AsTTuriana Publicado 4 de Enero del 2006 Denunciar Compartir Publicado 4 de Enero del 2006 (editado) Pues yo tengo que dejarlo cueste lo que cueste, lo tengo prohíbidisimo por el médico y encima tengo a una personilla, que es mi ángel de la guarda, que me está todo el día diciendo que lo deje, aunque sólo tenga que hacerlo por él lo haré, es el mejor regalo que puedo hacerle... Venga chic@s, mucho ánimo y a hacer caso a las autoridades... Editado 4 de Enero del 2006 por AsTTuriana Responder Enlace al comentario Compartir en otros sitios web More sharing options...
Logan Publicado 4 de Enero del 2006 Denunciar Compartir Publicado 4 de Enero del 2006 Artículo en Noticias.com PASO UNO: DETERMINAR EL PROBLEMA ¿Por qué empecé a fumar? Por imitación y por curiosidad. Cuando mis compañeros de la escuela secundaria fumaban, me ofrecían un cigarrillo y mi curiosidad aceptaba, pero como a todos les sucedía, el primer cigarro me hacía toser; me decían: así es la primera vez, después ya se disfruta. A partir de allí el contagio del cigarrillo me siguió hasta los 58 años de edad, habiendo comenzado desde los 15. Al principio una cajetilla me duraba una semana, pues fumaba uno ó dos cigarrillos al día. El número fue aumentando progresivamente hasta llegar a consumir dos cajetillas diarias. 40 cigarrillos al día. Cuando les invitaba a mis amigos, eran tres cajetillas y a veces cuatro al día, pues en ocasiones de reuniones familiares consumíamos en mayor cantidad. Durante todos estos cuarenta y tres años fumando, he tenido problemas diferentes: 1. Quemadas en los dedos o en los labios. A veces se pegaba el cigarrillo en los labios y al quererlo retirar mis dedos se desplazaban hacia la braza, quemándose. A veces me equivocaba y arrimaba a mis labios el cigarrillo al revés, ya borracho. El mismo tiempo que tengo sin fumar, lo tengo sin ingerir una sola gota de alcohol, ni a cuentagotas, pues éste también provoca una enfermedad: el alcoholismo. En ocasiones anteriores he logrado dejar de ingerir bebidas alcohólicas y de consumir cigarrillos por lapsos de un año ó dos; en esta ocasión estoy autoconvencido de que es para siempre. Porque firmemente creo que "Dichoso aquel cuyos vicios mueren primero que él". 2. Quemadas de pantalón. En ocasiones iba manejando en mi carro y de repente se me antojaba fumar, pero me sucedía a veces que al quitarme el cigarrillo de los labios, se me pegaba a los mismos, haciendo que me trajera la braza entre los dedos, luego se me caía entre las piernas, quemando mi pantalón. A veces iba en carretera y tenía que estacionarme para apagar la braza. Gracias a Dios que no me ocurrió ningún accidente, pero a punto estuve de tenerlos. 3. El humo me molestaba mucho los ojos. Siento que fue la causa de la disminución visual, ya que el día de hoy (Enero 2006) tengo la necesidad de utilizar lentes. 4. Molestaba mucho a mis familiares que no fuman. Cuando fumaba toda la casa o departamento se impregnaba del mal olor a tabaco quemado, el humo molesta a las personas que no fuman. 5. Muchos fumadores pasivos por mi causa. Algunos han tenido que alejarse de mí, por esa mala costumbre que tenía de fumar. Además de que tuvieron que someterse a un tratamiento para curarse de alguna enfermedad provocada por el cigarrillo, entre ellas, la tos, gripe, irritación de los ojos, etc. Usted que fuma agregue los propios motivos, claro, si es su voluntad. Esto con el fin de crear conciencia en usted mismo de que el cigarro -en cualquier de sus presentaciones, con filtro o sin filtro, light, blancos, rojos, verdes, etc.- es dañino para la salud. La misma cajetilla lleva impreso un letrero: "EL USO Y ABUSO EN EL CONSUMO DE ESTE PRODUCTO ES PERJUDICIAL O NOCIVO PARA LA SALUD". Es una advertencia que no tomamos en consideración, porque no nos queremos realmente, deseamos la muerte y nos estamos suicidando poco a poco. Decía yo: "Al cabo no tengo ninguna prisa en morir". CÓMO DEJÉ DE FUMAR Y DE INGERIR BEBIDAS ALCOHÓLICAS Sencillo: aplicando la llave de la buena voluntad y aplicando un plan denominado Plan de 24 Horas. Actualmente (2006) llevo seis meses sin fumar un solo cigarrillo. Todos los fumadores tenemos una llave, se denomina la llave de la buena voluntad. Aquí la fuerza de voluntad no sirve para nada. De hecho es la que nos hace fumar más. Porque la ira nos provoca rebeldía y ésta nos induce a fumar. Pensando que es el único vicio que me puedo dar el lujo de pagar, que si no puedo comprar una cajetilla de cigarros para darme un gusto, un placer, que creo merecer, entonces no sirvo para nada si no logro comprar mi cajetilla de cigarros. Esta rebeldía me hacía fumar y fumar, cigarrillo tras cigarrillo. Importándome muy poco lo que sufrían los demás a mi alrededor. El egoísmo también me llevaba a fumar. Éste provocaba mi vanidad. Si otros fuman por qué yo no? Creía erróneamente que era más atractivo para las demás personas fumando que sin fumar. El