Solo te puedo decir que por experiencias personales vividas, nuestro hijos son una parte de nosotros, si tu le trasmites tu fuerza amor y ganas de luchar será la mejor medicina que pueda recibir.
Cuentale cuentos, hablale de lo mucho que la quieres y lo importante que es ella para ti en tu vida, te doy mi apoyo y amor de todo corazón deseando con todas mis fuerzas que se reponga y la veas sonreír, crecer y convertirse en una mujer.
No pierdas la Fe ni la esperanza, te voy a contar un pequeño secreto, el rezar , pedirle a dios con todas mis fuerzas y no dejar de creer en la luz al final del tunel me ayudo en unos momentos muy dificiles en la vida, veía como mi hijo luchaba entre la vida y la muerte.
Estas frases me ayudaron mucho te las envío.
Que sepas, en tu corazón, que hay otros que nunca te olvidan.
Que siempre encuentres un arco iris después de una tormenta.
Que celebres las cosas maravillosas que hay en ti. Y cuando llegue el mañana, que puedas comenzar de nuevo.
Que recuerdes cuántas sonrisas pueden llenar un día.
Que creas que tus anhelos serán una realidad.
Que encuentres tiempo para apreciar la vida y tiempo para compartir tu belleza espiritual.
Que veas tu presente como un regalo, y tu futuro como otro más.
Que agregues una página dorada al diario de cada nuevo día, y que puedas convertir "La felicidad eterna" en eterna felicidad. Y que siempre sigas sembrando las semillas de tus sueños.
Porque si sigues creyendo en ellos, tus sueños seguirán tratando de florecer en ti. La felicidad no depende de lo que pasa a nuestro alrededor, sino de lo que pasa dentro de nosotros.
La felicidad se mide por el espíritu con el cual nos enfrentamos a los problemas de la vida.
La felicidad es un asunto de valentía; es tan fácil sentirse deprimido y desesperado. La felicidad es un estado de la mente. No somos felices en tanto no decidamos serlo.
La felicidad no consiste en hacer siempre lo que queremos; pero sí en querer todo lo que hagamos.
La felicidad nace de poner nuestros corazones al hacer nuestro trabajo con alegría.
La felicidad no tiene recetas; cada quién la cocina con la sazón de su propia meditación.
La felicidad no es una posada en el camino, sino una forma de caminar