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Probamos en el Jarama el Audi R8 y el Audi RS e-tron GT ¿cual es mejor en circuito?


Ocio

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21/05/2021

 

 

 

 

 

¿Deportivo eléctrico o tradicional? ¿Biplaza o berlina? Ambos superan los 600 caballos, pero el tipo de emoción que transmiten en la pista es muy diferente...

 

 

 

 

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El Audi R8 y el RS e-tron GT, a prueba en el Jarama.

 

 

El Audi R8 y el Audi e-tron GT son coches de universos diferentes... o quizá no tanto. De hecho, ambos nacen en la misma factoría y se ensamblan en una línea de montaje común. Pero ahora, además, hemos tenido la oportunidad de igualarlos... sobre la pista.

 

 

El Circuito del Jarama, en su trazado completo, fue el juez para validar las cualidades de dos deportivos de diferentes planetas. El Audi R8, con un V10 capaz de hacerte vibrar con su bramido y el RS e-tron GT, con su contundencia silenciosa, como si de un fusil con silenciador se tratara.

 

 

Se enfrenta un biplaza de motor posterior, gran cilindrada, estructura V10 atmosférica y alto régimen de giro, la receta predilecta de los deportivos del siglo XXI... o al menos de como los entendíamos hasta ahora, con un supercoche eléctrico con su mejor virtud por delante: la entrega de potencia es instantánea y absoluta.

 

 

 

Audi RS e-tron GT circuito del Jarama Audi Driving Experience
 
Un eléctrico en circuito es una experiencia que vivimos por primera vez.
 
 
 

Porque el Audi RS e-tron GT es uno de los que ha venido a poner en discusión ese formato. Y lo hace en forma de berlina coupé, con formas aerodinámicas pero contraviniendo las leyes de los deportivos al firmar un peso en báscula de más de 2.300 kilos (frente a los 1.670 del R8). Pese a ello, sus 646 CV de potencia y el par instantáneo de 830 Nm le catapultan de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos... apenas dos décimas más que el R8.

 

 

 

Aceleración indescriptible

Si, como decía el anuncio, la primera impresión es la que queda... la nuestra fue vivir algo que no habíamos experimentado nunca: exprimir casi 650 CV eléctricos en una prueba de aceleración 0-100-0 en la recta del Jarama. A priori era sencillo: acelerar a fondo y frenar también a tope cuando el velocímetro llegara a 100 km/h para detener el coche entre dos conos en una frenada de precisión.

 

 

Nada especialmente complicado... hasta que llega lo inesperado. Lógicamente habíamos experimentado la fabulosa aceleración de los coches eléctricos, pero siempre en carretera abierta, nunca en pista. Y la sorpresa es mayúscula. No tanto porque el RS e-tron GT acelere como un diablo... sino por la sensación que genera el empuje instantáneo en nuestro cuerpo. Hasta el punto de que, durante unas décimas de segundo, sientes incluso que te mareas.

 

 

 

Audi RS e-tron GT - Circuito del Jarama - Audi Driver Experience
 
La aceleración del RS e-tron GT es realmente impresionante.
 
 
 

Es una sensación similar a las que se viven en una montaña rusa, pero esta vez en un vehículo bien pegado al suelo y en línea recta. Hasta tal punto resultó intenso que con la impesión perdimos la referencia del velocímetro por unas décimas... lo suficiente para fallar la frenada. Eso sí, en el segundo intento, ya sobre aviso, pudimos comprobar también que la potencia de frenada del e-tron GT es destacable. De hecho, incluso aunque empezamos a frenar por encima de los 100, nos sobró algo de espacio hasta la detención total y tuvimos incluso que aflojar la frenada para colocar el coche en la posición que nos pedían.

 

 

 

Frenada: tan importante como correr

La segunda prueba, ahora con el Audi R8, era más convencional: una frenada con esquiva después de acelerar a fondo. Se trata de exprimir primero el motor V10 en una salida lanzada y después realizar un ejercicio que la mayoría de conductores no hacen bien: frenar a fondo y comprobar el funcionamiento del ABS. Detenerse en un deportivo es tan importante -o más- que acelerar.