fumar les demostraba a los demás que yo tenía dinero suficiente para quemarlo a través de los cigarrillos. Muchas razones y justificaciones existían para mí, para fumar y fumar. Motivos sobraban. Pero todo esto era una mentira, estaba equivocado. Nada justifica este vicio. No resuelvo nada fumando. La resolución de los problemas nada tienen que ver con mi manera de fumar o de ingerir bebidas alcohólicas o usar cualquier tipo de droga. No podía dejar de fumar, a pesar de que algunos compañeros que ya lo habían dejado, me describían lo que era un cigarro: "Es un puño de tabaco envuelto en un papel y un tontejo pegado a él". PLAN DE 24 HORAS Este plan para dejar de ingerir bebidas alcohólicas, que se aplica y utiliza mucho en la psicoterapia grupal y ocupacional en la agrupación denominada Alcohólicos Anónimos, ( www.aa.org ) es la que se utiliza aquí para dejar de fumar. Este plan consiste en que deje de fumar sólo por un día a la vez. Sólo por hoy, a partir de este momento de decisión, no voy a fumar: Si 24 horas son muchas y la ansiedad me gana, debo acortar el plazo, a 12 horas, si no puedo, a 6 horas; si no puedo, a 3 horas y así sucesivamente, hasta llegar a una hora o media hora; haciéndome el propósito de no fumar, porque así lo deseo sinceramente, porque estoy convencido de que el cigarrillo afecta mis pulmones, mis ojos, mis labios, mi ropa, afecta a los demás que me rodean y a quienes -según yo- quiero mucho, a mi esposa, a mis padres, a mis hermanos, a mis hijos, etc. Acumulando las horas, éstas conforman un día, acumulando los días, éstos forman una semana y así sucesivamente van pasando los meses, luego los años y sencillamente tarde que temprano se nos olvida o dejamos muy atrás aquella obsesión por fumar (beber, drogarse, enojarse, agréguele aquí cualquier otro defecto de carácter, por ejemplo, comer de más o cometer gula, etc.) Este plan de 24 horas funciona muy bien y hasta la fecha ya se me ha arrancado de mí la obsesión por muchas cosas, entre otras, la obsesión por fumar, por ingerir bebidas alcohólicas, por gastar dinero, por acumular riquezas, por comer en exceso, por trabajar en exceso, por dejarme llevar por la ira. La mente es muy poderosa. Si yo le imprimo un pensamiento, por ejemplo, voy a fumarme un cigarrillo; mi mente registra este pensamiento y allí lo tiene recordándolo momento a momento, hasta que tomo la decisión de sacar la cajetilla o comprarla y fumarme el cigarrillo. Debo tener cuidado con mis pensamientos, porque si se imprimen en mi mente, se pueden llevar a cabo. Inmediatamente después de que se me ocurre un pensamiento de esa naturaleza, debo destruirlo, desecharlo, cambiarlo por otro, en este caso, por este otro: "no debo fumarme ese cigarrillo, porque sé que me va a llevar al siguiente, luego éste a la cajetilla y otra vez de nuevo a fumar obsesivamente". "No voy a fumar, porque no quiero fumar". Con estos pensamientos se destruye aquel primer pensamiento que tuvimos. De este mismo modo se pueden eliminar de nuestra mente todos aquellos pensamientos negativos que se nos ocurren y que a sabiendas de que nos hacen algún daño a nuestro organismo ó a los demás, cometemos, sin consideración alguna. No se trata de convertirnos en santos, simplemente adquirir una calidad de vida cada vez mejor. Si Usted no puede dejar de fumar o de drogarse o de cometer cualquier acción que sienta que le está perjudicando o dañando a los demás, acuda a un grupo de autoayuda, para tal efecto existen muchos y de distinta índole: Alcohólicos Anónimos, Fumadores Anónimos, Tragones Anónimos, Iracundos Anónimos, Neuróticos Anónimos, Narcóticos Anónimos, etc. Responder Enlace al comentario Compartir en otros sitios web More sharing options...
Monty Publicado 4 de Enero del 2006 Denunciar Compartir Publicado 4 de Enero del 2006 Que horror... parezco a los de sanidad!!! Yo fumo muy poco. Soy más bien fumador social, en comidas, reuniones y demás, y por supuesto acompañando a una copa.. <_< :clap1: FELICES FIESTAS !!! :claugh: pues ya somos dos, FELICES FIESTAS :claugh: Responder Enlace al comentario Compartir en otros sitios web More sharing options...
Logan Publicado 4 de Enero del 2006 Denunciar Compartir Publicado 4 de Enero del 2006 Unas ayuditas. http://www.elmundo.es/elmundo/2002/grafico...p/enfisema.html http://elmundosalud.elmundo.es/elmundosalu...cos/tabaco.html Test de Fagerstrom Responder Enlace al comentario Compartir en otros sitios web More sharing options...
Logan Publicado 4 de Enero del 2006 Denunciar Compartir Publicado 4 de Enero del 2006 Me apunté a este programa, son muy serios y se lo están currando, os van a sorprender. Son médicos del hospital Carlos III. Para los que no tenemos mucho tiempo como yo y lo hacemos todo con el PC. http://www.vidasintabaco.com Responder Enlace al comentario Compartir en otros sitios web More sharing options...
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