firma de los cuatro aros asumió su responsabilidad y dio la razón a los que hablaban mal de la puesta a punto del primer Audi TT. Es cierto que Audi escuchó estas críticas y decidió cambiar algunas cosas de su deportivo compacto para dulcificar su comportamiento, pero eso no significa que sea verdad que el primer Audi TT sin alerón se fuese de atrás. Es más. ¡Es falso! Era mentira. Tras las diferentes denuncias por parte de algunos propietarios del Audi TT de primera serie sin alerón, asegurando que habían sufrido accidentes debido al mal planteamiento dinámico y aerodinámico del coche, este asunto pasó a una corte judicial que analizó el problema, en busca de posibles responsabilidades de Audi en los accidentes de estos denunciantes. Tras un riguroso análisis, el juez determinó que Audi no tenía ninguna responsabilidad en dichos acontecimientos y que los accidentes se habían producido por negligencias de los conductores, muchas veces, debido a su poca experiencia con este tipo de coches deportivos. El juez eximió de toda responsabilidad a la puesta a punto del coche por parte de Audi y consideró que su aerodinámica era la adecuada. En ese momento, Audi ya había cambiado por completo el planteamiento del coche, ya lo había dulcificado: al fin y al cabo, el cliente siempre tiene razón. Si había críticas sobre un comportamiento demasiado directo y rápido, la marca debía poner una solución: desde ese momento, Audi siempre crea coches para que puedan conducirlos con seguridad hasta los más torpes en la materia, olvidándose desde ese momento de coches más locos que puedan ser más exigentes. Así pues, pese a que Audi modificó el TT sin alerón al considerar algunos de sus clientes que era demasiado nervioso y radical, especialmente juguetón con el eje trasero, no se puede afirmar que el Audi TT sin alerón se fuese de atrás sin hacer nada. Tenías que forzarlo para poder jugar con la trasera. Esa decisión hizo que el Audi TT perdiese parte de su gracias y estoy seguro que, si en alguna parte queda algún TT de primera serie sin modificar, hoy será muy apreciado por los coleccionistas y por los seguidores de los coches deportivos eficaces y exigentes al volante. FUENTE: https://www.topgear.es/noticias/deportivos/audi-tt-sin-aleron-peligroso-184252 Responder
Caparros Publicado 10 de Enero del 2018 Denunciar Publicado 10 de Enero del 2018 (editado) Un resumen rápido que he visto en forocoches: El cambio se hizo debido a que muchos de los propietarios (en gran parte mujeres y el tipico viejo que nunca pudo permitirse un deportivo en su vida) protestaron por haber tenido accidentes culpabilizando la estabilidad de el tt, a partir de ese momento audi tomo cartas en el asunto y llamo a todos los usuarios del vehiculo a un cambio que incluia esp, suspensiones y aleron. Este cambio era voluntario, yo no lo hice. El coche no tenia ningun problema de estabilidad, lo que pasaba era que no avisaba, tiraba mas hacia deportivos de antaño y como tal tenia suspensiones incomodas, direccion durita, y comportamiento mas radical. EL coche en este sentido me gustaba mas que el de ahora. Yo tenia esa duda hace tiempo y algo me habian comentado, así que después de leer tu artículo estoy investigando un poco el tema y he encontrado éste artículo bastante mas específico: De cómo una reclamación de unos pocos inexpertos conductores se cargó la dinámica de Audi ¿Para siempre? Durante la fase de diseño y desarrollo del Audi TT original había algo claro entre el equipo de Ingolstadt: El coche tenía que ser “un auténtico deportivo”. No sólo tenía que ser emocionante de ver o de tocar, tenía que tener atributos propios de un coche pasional. La base de partida del coche constaba de dos configuraciones posibles bastante distintas entre sí. La plataforma PQ34 ofrecía columnas McPherson en el eje anterior, mientras que el tren trasero era multibrazo para las variantes de tracción integral, mientras que las versiones de tracción delantera se conformaban con un esquema más sencillo de brazos tirados, unidos por una barra torsional. Pero, como te hemos contado muchas veces, más allá de la importancia de los ingredientes, importa la receta que hagas con ellos: La puesta a punto. Y es ahí donde Audi quiso dotar al TT de una dinámica de conducción