Ocio Publicado 12 de Agosto del 2022 Denunciar Compartir Publicado 12 de Agosto del 2022 08-08-2022 Hablamos de nuevo de grandes berlinas olvidadas con un coche fabricado por uno de los expertos en este segmento. Parecía que podía funcionar, pero no triunfó y acabó pasando desapercibido en el mercado, siendo toda una rareza en la actualidad. Hablamos del Audi V8. En los años 80, las berlinas de lujo estaban ganando popularidad y Audi quiso probar suerte con un coche nuevo. De esta forma, podría competir de forma más igualada con rivales como BMW y Mercedes, que eran de las firmas más populares entre los compradores de ese tipo de vehículos. Así, se pusieron a desarrollar el proyecto, cuyo resultado se dio a conocer en 1988. En el Salón de París de aquel año, la marca de los cuatro aros desveló al mundo esta gran berlina, que estéticamente no supuso una revolución. Se parecía mucho a los Audi 100 y 200 de aquellos años y, de hecho, compartía plataforma con ellos. Sin embargo, aunque no lo pareciese, la mayoría de los paneles de la carrocería eran nuevos. Aun así, el diseño del Audi V8 era especialmente parecido al del 200, aunque contaba con unas líneas más redondeadas. No llegaba, eso sí, al estilo de otros coches del fabricante como el 80 y el 90. Por ello, aunque la apariencia no era mala, no llamaba la atención que se buscaba y pecó de ser demasiado conservadora. No obstante, el objetivo de ofrecer una berlina lujosa se cumplió con creces y eso se hacía evidente en el habitáculo. Aquí, como era de esperar, imperaba la amplitud y un diseño sobrio pero elegante que estaba acompañado de acabados de primer nivel. De hecho, superaba de base a las variantes más económicas de rivales como el Mercedes Clase S. Al entrar en el interior del Audi V8, independientemente de la versión los ocupantes encontraban tapicerías de cuero e inserciones de madera, así como asientos con regulación eléctrica y función de memoria. También llamaban la atención elementos como el climatizador automático, pero lo más peculiar de este coche no estaba aquí, sino bajo el capó. Como su nombre indica, el motor de esta berlina era un V8 y se trataba de la única opción disponible. Por lo general, en este tipo de coches era un bloque V6 el que marcaba el tope de gama, pero en este caso la firma de Ingolstadt pensó en un propulsor de ocho cilindros con 32 válvulas. Con lo que más se asocia al Audi V8 es con el DTM, donde tuvo al volante a pilotos como Hans-Joachim Stuck. Audi Inicialmente, este motor era de 3,6 litros y entregaba unos 250 CV, con 340 Nm de par. Sin embargo, ya en los años 90 se optó por un bloque de 4,2 litros con unos 280 CV de potencia y 400 Nm de par. En la mayoría de los casos, estos propulsores estaban asociados a una caja de cambios automática de cuatro velocidades, pero también se ofreció una manual de cinco. Aun así, lo más llamativo del apartado mecánico no era solo el motor, sino cómo se transmitía su fuerza a la carretera. Y es que, dado que Audi había logrado grandes avances con su tracción total Quattro, también quisieron usarla en el Audi V8. Así, se benefició de un sistema en el que la tracción se gestionaba electrónicamente entre los ejes en función de las condiciones. ¿Por qué no triunfó el Audi V8? En conjunto, este modelo era un buen coche. Mecánicamente era de lo más interesante y, si bien no era algo emocionante en cuanto a prestaciones -hacía el 0 a 100 km/h en unos 9 segundos-, cumplía la función de poder recorrer grandes distancias con suavidad. Aun así, no lo tenía todo para triunfar. El hecho de que otros coches de la marca pareciesen más modernos e interesantes estéticamente no jugó a su favor. Además, el lanzamiento del Audi 100 en 1990, que sí seguía unas líneas más actuales, tampoco fue de ayuda. Por otro lado, otro factor decisivo fue el precio. El precio del Audi V8 arrancaba en unos 98.700 marcos alemanes, así como en 155.000 en el caso de la variante con carrocería larga que se ofreció. Esto superaba la cifra de rivales como el Clase S y el BMW Serie 7 y, aunque estaba justificado por su mayor equipamiento de serie, esto repercutió en menores ventas. Con todo, el coche estuvo a la venta entre 1988 y 1994. En ese tiempo se vendieron apenas 21.565 unidades, lo que es realmente poco si tenemos en cuenta los años en los que estuvo en el mercado y en comparación con otros integrantes de esta serie de grandes berlinas olvidadas. ¿Cuánto cuesta hoy este coche? El hecho de que se hayan vendido tan pocos hace que encontrar un Audi V8 de segunda mano no sea una tarea fácil en absoluto. Puedes bucear entre varios portales y te puedes cruzar con alguna unidad, pero no es algo sencillo y no encontrarás mucho donde elegir. En España, es posible encontrar algún ejemplar por unos 3.000 euros, lo cual no es demasiado para el coche que es. Si quieres otras alternativas, también puedes buscar en otros países europeos, aunque ahí es más probable encontrar ejemplos en torno a los 10.000 euros e incluso por 20.000. Opinión: ¿Merece la pena comprarlo de segunda mano? Aunque el Audi V8 no tuvo demasiada aceptación, fue un buen coche. Era amplio, completo y realmente fiable, de manera que es una buena opción si buscas un clásico de lujo de las últimas décadas del siglo XX. Si estás decidido a ir a por él, nada debería detenerte, pero tienes que tener paciencia. Hay poco donde elegir y, en ocasiones, la inversión es grande. Como siempre, hay que comprar con cabeza y no dejarse guiar demasiado por los impulsos, ya que interesa realizar las menores reparaciones posibles, especialmente en un coche tan escaso. Si tienes todo esto en mente, con el tiempo es probable que encuentres una unidad que encaje con tus preferencias. Sin duda, te harás con un coche que, aunque no recibiera demasiado cariño en su momento, se ha acabado convirtiendo en un clásico de lo más interesante. FUENTE: https://www.topgear.es/noticias/grandes-berlinas-olvidadas-audi-v8-1106187 Responder Enlace al comentario Compartir en otros sitios web More sharing options...
Urs4 Publicado 11 de Febrero del 2023 Denunciar Compartir Publicado 11 de Febrero del 2023 Un gran coche, en todos los sentidos, pero es cierto que usar la vetusta plataforma del 200 no fue una buena idea, algún día las unidades más nuevas con cambio manual se cotizarán muy bien, ya empiezan a hacerlo, los demás, automáticos o 3.6 están condenados a acabar como donantes a menos que hayan llegado en muy buen estado a nuestros días. Responder Enlace al comentario Compartir en otros sitios web More sharing options...
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