 

 

El R8 contaba con un equipo de frenos cerámicos, más caros y potentes, pero independientemente de ello resulta muy agradable comprobar como, incluso teniendo que girar bruscamente mientras mantenemos pisado el freno a fondo, el coche obedece las órdenes del volante mientras sigue deteniéndose. Luis Villamil, múltiple campeón de turismos e instructor principal en esta prueba, no confesaba que muchos de los clientes que realizan este ejercicio en los cursos Sportscar de la Audi Driving Experience confiesan no haber puesto a prueba hasta esos límites a sus coches nunca. Y aboga por incorporar un ejercicio como este incluso a los exámenes para obtener el permiso de conducir. Una interesante reflexión.

 

 

 

Audi R8 Circuito del Jarama Audi Driver Experience
 
El R8 se sometió a una prueba de frenada con esquiva.
 
 
 

Deportivo eléctrico o térmico: prueba en circuito

El plato fuerte quedaba para el final. Una tanda de cuatro vueltas rápidas con cada uno de los deportivos de Audi, siempre tras un Pace Car pilotado por uno de los monitores de la escuela. Primer turno: con el R8.

 

 

No era la primera, ni la segunda, ni la tercera vez que podíamos rodar en pista con el biplaza alemán. Incluso lo habíamos hecho antes en el Jarama. Así que no nos sorprendió nada su nobleza, combinada con la potencia de su espectacular propulsor. Es también muy efectivo, aunque no tan radical como algunos de sus rivales (se conduce con bastante más facilidad que un 911)... y luego está el sonido.

 

 

Sin duda, es lo mejor del motor... y la antítesis de lo que ofrece su hermano eléctrico. Un rugido profundo que cala hasta los huesos, poniendo un toque de emoción que se te queda grabado en el corazón y te llevas como recuerdo si solo lo puedes disfrutar en contadas ocasiones. Imagina lo que es si puedes vivirlo cada día.

 

 

 

Audi RS e-tron GT - Circuito del Jarama - Audi Driving Experience
 
El RS e-tron GT eléctrico requiere adaptar la conducción en circuito.
 
 
 

Por eso cuando bajas del R8 y te subes al RS e-tron GT es como estar en un planeta diferente. Arrancas y no hay bramido... pero no sólo eso. Se escuchan cosas que ni concibes, acostumbrado a que el ruido de un motor enmascare todo lo que sucede fuera del vehículo.

 

 

Pero ahora queda al descubierto el ruido de rodadura, que al principio es apenas un silbido... hasta que llega la primera curva, tiras el RS e-tron GT y las ruedas empiezan a protestar (normal cuando tratas de contener 2,6 toneladas, por mucho que sus 'zapatos' sean de la talla XXL, con 245 y 285 mm de sección delante y atrás, respectivamente).

 

 

Siguiendo con las sensaciones, escuchas cómo se mueve cualquier cosa que vaya suelta en cualquier parte del vehículo. Y hasta la virutas de goma que mueven los coches que nos preceden se sienten ahora golpear en la carrocería (con el R8 seguramente también sucedía, pero el rugido del V10 lo cubría con su canto).

 

 

El ritmo con el RS e-tron GT era inferior al del R8, pero no porque no pudiera mantenerlo, sino porque los monitores, con buen criterio, tomaron alguna precaución más al no estar tan familiarizados con la conducción ultradeportiva de los coches eléctricos. Para empezar, el peso condiciona mucho las referencias de frenada, pero hay más.

 

 

 

Audi RS e-tron GT circuito del Jarama Audi Driving Experience
 
Los coches reunidos en el Jarama sumaban más de 15.000 caballos de potencia.
 
 
 

Porque cuando llega la hora de dar gas es todo (recordemos, más de 800 Nm de golpe) o nada, así que hay que tener mucho tacto con el acelerador para que el coche no salga hacia donde no queremos (normalmente, subviraje). Hay que ser mucho más fino en general con el e-tron, requiere más concentración, pero resulta sorprendente como la puesta a punto de su chasis es capaz de lidiar con el peso.