apasionante. Hasta que en octubre de 1998 comenzaron los problemas… Nada más llegar al mercado, el Audi TT se configuraba con una dirección rápida, de poca desmultiplicación, una puesta a punto con un tren trasero tirando a durete, para poder jugar con cambios de guiñada durante el apoyo en función de la carga de acelerador (se podía deslizar la trasera si ahuecabas repentinamente el acelerador para cerrar la trayectoria y meterte más en la curva, o jugar con las inercias en la boca de la curva para entrar ya ligeramente descolocado), y el apartado aerodinámico se había solucionado trabajando los bajos del vehículo. Los diseñadores no querían agregar alerones a toda costa, y ésto hizo que el equipo de ingeniería tuviera que trabajar los bajos, carenándolos y aplicando faldillas en puntos estratégicos para evitar que el coche tuviera cargas aerodinámicas positivas que lo levantaran ligeramente del asfalto. Audi diseñó los bajos del coche para trabajar sin alerón posterior Pero el problema para Audi no estaba en lo que había hecho y desarrollado para el coche, sino en el tipo de cliente al que iba dirigido. Mientras otros deportivos eran coches pensados para gustar a un nicho muy concreto y exigente del mercado, el TT tenía por objetivo llegar y gustar al máximo número de clientes posibles, desde la urbanita fashion hasta el aficionado a los deportivos más radical. Las pruebas del coche en los medios tras llegar al mercado fueron positivas, alabando el comportamiento deportivo, aunque el tacto de la dirección asistida, rápida y precisa, carecía de información y peso a la altura de las circunstancias (ya sabes, dirección “a lo Audi”). Pero en esta configuración original, el Audi TT se podía calificar como un coche ágil, un coche sensible a las demandas de su conductor y pro-activo: Si tenía que sobrvirar a demanda del que iba a los mandos, lo podía hacer. Y llegó el desastre Pero a los pocos meses de estar en el mercado, en octubre de 1998, una publicación germana hacía saltar todas las alarmas. Stern, un semanal alemán sensacionalista (tal vez te suene, pues publicó en 1983 unos falsos diarios de Hitler), contaba ocho casos denunciados de accidentes derivados de “problemas con el Audi TT”. Stern, que no tiene nada de especialización en el mundo del automóvil, menos en las puestas a punto de los coches, señalaba que el coche podía derrapar del eje trasero de manera inesperada a la entrada de las curvas. La alarma social se extendió, mientras los casos pasaban a manos de los tribunales. Pero Audi no podía permitirse esperar a que los tribunales le dieran la razón sobre sus parámetros de diseño del cupé, y necesitaba cortar la sangría publicitaria que estaba sufriendo. Y es que eran muchos los medios especializados y no especializados cargando tintas contra el deportivo de Ingolstadt por esas supuestas inestabilidades, sin preocuparse de verificar si éstas eran reales o inducidas por errores de los conductores. La dirección de la compañía decidió actuar. Para ello llamó a revisión a todos los Audi TT vendidos. Les agregó un alerón “tipo cola de pato” sobre el capó posterior, al tiempo que incluyó el control de estabilidad, tarado de una manera netamente conservadora, cambiando de paso la suspensión trasera por una más blanda, a fin de incrementar el subviraje, haciendo al eje trasero mucho más manso. Las modificaciones se incluyeron, además, de serie para todos los Audi TT de nueva factura. Los medios y el público general entendieron que si Audi cambiaba estas cosas era porque había un defecto en sus coches. Pero entonces llegó el dictamen del tribunal. En septiembre del año 2000 se comunicó el sobreseimiento de la causa contra Audi. Tras analizar un montón de datos y poner a prueba las características del vehículo original, comparado con otros vehículos y comparado con el TT modificado, los peritos determinaron que el TT no tenía ningún defecto de diseño aerodinámico, ni presentaba una inestabilidad manifiesta o superior a la del resto de vehículos del mercado. Vamos, que el TT “de origen” no era ningún peligro. Lo más interesante del caso es que de los ocho casos tramitados, cuatro de los conductores implicados en esos accidentes jamás habían conducido un automóvil deportivo, y habían tenido el