Volkswagen podría recortar empleos

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El presidente de Volkswagen, Bernd Pischetsrieder, ha explicado este fin de semana que el objetivo de reducir costes que se ha marcado la compañía no podrá ser alcanzado si no se aligera la plantilla. Sin embargo, Volkswagen tiene un pacto con los sindicatos para no despedir personal, así que tendrá que recurrir a operaciones de prejubilación y ceses voluntarios para ajustar su nómina a sus necesidades.

 

El dirigente de Volkswagen se ha mostrado algo pesimista a la hora de evaluar la situación de la empresa y, aunque confía en el plan de ajuste ForMotion Plus, cree que son necesarios mayores ajustes. La segunda etapa del programa ForMotion fue presentada hace sólo dos semanas, en medio del escándalo de corrupción que todavía sufre la empresa germana. En esta nueva fase del plan de choque se preveía un endurecimiento de las medidas de ahorro encaminado a reducir sus costes en 7.000 millones de euros durante los próximos tres años.

La primera parte del ForMotion se puso en marcha hace ya dos años y sirvió para sacar a la compañía del mal momento que atravesaba, regresando a las ganancias.

 

Más énfasis en Estados Unidos y China

Si, en general, la marcha de la compañía es positiva, en Estados Unidos todavía queda mucho por hacer. Las pérdidas de explotación son de 506 millones de euros y Pischetsrieder ve “completamente imposible” alcanzar el objetivo de volver a los beneficios en 2006 en aquel país.

Así las cosas, el presidente de la firma propone la misma receta: aligerar la plantilla y mejorar los procesos de trabajo para hacerlos más eficientes.

 

Lo mismo se aplicará en China, donde Volkswagen ha perdido su liderato de años y ha visto cómo sus filiales chinas de Audi y Volkswagen entraban en pérdidas económicas.

 

Desde el Norteamérica y el Lejano Oriente, los directivos alemanes han propuesto a sus jefes en Europa lo que hay que hacer: mejorar las operaciones de venta al público, aumentar la producción de piezas en el mercado local y estructurar mejor la política de modelos.

 

Por su parte, para Estados Unidos el plan propone que se actualice la red de distribución y que se incremente la producción de la factoría que Volkswagen tiene en México.

 

 

 

 

Cuando presentaba este nuevo “apretón” de tuercas, Wolfgang Bernhard, responsable de Marcas del grupo, aseguraba que no se habían planteado despedir a nadie y que la mayor parte del ahorro previsto se lograría mejorando la gestión de los proveedores, el material y la distribución. Además, anunció también el lanzamiento de entre cinco y diez nuevos modelos en los próximos tres años.

 

 

A pesar de aquel planteamiento, ahora Pischetsrieder reconoce que sigue sobrando personal y que, de no reducir la plantilla, no se alcanzará el objetivo de ahorro propuesto.

 

 

 

Números cada vez mejores

Gracias al esfuerzo hecho con el plan ForMotion, Volkswagen ha podido mostrar unos números bastante presentables. Durante el primer semestre del año, la firma ha logrado vender 2,54 millones de coches, un 3,9 por ciento menos que en el mismo periodo de 2004. Esta bajada en las ventas no se traduce en un descenso de la facturación, que se ha quedado en 46.016 millones de euros, un 1,9 por ciento más que en 2005.

Al final, el beneficio operativo ha subido hasta los 1.375 millones de euros, con un beneficio bruto de 672 millones y unas ganancias netas de 403 millones de euros, un 5,2 por ciento más de lo presentado hace un año.

Es interesante analizar la evolución de la política de marcas diferenciadas que sigue Volkswagen desde hace un par de años. Así, la división de marcas “deportivas”, encabezada por Audi y Seat, ha aumentado sus ventas un 4,5 por ciento, lo que se ha traducido en un crecimiento del 19,4 por ciento en sus resultados.