 

 

 

 

 

FUENTE:   https://www.marca.com/coches-y-motos/coches/audi/2021/05/21/60a623f422601d38438b45a3.html

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24 de mayo, 2021

 

 

 

 

Rodamos en circuito con el Audi RS e-tron GT

 

Los cursos de conducción Audi driving experience nos dieron la oportunidad de ser los primeros en conducir el RS e-tron GT un circuito profesional

 

 

 

 

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Rodar con el Audi RS e-tron GT en un circuito es algo que no se olvida, y menos si sabes que eres de las primeras personas que lo han hecho en todo el mundo. Los cursos de conducción Audi driving experience arrancaron este año a nivel mundial en España, con la novedad de contar con el buque insignia eléctrico de Audi como uno de sus vehículos de pruebas, un hecho que nos permitió ser de las primeras personas en todo el planeta en poder disfrutar de sus radicales prestaciones en un trazado profesional.

 

 

Más concretamente, la temporada de la Audi driving experience se inauguró a nivel global el pasado 15 de mayo en el Circuito del Jarama con su modalidad Sportscar, el curso de conducción más prestacional de toda la oferta del constructor alemán. Una cita que se repetirá del 26 al 28 de mayo en el Circuito de Montmeló. Más tarde tendrán lugar los cursos Performance, ideales para los que buscan familiarizarse con las técnicas de conducción que permiten sacar el máximo partido a las prestaciones de su vehículo, del 23 al 25 de septiembre en Ascari (Málaga). Y finalmente los cursos Progressive se realizarán en el Circuito de Los Arcos (Navarra) los días 14 y 15 de octubre.

 

 

Los dos primeros cursos se imparten con los coches más potentes de la gama Audi, es decir, el RS e-tron GT y el R8 Coupé V10. En las modalidades Performance y Progresive también se tendrá acceso al gran turismo eléctrico en su versión estándar junto a otros modelos como el Audi R8 Coupé, el TT Coupé, el RS Q8, el RS 7 Sportback, el RS 5 Sportback, el RS 4 Avant o el e-tron Sportback.

 

 

El curso Sportscar tienen un precio de 550 euros para los clientes de Audi, y de 650 euros para el resto de participantes; los precios de la modalidad Performance son de 420 y 340 euros, respectivamente. Por su parte, en el caso de los Progressive, oscilan entre los 200 euros (cliente) y los 240 euros (no cliente).

 

 

 

El Audi RS e-tron GT es un auténtico rayo

El Audi RS e-tron GT nos dejó literalmente sin palabras. Jamás habíamos experimentado una aceleración como esa; no tanto por su potencia, sino por la entrega inmediata de par. Apretar el acelerador a fondo y experimentar al instante sobre tu cuello 830 Nm que dejan el casco literalmente pegado al reposacabezas como si llevase velcro, es una sensación sencillamente indescriptible. Habíamos conducido y montado antes en coches más rápidos y potentes, pero nunca tan reactivos desde parado.

 

 

 

EL RS E-TRON GT ES A PENAS MEDIO SEGUNDO MÁS LENTO QUE UN F1 EN ACELERAR DE 0 A 100 KM/H, DETENIENDO EL CRONO EN TAN SÓLO 3,3 SEGUNDOS

 

 

Pero un coche que corre tanto debe parar incluso más rápido que acelera. Y por ello, la primera prueba de los cursos de conducción de Audi consistió en una prueba de aceleración y precisión de frenada, en la que debíamos acelerar al máximo y unos pocos de cientos metros más tarde pisar a fondo el freno para dejar el coche entre un estrecho hueco de conos. Con esta prueba no sólo quedó patente la increíble capacidad de sus imponentes frenos de disco, sino el buen tacto y recorrido del pedal izquierdo.