accidente a los pocos días de adquirir el coche. La práctica totalidad de los accidentes se había producido tras realizar maniobras incorrectas, entrando en curvas a 160 km/h, con un volantazo súbito y el pie en el freno, causando lo que conocemos en el mundillo como “trail braking”, abriendo la trasera. El problema es que la falta de experiencia y conocimientos por parte de los conductores de estos coches causó situaciones descontroladas de sobreviraje que acabaron en accidente. Un triste legado El problema de estos ocho accidentes está en los resultados que tuvieron. Audi, que había cuidado con mimo la puesta a punto de su cupé, de golpe y porrazo se vio obligada a tirar el trabajo realizado en pro del dinamismo, para cambiar hacia una puesta a punto mucho más conservadora. Ésta puesta a punto hacía del TT un coche que, si bien era y sigue siendo tremendamente efectivo a la hora de agarrarse al asfalto, carece de la capacidad de cambiar de trayectoria de manera rápida, lo que le resta puntos a la hora de divertirnos en una carretera de curvas. Y la cosa, para más INRI, no se quedó en el Audi TT. Si algo aprendió Audi de toda esta problemática es que, cuando diriges coches al gran público, tienes que hacer una aproximación en su puesta a punto enfocada al “mínimo común denominador”, es decir, tienes que buscar un ajuste de puesta a punto enfocada al conductor menos hábil que puedas encontrarte a los mandos del coche. Desde entonces algo cambió en el procedimiento de puesta a punto de Audi. Y es ese punto de inflexión en las maneras de poner a punto los coches el que ha marcado la historia de los últimos quince años de modelos de Audi. Quince años en los que apenas podemos salvar tres modelos concretos (RS4 B7, R8 y A1 quattro), del calificativo de coches “con el tren trasero sobre raíles”, una queja que nos llevas años escuchando en Pistonudos. Bueno, en Pistonudos y casi en cualquier otro medio meridianamente especializado. Sí, sin duda se ganó en seguridad “para todos y para cualquiera”, pero, quitando creaciones concretas de la filial quattro Gmbh. dedicada a las variantes más radicales de la marca, el resto de Audis perdieron la oportunidad de ofrecer pasión en el asiento del conductor. Afirma la compañía que ésto va a cambiar con el nuevo TT. Afirma que, gracias a los nuevos controles electrónicos, se va a poder contar con ese perfil dinámico de “poder arrastrar de atrás” el coche, sin que esto contravenga el principio de seguridad y tracción absoluta de Audi. Tendremos que probarlo para ver si realmente es así. Pero entre tanto te emplazamos a pegarle un ojo al “USPI” (Usado, sí, pero interesante) que en un par de días tendrás aquí sobre el TT de primera generación, y el cómo devolverle el dinamismo perdido con unos cuantos cambios concretos. Fuente : http://www.pistonudos.com/reportajes/de-como-una-reclamacion-de-unos-pocos-inexpertos-conductores-se-cargo-la-dinamica-de-audi/ Editado 10 de Enero del 2018 por Caparros Responder
guttient Publicado 11 de Enero del 2018 Denunciar Publicado 11 de Enero del 2018 En realidad es cierto, al final todo se basa en el denominador común, y como ya se sabe, el sentido común siempre es el menos común de los sentidos. Por otra parte, tampoco es un problema las modificaciones que introdujo Audi para dulcificar el TT, ya que por una parte el control de estabilidad es desconectable y por otra parte endurecer la parte trasera sólo requiere invertir en una suspensión algo más firme ya que, de por sí, el TT es un coche que permite muchas alegrías en carretera, tanto a alta velocidad como su sorprendente estabilidad en carreteras viradas. Responder
pedritop Publicado 25 de Febrero del 2018 Denunciar Publicado 25 de Febrero del 2018 Actualmente tengo un TT cabrio MK1, pero tuve un 180cv tan pronto salio el modelo, sin alerón. ¿Se iba? A mi nunca se me fue, pero indudablemente la caída hacia atrás hace perder fuerza aerodinámica en el eje trasero. A los 5 o 6 meses de comprarlo, me llamaron de la fabrica y me ofrecieron cambiar la barra estabilizadora por una mas gruesa y poner el alerón; el alerón me espantaba y no lo puse. El coche lo vendí en el 2009 o así, y continuó sin alerón y nunca tuve problema. Responder
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