 

 

 

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La jornada continuó con una prueba similar, pero cambiando la precisión por la esquiva a los mandos del no menos impresionante R8 Coupé con su motor V10 de 620 CV y 580 Nm de par motor. Unos discos ventilados cerámicos de 380 y 356 mm, junto con la efectividad del sistema ABS, hacían de esta maniobra extrema casi un juego de niños.

 

 

 

La hora de la verdad

Tras calentar con estos ejercicios llegó la hora de rodar en el Circuito del Jarama con el RS e-tron GT y el R8 Coupé V10. Y lo hicimos además en nuestro caso ese mismo orden. Bajo las indicaciones del extraordinario equipo de instructores de Audi salimos a pista con e-tron, y desde la primera curva ya vimos que la cosa iba en serio. No es lo mismo acelerar al máximo en recto como hicimos antes, que tratar de domar 646 CV y 830 Nm de par motor de entrega inmediata para guiarlos hacia un punto concreto, por mucha tracción total inteligente que llevásemos y pese a no haber desconectado todos los controles del vehículo. Aunque es cierto que el coche te lo pone fácil por sus sistemas de gestión y la excelencia del chasis, no dejas de llevar bajo el pie el interruptor de un rayo que espera en todo momento que se desate a la tormenta perfecta.

 

 

 

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A los mandos del Audi R8 Coupé V10 antes de salir al trazado del Jarama

 

 

Pero lo más complicado llegó con la primera frenada fuerte. Es el momento en que te das cuenta que llevas un coche de 2.350 kilos, y que quizá vayas demasiado rápido como para detener allá donde habías puesto el ojo casi dos toneladas y media. La misma sensación se experimenta en las curvas rápidas, donde notas unas inercias y unos cambios de peso que sin llegar a ser en ningún momento molestos ni poner en entredicho la deportividad del eléctrico, sí has de tener en cuenta si quieres ser rápido y, sobre todo, evitar una incómoda salida de pista. Y todo ello con neumáticos de calle, lo que sin duda pone más en valor las asombrosas prestaciones del RS e-tron GT en circuito.

 

 

Apenas unos minutos después de bajarnos del e-tron, nos ponemos al volante del R8 Coupé V10 para dar unas vueltas más al trazado madrileño. Y lo primero que experimentamos es la ‘ligereza’ del deportivo. Es increíble que un coche que en ocasiones anteriores nos había parecido un auténtico tren sobre raíles por su aplomo, ahora nos parezca una pluma comparado con el eléctrico. El paso por curva es más ágil, las reacciones a la dirección son mucho más sensibles y directas, y los cambios de apoyo más rápidos. Es en general un coche que hay que pilotar más que el e-tron si quieres ir a su mismo ritmo.

 

 

 

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Prueba de frenada con el Audi R8 en los cursos de la driving experience

 

 

 

Pero sin duda la mayor diferencia entre ambos es la aceleración. El R8 acelera una barbaridad, pero no llega a la bestialidad del e-tron, principalmente por la falta de inmediatez de los motores de combustión. Para tratar de igualar las reacciones del eléctrico debes llevar el coche siempre a un régimen de vueltas óptimo, lo que en el caso del R8 es ir casi siempre por encima de las 6.000 rpm; una tarea tan estresante como peligrosa para un piloto amateur. Eso sí, si lo logras, disfrutarás del soberbio, adictivo e hipnótico sonido del V8, din duda la mayor ventaja del R8 con respecto al e-tron.

 

 

Desde NeoMotor recomendamos a todo el mundo que se lo pueda permitir, que haga, no uno, sino todos los cursos que pueda de la Audi Driving Experience, porque cada programa le enseñará algo distinto, pero igualmente importante para su seguridad al volante, además de experimentar una de las jornadas de conducción más divertidas que se ofrecen hoy día en el panorama automovilístico actual. Es más, muchas de estas lecciones deberían ser obligatorias para cualquier conductor. Que tome nota la DGT.

 

 

 

 

 

FUENTE:   https://neomotor.sport.es/coches/audi/rodamos-en-circuito-con-el-audi-rs-e-tron-gt.html

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